Connect with us
Leaderboard 1 XX

Mundo Bicicleta

9.2014 El pelotón de los ausentes

Publicado

en

DT-Swiss 1024×14

Se llama Dieter Senft. Se le abrevia “Didi”. Le conocemos por ser el diablo que espolea a los ciclistas. Solía ubicarse cerca del triángulo rojo de último kilómetro. Se acompañaba de una bicicleta enorme, uno de sus ingenios, auténticos iconos del ciclismo contemporáneo. Chillaba, enloquecía con la caravana, del primero al último. Le patrocinaba, entre otros, la firma de accesorios automovilísticos de Luk. Precisamente fue la falta de apoyo económico, unido a una salud no tan boyante, el principal motivo para dejar al lado el ciclismo. Muchos le echarán de menos, no son pocos los que se le buscaron en las cunetas para retratarlo o retratarse con él. Sin ir más lejos, el amigo Antonio Alix lo lleva en su perfil de twitter.

Pero el ciclismo pasa página, sigue, con el diablo o sin él, 21 años después de que aterrizara para sembrar de excentricidad cada final de etapa con un dominio del tiro de cámara que ni Jaume Mir, el famoso bigotes que siempre aparecía como el primer utilero de los ciclistas desde los tiempos de Luis Ocaña hasta hace bien poco. El ciclismo sigue sin este personaje y sin un puñado de buenos ciclistas porque si hace un año el recuento de bajas definitivas en el pelotón era de impresión (desde Dennis Menchov a Andreas Kloden) el de este año amasa un palmarés complicado de igualar.

Si echáramos la vista a 2011, sólo tres años atrás, estaríamos pasando revista a un año que estuvo dominado, en lo que al Tour se refiere, por Cadel Evans y Andy Schleck. Entonces ambos eran el faro, hoy reportamos su retirada. En el caso del luxemburgués la retirada está consumada. La hizo efectiva no hace poco dando por finalizada una de las trayectorias deportivas que quedarán para los tiempos como incompletas. En Andy concluyeron muchas circunstancias, pero dos pudieron torcerle del camino: una obvia omisión de los sacrificios que algunos de sus rivales nunca esquivaron, sumada a los problemas físicos que nunca pudo superar desde aquella caída en la Dauphiné.

Kern Pharma

Andy nos ofreció en el Tour de 2011 la que podemos considerar la última etapa genuinamente legendaria con una cabalgada desde el Izoard al Galibier, que engrandeció esos colosos últimamente tan vilipendiados por la conservadora actitud que embriaga ciertos pelotones. Aquella jornada en el otro lado del cuadrilátero estuvo Cadel Evans, un corredor que colgará la bicicleta en escasas semanas, justo cuando finalice el Tour Down Under que abre la campaña del World Tour. Evans ha sido campeón del mundo, ganador del Tour, podio en las tres grandes, un excelente competidor y sobretodo honrado campeón. No lució como otros, porque quizá nunca quiso jugar con fuego. Eso obviamente se paga, y caro, pues su condición de oportunista le ha valido grandes críticas, sin embargo ha volado alto, muy alto y ha sido un ejemplo de trabajo y constancia.

1

Asegúrate que tu móvil se pueda cargar everywhere, por muy lejos que salgas con tu bicicleta

En otro orden se ubicó Thor Hushovd, también un excepcional ciclista con una trayectoria que ofrece dudas, y no pocas, pues su forma de hacer, muchas veces agazapado, le ha podido dejar sin más éxitos de los logrados. No obstante es un grande de su tiempo, como querría haberlo sigo el ciclista por tomos David Millar, al fin retirado y sin terceras partes por escribir. Con una sanción y una historia ciertamente recomendable para leer, el cazador cazado ha sido una figura clave para entender la doble moral e injusto rasero que ha marcado este deporte en sus últimos años. Como su director, Jonathan Vaughters, desprende un tufo de arrepentimiento interesado, si bien celebraríamos que su ejemplo sirviera a alguien como sí ha servido el de Jens Voigt, un ciclista con un palmarés curioso pero con honras de leyenda en su retirada.

