Ciclistas
Ese positivo de Juanjo Cobo, ocho años después
La Vuelta de 2011 ya no es de Juanjo Cobo por un positivo, va para Chris Froome
Salta la noticia, de la forma más insospechada, Juanjo Cobo, positivo de la Vuelta de 2011.
Casi ocho años después desposeído de la Vuelta y la victoria que va para Chris Froome, veinticuatro horas después de su catástrofe del Dauphiné.
Una noticia que muchos pensamos que se podía dar, pero que ahí quedó.
Recuerdo leer de entonces que Wiggins y Froome no querían subir al podio porque sospechaban lo peor de Juanjo Cobo.
La noticia salta y el Analytics de nuestro mal anillado cuaderno salta por los aires.
En breve nos darán más detalle.
Aún recuerdo cuando Juanjo Cobo y su entonces directo, Matxin, fueron a ver a Ana Rosa…
Permitirnos recuperar lo escribimos hace unos años, íbamos por el Tour de 2012…
Hoy Carlos de Andrés y Perico se liaron en algún pasaje de la retransmisión de la primera etapa alpina del Tour escudriñando el grupo importante en búsqueda de Juan José Cobo. Asegurada la presencia en el mismo de Alejandro Valverde, no había otro Movistar en el grupo. Alejandro, quien creo está ante una opción histórica de hacer el Tour que le corresponde, es decir optar a ganar etapas y prestigio, se ha rehecho con la calidad que siempre le hemos atribuido. Tras una primera semana accidentada, ahí está con los mejores, por que es su lugar.
Pocas certidumbres, muchas dudas |
Ciclistas
5 desenlaces de capo en los monumentos
Ganar en los monumentos es tan complicado, que hacerlo de forma contundente tiene valor doble
Me encanta la expresión italiana de «capolavoro» para retratar esas victorias que dejan huella en el aficionado. victorias que si se producen en alguno de los cinco monumentos valen por dos e incluso por tres, si se logran sin dudas ni titubeos, demostrando superioridad en un entorno de competitividad total.
En estos años creo que han habido jornadas en la que se veía de lejos el ganador.
Los tres Lombardías de Tadej Pogacar o las dos Liejas de Remco Evenepoel están en ese nivel, pero hemos querido ir un poco más allá y recordar esas jornadas en las que el ganador ya se daba por seguro de lejos…
La Lieja 2015 de Valverde
Es cierto que las cuatro victorias de Alejandro Valverde en la Lieja-Bastogne-Lieja han sido para enmarcar, en términos de estrategia y sprint en condiciones de fatiga máxima, pero la que gana en 2015 es una exhibición rotunda.
La forma en la que el murciano controló el desenlace, sabiéndose favorito y vigilado, fue suprema, un punto más en su grandeza.
Les controló desde adelante en el Muro de Ans, dejó hacer a Dani Moreno y a 500 metros de meta se fue a por él, cerró el hueco y se dispuso a lanzar el sprint que acabó ganando.
Parece sencillo, porque así lo hace, pero sin duda que la complejidad de esos momentos explica la enormidad de ganar en los monumentos.
La Lieja 2011 de Gilbert
Ese año había un coco en el pelotón y respondía al nombre y apellido de Philippe Gilbert.
El belga se incrustó entre los dos Schleck y les mantuvo a raya hasta el mismo sprint final.
Nunca hubo opción para los hermanos luxemburgueses, el Gilbert aquel venía de ganar Amstel y Flecha, era favorito y ejerció como tal.
Incontestable.
La San Remo 2019 de Alaphilippe
Está lejos este Alaphilippe de aquel de hace cinco años, pero es que ese ciclista fue superlativo, en especial aquellos días.
Su rueda estaba marcada, venía de ganar Strade y de batir a los velocistas en un sprint de Tirreno, pero ello no fue suficiente para que ejerciera con solvencia hasta la misma Via Roma.
Jugó, literalmente, con los rivales en una carrera que se precia de ser la más complicada de ganar entre los monumentos.
La Roubaix 2015 de Degenkolb
Qué ciclista aquel John Degenkolb en 2015, antes de aquel maldito accidente entrenando.
Ganador en San Remo, dobló Roubaix a las pocas semanas como Van der Poel el año pasado.