En España, dos ciclistas de gran recorrido dicen adiós. Por un lado José Iván Gutiérrez, un contrarrelojista de los que no tiene este bendito país que un día amamantara “Olanos”, “Indurains” y “Mauris”. De ellos bebió el cántabro que pisó un podio mundialista, plata en la crono de Madrid 2005, y ha sido fijo en los esquemas de Unzué con Tours en los que más que andar voló, recuerdo aquel de 2007 y su trabajo para Alejandro Valverde. También lo deja Juanma Garate, un corredor que a su retiro se lleva secretos que pagaríamos por saber. Con él cuelgan la máquina un buen ciclista como Juanjo Oroz y un velocista muy querido por estos lares, por lo raro de ser velocista y español, hablamos de Koldo. Están en el alero Samuel Sánchez y el inclasificable Juanjo Cobo. Están pero no están, las semanas darán su futuro.

Y con esta breve descripción de algunas de las figuras que abandonan el pesebre, os dejamos, la próxima vez que entre un post en este blog será 2015, un año que espero os resulte estupendo.

Imagen tomada de avaxnews.net

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo
1 Comentario

1 Comentario

  1. Carolina

    30 de diciembre, 2014 En 15:48

    De los ciclistas de fuera que lo dejan echaré de menos a Cadel Evans, su especial forma de correr ( parecía que sufría siempre). De los de casa, a Iván Gutiérrez .Es posible que no le hayan tratado como se merecía?.
    Buena entrada de año!

Dejar Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Mundo Bicicleta

Del alma de Flandes a la grandeza de Roubaix, por Eduardo Chozas

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

Vamos de Flandes a Roubaix a través de la experiencia en primera persona

El otro día preguntamos en el podcast una pregunta que sonó a ¿papá o mamá? sobre Flandes y Roubaix…

Sobre estas dos clásicas, Eduardo Chozas nos dejó unas líneas de sus vivencias hace más de 30 años, cuando estas carreras eran algo así como ese castigo que te infligían…

Hay cinco clásicas consideradas como monumentos del ciclismo: la Milán-San Remo, el Tour de Flandes, la París-Roubaix, la Lieja-Bastogne-Lieja y el Giro de Lombardía. De estas cinco, son especiales por la dificultad añadida que entrañan sus tramos extremadamente estrechos y adoquinados: Flandes y Roubaix. Estás dos clásicas no son aptas para cualquier ciclista, sólo hay unos pocos que pueden destacar en este tipo de pruebas.

En la París-Roubaix, Roger De Vlaeminck (1972, 1974, 1975, 1977) y Tom Boonen (2005, 2008, 2009, 2012), con cuatro victorias cada uno, son los ciclistas que más veces han conquistado el “Infierno del Norte”. Y Fabian Cancellara con tres victorias (2006, 2010, 2013) se ha acercado.

Los “Leones de Flandes” más recientes son Johan Museeuw con triunfos en 1993, 1995 y 1998; Tom Boonen 2005, 2006 y 2012 y Fabian Cancellara 2010, 2013 y 2014.

Es un espectáculo ver a Fabian “Sapartacus” Cancellara. En 2013 ganó las dos clásicas del pavé por excelencia, Flandes y Roubaix. En Flandes lo hizo por su centenario y la Roubaix en su 117º edición. Hablamos de la clásica por excelencia, del infierno del norte, la creó en 1896 Paul Rousseau con el apoyo del diario Le Veló. Sin saberlo configuraron esta carrera de tal forma que la convirtieron en un grandioso monumento, una carrera cuya característica principal es que no suele haber ningún ciclista que no tenga ninguna avería o caída a lo largo de todo el recorrido.

La historia sigue y 17 años después, en 1913, Karel Van Wijnendaeleque, un ciclista mediocre, que después fue periodista, creó otra carrera especial: el Tour de Flandes. Otra auténtica obra de arte que apasiona  cien años después de su creación a todos los aficionados del mundo, una prueba que se ha convertido en una religión para el ciclismo de los Países Bajos, llenando de banderas de Flandes los muros adoquinados. Hablamos de un espectáculo para los sentidos y un verdadero reto para los ciclistas. Algunos de sus muros adoquinados como el Koppenberg, con rampas del 20% no quieren saber nada con la tecnología, incluso los cambios electrónicos, súper sensibles al tacto, no son buenos compañeros de viaje en estas carreras.