Ese día el alemán sacó remató el córner, quedando cortado en un primer término, pero remontando desde atrás, cogiendo el primer grupo y batiéndoles al sprint.
La San Remo 2014 de Kristoff
El noruego tuvo años muy buenos y en especial en ese ciclo, cuando todo le salía.
Su victoria en la Milán-San Remo fue una exhibición de equipo, con un Luca Paolini de excepción en la Via Roma para dejarle sembrado el camino.
Qué poco estético ha sido siempre Kristoff, con ese casco torcido, pero qué jodida fuerza de la naturaleza cuando estaba inspirado.
Este año, en Flandes y Roubaix, he vuelto a tener esa sensación de asistir a algo único y brutal, el control y aniquilación de competencia que ha ejercido Mathieu Van der Poel en ese sentido, ha rescatado esos momentos en los que ganar uno de los cinco monumentos parece la cosa más sencilla del mundo.
Ciclistas
Mola Pidcock, mola mucho Tom Pidcock
El pequeño pero curioso bagaje que está construyendo Tom Pidcock no es desdeñable
He leído de quienes han estado cerca de él que Tom Pidcock es gallo, tiene ego, cierto aire de suficiencia e incluso de distancia.
He leído eso y me lo creo, incluso diría, que lo celebro porque en esa expresión sobrada de ciclista top se prolonga una actitud en carrera que sólo puede gustarte, y al final estamos aquí para valorar a esta gente si son buenos o malos ciclistas, no si en la vida cotidiana resultan más o menos amables.
Tom Pidcock siempre ha sido una estrella, mucho antes de pisar el Ineos y destacar en el World Tour.
Con ese «cuerpo escombro», que diría Alix, ha logrado granjearse éxitos y notoriedad por donde ha pasado, por una forma de correr que no genera indiferencia, más bien todo lo contrario, cualquier amante del ciclismo tiene que estar encantado con lo que hace Tom Pidcock en la carretera.
Él siempre se mueve, arriesga y ataca, e importa más bien poco quién sea el rival.
Lo demuestra cada invierno en ciclocross cuando se mete en las cuitas de Van Aert y Van der Poel, entre los dos, como la cuña que calza una mesa.
Lo evidenció el año pasado saliendo a por Pogacar en Amstel y Remco en Lieja
En ambas ocasiones salió desplazado hacia atrás, pero no se escondió.
Exactamente igual que ayer en la Amstel Gold Race.
Con la duda de Van der Poel activaría el rodillo, él no espero y se metió en una fuga de «mortales», eso es Hirschi, Benoot, Vansevenant…
No escatimó el relevo, tampoco rehuyó algún «ataquito» por si acaso y en el sprint se sacó la espina de esa llegada de hace tres años, aquí mismo, con Wout Van Aert.
A Tom Pidcock le vemos muchas veces a remolque, cerrando huecos, algo descolgado, pero también le vemos y con la misma intensidad que cuando coge el mando y no se deja nada.
Como dijimos el año pasado tras la Lieja es «Juan sin miedo», ha construido un carisma sólido, y apuntalado por la hinchada anglosajona, basado en presencia en carrera y triunfos, pocos, pero muy buenos.
Imagen: FB Amstel Gold Race
Ciclistas
El día y la Amstel que merecía Tom Pidcock
Esta Amstel es un bálsamo para Pidcock e Ineos
Habiendo sido tercero y segundo, a Tom Pidcock no le valía otro resultado que la victoria en la Amstel Gold Race.
Simbólica, en este sentido, la imagen de Tom Pidcock abrazándose con Michal Kwiatkowski en la meta de la Amstel, ganador dos veces aquí, como su los saberes para ganar la clásica de la cerveza se transmitieran en el seno del equipo.
A inicios de año, nos preguntamos en este mal anillado cuaderno cuál sería el día grande de Tom Pidcock este año.
¿Cuál sería su Alpe d´Huez o Strade Bianche en 2024?
Pues bien lo ha sido la Amstel Gold Race, la carrera que le negó fortuna a Tom Pidcock mediante dos fuera de serie.
Hace tres años frente a Van Aert, en un photofinish muy discutible y el pasado ante Pogacar, intratable.
Esta vez Pidcock fue el más listo de la clase.