Van Wijnendaeleque quiso hacer una gran carrera como la París-Bruselas y la París-Roubaix ya famosas en la época. ¡Vaya si lo consiguió! el año de su muerte, en 1961 dijo: “En 1913 el Tour de Flandes era una carrera pequeña y miserable y se ha convertido en un titán” y 100 años después “De Ronde van Vlaanderen” su nombre en Flamenco, es un auténtico monumento del ciclismo.

En 1919, después de la 1ª Guerra Mundial se creó un nuevo recorrido más o menos similar al que conocemos hoy en día, incorporando los muros, como el famoso Oude Kwaremont. La carrera comenzó a crecer, en 1923, el suizo Sutter Heiri fue el primer extranjero en ganarla.

Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

En las dos últimas ediciones se ha quitado el Kapelmuur, ubicado en Geraardsbergen, localidad que queda lejos del eje central de la zona de los muros más famosos cercanos a Oudernarde, donde está ubicado nuevo final de la prueba y el Museo del Tour de Flandes. El Kapelmuur ha sido el escenario del desenlace final de muchas ediciones y existe un sentimiento de frustración para muchos aficionados con su ausencia, aunque el nuevo diseño con varios pasos por el Oude Kwaremont y el Paterberg hace que los aficionados se concentren en esa zona y vean los 3 pasos al principio, mitad y final de carrera, la prueba no pierde en dificultad y gana en otros aspectos organizativos y de eficiencia.

Este ciclismo en Bélgica y Holanda es más que un deporte, es parte de su cultura. Es impensable que en España se pague por ver en situ este tipo de carreras, de momento habría que diseñar alguna prueba de un día similar, las que hay se quedan muy lejos de ellas, el aficionado belga y holandés paga incluso por ver los critérium de después del Tour, van a ver los Seis Días en pista y las pruebas de ciclocross en invierno pagando: su cultura ciclista es impresionante. Tanto es así que la leyenda se sigue forjando cada año, en 2012 pudimos ver a un niño belga clamando al cielo con el triunfo de Boonen en 2012. Y para el recuerdo fue la exhibición de Cancellara dejando clavado a Peter Sagan en el Paterberg en 2013.

Corrí  Flandes los dos mismos años que Roubaix. Creo incluso que en 1990 fui el primer corredor español en acabarla, no estoy seguro de este dato que me comentó un amigo mío. La anécdota es que me ayudó el uzbeko Adujaparov, quien me vio más perdido que un burro en un garaje y entre muro y muro, por esos tramos estrechos de hormigón en los que íbamos al límite, se abría y me dejaba ponerme a su rueda, no nos entendíamos mucho con palabras pero si con los gestos y con los hechos, desde entonces no llevamos muy bien. Conseguí acabar entorno al puesto 50 en un tercer grupo los años 90 y 91 con la ONCE. Acabar en nuestras circunstancias, esos años, ya era un logro.

Por Eduardo Chozas

Imagen: A.S.O./Pauline Ballet

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Destacado

De Landa a Izagirre, los juveniles de oro en el podio de la Itzulia

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

Ver a Landa e Izagirre en el podio de la Itzulia tanto tiempo después

La Itzulia que acabó en las manos del vigente ganador del Tour de Francia fue un espectáculo de menos a más que tuvo a dos vascos en el podio, Mikel Landa y Ion Izagirre, una estadística singular, tremenda, ¿cuántos ciclistas del lugar quedan en el podio de su carrera World Tour?

Tras verles en el cajón de la Itzulia he querido recuperar este escrito que Unai Yus nos obsequió hace casi seis años, cuando Mikel Landa se quedó a las puertas del podio del Tour tras ayudar a Chris Froome….

Cuando Mikel Landa se queda a un solo segundo del podio en París, después de hacer el Giro de Italia, resulta que todo el mundo lo conoce, todo el mundo sabe y de él y, por supuesto, señores, esto es España, todo el mundo opina y sienta cátedra sobre él.

Kern Pharma

Al igual que Landa, muchos, muchísimos niños jugaban a ser ciclistas e incluso algunos soñaban con serlo. Personalmente conozco a bastantes corredores vascos que, allá por 2006 y 2007, eran juniors, unos juniors con una ilusión tremenda, con los que tuve la suerte de trabajar.

Algunos de ellos, muchos teniendo en cuenta los tiempos que corren, son ahora profesionales. Me dejaré alguno, seguro, pero recuerdo al citado Landa a Ion Izagirre, Peio Bilbao, Garikoitz Bravo, Igor Merino y Jon Aberasturi en ruta más Jonathan Lastra y Omar Fraile, como corredores de BTT.

Ya entonces tenían algo, se les veía calidad, pero, para sorpresa de muchos, no eran dominadores de la categoría ni mucho menos. Como ejemplo, Landa e Izagirre fueron los dos últimos corredores de la selección de Euskadi en el campeonato junior que se celebró en Onda y que ganó el navarro Enrique Sanz. Esto es sólo un detalle, pero da pistas sobre cómo son estos corredores actualmente, buenos compañeros, sacrificados y conocedores del oficio.

Recuerdo a Mikel Landa como lo veo ahora, un tío con una clase descomunal, no como el corredor más autodisciplinado, no era un chico al que le encantara entrenar, pero tenía un don. Un don, una chispa que a día de hoy ha pulido con trabajo.

Mikel Landa es lo que era, un tío al que no le importaba sacrificarse por sus compañeros pero, ojo, tirado para adelante como pocos y que le gustaba ser líder cuando se sentía bien. Un tío con carácter, un líder en el grupo con sus chistes, sus gracias, un crío que no se callaba ni debajo del agua, que a veces se pasaba de la raya, que resultaba irrespetuoso, pero que generalmente lo hacía con un sentido, con un fin. Un tío, que podrá equivocarse o no, pero que no da puntada sin hilo.

Izagirre era otro talento natural, el del pedaleo fácil, al que le daba lo mismo una carrera de carretera que una de ciclocross, un chaval al que le veías pedalear y decías: “¡Qué clase tiene!”.

Al igual que Landa y que todos los corredores vascos, un junior de maduración lenta que todavía jugaba a ser ciclista era Peio Bilbao, un año más joven, el diamante, el niño flaco, desmadejado, con perfil de escalador y callado pero que lo mismo se te metía en una escapada por el llano y te la liaba.

Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

Jon Aberasturi, un velocista que nació en el lugar equivocado, triunfando en Asia, ahora. Este ya era de los míos, como fui yo, un currante, un chaval con algo menos de talento natural pero con una capacidad de trabajo y sacrificio fuera de toda duda.

En este grupo metería a Jonathan Lastra, también a Omar Fraile, el niño que se hizo atleta remando en la ría de Bilbao, a Igor Merino…. Otros muchos, tan talentosos y trabajadores como estos, y hablo sólo de los nacidos en Euskadi, se quedaron por el camino, entre ellos Aitor Ocampos, medalla en aquel campeonato de España de Onda.

Por tanto, está claro que a la cumbre del ciclismo profesional se llega por varios caminos, pero, los dioses del Olimpo, los cracks, sólo son aquellos que tiene un brillo especial, un duende, un don….para hacer magia en bicicleta.

Por Unai Yus

Imagen tomada del FB del Team Sky y Team Baharain

INFO

Las gran fondo by Rose Bikes…

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Mundo Bicicleta

Col de Turini, del motor al Tour

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

El Col de Turini estará en el cierre del Tour en la Costa Azul

En el cierre del Tour 2024, la jornada penúltima, con entrada y salida por el mapa de los Alpes Marítimos, hará alto en varios puertos y entre otros el Col de Turini

Los puertos de la Provenza y la Costa Azul, situados estratégicamente en la entrada de los Alpes marítimos, o en la salida, según cómo se miren o dependiendo de la carrera y de cómo los afronten, siempre han sido respetados y admirados, y siempre han sido sinónimo de batalla en sus cuestas, aportando su sal y su pimienta a competiciones como el propio Tour.

Podemos hablar del arco de Sospel y su trilogía de Niza: puertos como Braus (1002 m), Castillon (706 m) y La Turbie (480 m), continuando por otros como el Espigoulier (728 m), el Esterel (314 m) y sobre todo el gran Turini (a 1607 m), que han sido escenarios donde los adversarios continuamente se han tanteado y en muchos de ellos han habido luchas decisivas, llegando incluso algunos corredores a hacerse con el maillot de líder en estas cuestas en las que sus cunetas suelen estar abarrotadas de gente.