En una jornada en la que Mathieu Van der Poel no pareció en su prime, se apresuró a sacarlo de la ecuación rápido.
En estas carreras hay un momento en el que si Van der Poel no se ha ido solo, el tema se revuelve y el pronóstico se torna incierto.
Así, fue, en un corte de cortes, Pidcock se metió con gente que no racanea como Vansevenant, Hirschi y Benoot para hacer hueco y jugarlo todo al sprint final, sabedor que es muy fuerte en estas lides.
Su victoria es agua de mayo caída en abril sobre el palmarés de un Ineos que ha dado un claro paso atrás en su presencia en el pelotón, que yo no hegemonía.
Es el tercer triunfo, ojo del equipo inglés, pero qué triunfo, toda una Amstel Gold Race que el equipo británico ya tenía en sus vitrinas, una carrera que un soplo a un equipo sin duda en apuros.
El imperio sigue de pie…
Imagen: @Eltiodelmazo
Ciclistas
3 clasicómanos que se aproximarían a Mathieu Van der Poel
Lo que está logrado Mathieu Van der Poel empieza a ser muy serio
En vísperas de una carrera fetiche para Mathieu Van der Poel como la Amstel Gold Race, le he dado vueltas como el otro día con Pogacar en esfera de las vueltas, a otros corredores que yo haya visto y me recuerden lo que está haciendo el neerlandés: hacer de clásicas tan exigentes e impredecibles tantas veces como Flandes y Roubaix su casi seguro coto del éxito.
Llevo viendo ciclismo hace más de treinta años, he visto clasicómanos que me han impresionado de forma puntual -Alaphilippe en la San Remo que gana-, otros alguna vez más, pero lo de Mathieu Van der Poel excede a la amplia mayoría y sólo se podría medir con tres nombres, cuya sola pronunciación habla del tamaño de la obra que está construyendo el campeón del mundo.
Tom Boonen, el «pedrusquero» perfecto
Es posiblemente el más bueno de todos, al que Mathieu Van der Poel mejor se podría equiparar.
Tom Boonen hizo de las piedras una obra de arte alargada en muchos tiempos estado con el mejor de siempre en Roubaix, Roger De Vlaeminck, y entre los más grandes en De Ronde, entre los que ya se ubica el mismo Van der Poel.
Por su forma de abordar los adoquines, de volar sobre ellos, de mover el cuerpo, de hacer de su estructura sobre la bicicleta un todo perfecto y demoledor, el belga me pareció un maestro en estas lides, un tipo del que seguro el actual coco se ha inspirado alguna vez.
Boonen tenía velocidad pero era muy fuerte, como para ganar en Roubaix con la solvencia que lo hizo el domingo Van der Poel y en Flandes condicionaba a los rivales y resultó decisivo para que un tal Devolder se llevara dos ediciones seguidas.
Fabian Cancellara, en todos los terrenos
Si Boonen era elegancia, conocimiento táctico y efectividad, Cancellara tenía un punto de fuerza que le hacía temible, lo suyo era intimidad a los rivales.
El suizo amasó un palmarés similar a Tom, mostrando una evolución mucho más significada, pues no tenía el sprint del belga.
Eso le llevaba a victorias por derribo de los rivales, hasta que, no podía dejarlos a todos detrás, pero batía al sprint, como con el pobre Sepp Vanmarcke en sendas «majors» del adoquín.
Johan Museeuw, el inspirador
Sin duda el primer gran especialista de estas carreras que he visto.
Se apoyaba mucho en el equipo -ahí está esa famosa Roubaix de 1996-, pero también en su fuerza bruta y en el conocimiento del lugar.
Nunca dio la sensación de poder total que exhibe en la actualidad Mathieu Van der Poel, como si todo lo que puede influir en la carrera lo hará, pero a su favor, sin embargo, era grande torciendo situaciones complicadas de carrera.
Museeuw bebió de los grandes de los ochenta y creció viendo a los mejores de épocas anteriores y lo transmitió en carrera, dotando de un innegable romanticismo sus éxitos.