Kern Pharma

Citar los puertos provenzales es evocar lugares donde las rampas se retuercen y giran sobre sí mismas, donde las curvas las marcan los arbustos, donde los ángulos agudos se muestran sin contemplaciones, mientras los corredores caracolean, girando sus cabezas buscando la carretera y siempre intentando seguir los muros de contención para evitar el precipicio.

Por eso estos cols siempre provocan muecas entre los participantes, algo, por otro lado, bastante normal en Niza, la capital del Carnaval galo.

Y llegamos al Col de Turini…

Como Turini, que vuelve a la competición, sobre dos ruedas sin motor, nada menos que después de 46 años de haberlo hecho por última vez, en 1973 y en el Tour, con victoria para de uno de los nuestros que supo «encarrilar» muy bien su pedaleo dirección a su cima.

Estamos hablando, en efecto, del recordado Vicente López Carril, un histórico del ciclismo español.

Así, podemos decir que el corredor gallego fue el último ciclista en coronar el puerto en primera posición, en una edición en la que quedó 5º de la general, después de haber hecho podio el año anterior.

De esta manera, Turini, más reconocido y popular en el mundo del rally porque en él se disputa uno de los más famosos del mundo como es el mítico Rallye de Montecarlo, cambia el motor por los pedales y en el que los ciclistas, ese próximo 16 de marzo, habrán de acometer más de 30 lacets, horquilla sobre horquilla, curvas cerradas, giros de 180º, en una exigente ascensión de 15 km con una pendiente media del 7,3% y donde probablemente se decida el ganador de esta edición de la París-Niza.

Una espectacular subida y en la que, por esas fechas, suele ser habitual que haya presencia de nieve.

Ya veremos.

Los aficionados, ese día, descubriremos un puerto para el ciclismo de ensueño, una de las carreteras serpenteantes más escénicas que existen, para disfrutar mientras contemplemos un paisaje de fantasía, ascendiendo por la ladera de la montaña y con hermosas vistas al mar Mediterráneo.

Un puerto de cine.

Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

El Turini fue, cómo no, todo un descubrimiento de Jacques Goddet, «una sensacional novedad» como él mismo exclamó cuando lo dio a conocer como primicia en el Tour de 1948 «con su interminable pendiente».

A pesar de haber entrado muy poco en las competiciones de ciclismo (Tour del 48 con victoria para Louison Bobet, del 50 para Jean Robic y la recordada del 73 de López Carril), en sus curvas se han escrito épicas páginas de la historia de la ronda gala, como en aquella etapa de la edición del 48, cuando Louison Bobet, que había abandonado el año anterior, estuvo a punto de hacer lo propio el día antes en San Remo, ya que se encontraba enfermo, pero durante aquella jornada, provocado por un ataque de Roger Lambrecht, que era nada menos que su delfín, Louison resucitó.

Acompañado y ayudado por un gran Apo Lazarides que protegió eficazmente el maillot amarillo de su líder y amigo, y además alumno de Vietto, se escaparon a siete kilómetros de la cima para lanzarse después a tumba abierta a pesar de los cuatro kilómetros de descenso pedregoso.

Louison Bobet triunfó finalmente en Cannes recuperando siete minutos a Bartali.

El italiano, su adversario más peligroso, se encontraba en ese momento a 21 minutos.

Como curiosidad, el prestigioso L’Equipe, al dar la novedosa noticia de la inclusión de este bonito puerto en la París-Niza de 2019, publicó una foto errónea del Turini en sus páginas, confundiéndolo con el no menos bello y escénico Col de Braus, conocido como el «alambique», el «tirabuzón», «kriss malayo» o simplemente «cric», algo que para ser el célebre diario no deja de ser algo bastante imperdonable.

La legendaria generosidad de René Vietto

¡Ay! Si el pobre René Vietto levantara la cabeza…

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Ciclismo antiguo

Mende siempre será la cima Jalabert

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

Aquel día en Mende, Jalabert puso en jaque el quinto Tour de Indurain

Ese año 1995 estaba siendo el año de Jalabert, la brutalidad más grande jamás vista y Mende entraría en la geografía del éxito del francés.
Cuando hablamos con él durante el confinamiento, la verdad es que le daba bastante igual que le llamaran «cima Jalabert

Mende, dia D ¿qué te parece que llamen al lugar Montée Laurent Jalabert?

«Si te soy sincero me da bastante igual, quizá hubiera tenido sentido llamarle así al año siguiente pero…»

Mende es un lugar insertado en el Macizo Central francés que sea como fuere para los siglos quedará como la cima Laurent Jalabert.
La inequívoca figura del mejor ciclista galo de los últimos 20 años fue aquel día de julio del 95 el cuchillo que resquebrajó la resistencia de Miguel Indurain y los suyos en una de las jornadas que quedaron grabadas a fuego en nuestra conciencia.
La pizarra del entonces rosáceo equipo de la ONCE echó humo en aquella travesía por los montes de Lorèze ataviando el mejor ataque que jamás sufriría Miguel. Con la sapiencia de que cerca de meta era tarea imposible importunar al titular del maillot jaune, la cosa quedó en mover la carrera desde lejos, tanto que 200 kilómetros se hicieron cortos.
La fuga que hizo temblar los cimientos del Tour la integraron tres ONCE más otros tantos italianos.

 

Kern Pharma
Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

A Jalabert, aquel día hacia Mende, le secundaba el mejor Melchor Mauri jamás visto junto al australiano Neil Stephens.

Con ellos Massimo Podenzana, Dario Bottaro y Andre Peron. Los seis habrían de abrir un hueco más allá de los nueve minutos.

En Banesto no daban crédito.

Las piernas de los gregarios de Indurain al unísono no enjuagaban el desperfecto. Surgieron entonces varias tesis. A cola del pelotón se fraguaba la ayuda de otros equipos. El manejo de José Miguel Echávarri dio frutos apetecidos para mantener a raya la afrenta de Jalabert.

En la subida final Jaja se deshacía de todos sus rivales.
En la recta del aeródromo, un 14 de julio, al cielo, el de Mazamet sumaba una victoria antológica, algo no visto desde que Chiapucci se armara de valor hacia Sestriere.
A aquellos que nos empañaron la mirada aquel día.
Muchas gracias.
Imagen: Graham Watson

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

DESTACADO: PARIS ROUBAIX 2024

Ciclismo1 semana atrás

Entre Flandes y Roubaix, la gente prefiere la segunda

El factor sorpresa de Roubaix pesa sobre la dureza sobrevenida de Flandes Entre papá y mamá, entre Flandes y Roubaix,...

Ciclistas2 semanas atrás

Joshua Tarling se pasó de pantalla

La imagen de Joshua Tarling agarrado al coche de equipo le va a acompañar siempre De Joshua Tarling tenemos una...

Mathieu Van der Poel2 semanas atrás

Van der Poel o hacer que Roubaix parezca fácil

El control de Van der Poel en Roubaix es tan brutal como el de Flandes Lo mismo que hace una...

Ciclismo antiguo2 semanas atrás

Francesco Moser, “signore Roubaix”

En la leyenda de Moser, Roubaix es un lugar esencial La historia es caprichosa, como muchas veces hemos dicho, y...

Ciclismo antiguo2 semanas atrás

La París-Roubaix siempre fue así

En la París-Roubaix nadie toca el recorrido, ni el kilometraje El Domingo, la Pascale, la París-Roubaix, la llamada reina de...

Ciclismo de carretera2 semanas atrás

Un viaje al bar de Roubaix

El viaje a Roubaix es al mismo tiempo un viaje al pasado, a los orígenes del ciclismo Hace 10 años,...

Ciclismo antiguo2 semanas atrás

Viaje a los orígenes de la París-Roubaix

El textil tuvo mucho que ver en los orígenes de la cotizadísima París-Roubaix Nadie puede dudar de que la París-Roubaix...

Ciclismo2 semanas atrás

Johan Bruyneel, Raúl Alcalá y ¿Flandes o Roubaix?

Actualidad y viaje nostálgico con Johan Bruyneel y Raúl Alcalá Ya nos permitiréis decirlo, pero episodio de culto con Johan...

Lo + leído

Copyright © 2017 Página propiedad de JoanSeguidor. www.joanseguidor.com y www.elvelodromo.com son propiedad Joanseguidor. Agencia especializada en contenido deportivo, Ciclismo de carretera, BTT Mountain Bike, Gravel o ciclocross y el mundo relacionado con la bicicleta.