Pero si hemos de valorar lo que estamos viendo ahora es otro nivel, son máquinas que no dejan nada al azar, ciclistas a los que nada parece afectarles, ni siquiera en las heridas de las manos…
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C.S.DelAlamo
12 de julio, 2012 En 2:38
El momento que relatas de esa conversación sobre Juanjo Cobo ha sido curioso oir a Perico y De Andrés.Un poco decepcionante lo de su paso por este Tour y del resto de su temporada, pero es posible que fuera previsible mirando atras en el tiempo… me parece a mi.
Alvaro Martinez
12 de julio, 2012 En 3:42
Hoy me ha gustado tu artículo.Un saludo.
Alfonso Hevia
12 de julio, 2012 En 3:44
Si a Juanjo Cobo le gustase el ciclismo y tuviese la cabeza en su sitio(recuerdo el dato que siendo Cántabro, no conocía Peña Cabarga y ni se molestó en reconocerla de cara a la vuelta, que por cierto, ojalá hubiese ganado Froome,porque ante todo amo el ciclismo, y Chris es 150.000 veces más corredor que Cobo), con las condiciones físicas que tiene sería un corredor brutal, pero se ha empeñado en ser nadie en este deporte, el problema está en él mismo.PD:Me encanta tu blog. Un saludo!!!!
Mario Caster
12 de julio, 2012 En 14:52
En mi opinión, Cobo está siendo el corredor que ha sido siempre ¿o es que ahora tiene que hacer Top 5 en todas las carreras por haber ganado la Vuelta? Para ganar una gran vuelta hacen falta muchos factores, no sólo ser buen ciclista, sino que se lo digan a Hesjedal o a Evans y a su manera de ganar el Tour 2011 (fue el que mas suerte tuvo, de largo, por trazado, circunstancias, retiradas del resto…).Cobo ni siquiera brilló en la Vuelta 2011, simplemente se mantuvo ahí hasta que de pronto todo el mundo le apuntó a él, intento mantener el tipo lo mejor que pudo y lo consiguió.Y no es lo mismo subir un Lagos de Covadonga que un Tourmalet y si la gente se dedicara mas a entrenar y menos a escribir no se leerían artículos con tintes tan futbolísticos.¿Ahora se le pide que sea un Valverde o un Contador y le comparamos? En fin… Hay tantos factores a tener en cuenta para resumirlo todo en un "como ganó la Vuelta ahora tiene que hacerlo bien aquí también"Lo veo un artículo muy orientado al sensacionalismo.Y lo escribo como crítica constructiva y desde el respeto.
Iván Vega
12 de julio, 2012 En 15:06
muchas gracias por el comentario Marioprimero Cobo, años A, era un ciclista que tenía varias actuaciones reseñables a lo largo del año, recuerda su triunfo en País Vasco segundo, su rendimiento en la Vuelta fue disonante respecto al resto de temporada y ello a mí me despierta dudas, qué quieres que te diga. Pero no sólo a mí, a muchostercero, yo entreno mucho y sé del sufrimiento del deportista. Si te pasas por cualquier artículo de este blog verás que siempre he criticado actitudes como la del desprecio del rival -algo muy futbolero, por ejemplo- cuarto, no le pido ser un Valverde o Contador. No sé si su valía real es mayor o menor que estos,. Lo que pido es que explote sus condiciones innegables, que nos obsequie con algo más que jornadas puntuales (una o dos al año). Es decir, el tono de la crítica es muy similar al que adoptamos con otros corredores que creemos capaces de cosas muy superiores: Andy, Luisle, … quinto, creo que Evans ganó el año pasado con pleno merecimiento demostrando que el corredor que lo da todo, rectifica sobre la marcha y es honrado consigo mismo y los demás puede encontrar el triunfo.Repito Mario, gracias por tu comentario y fomentar el debate
Mario Caster
12 de julio, 2012 En 15:28
Hola Iván, gracias por tu respuesta. Te contesto punto por punto para mantener un poco de orden de lectura:1º Hay bastantes ciclistas que tienen actuaciones reseñables durante el año. Dani Moreno en este año por ejemplo, Leipheimer en San Luis… y ninguno va a ganar una gran vuelta este año.2º Aquí voy yo, que lo que debería sorprender es su actuación en la Vuelta 2011 no el Tour 2012. A mi no me sorprende lo que está haciendo este año.3º Se que entrenas, mas por ello me sorprende que no caigas en el hecho de que la orografía de cada gran vuelta favorece a unos corredores y a otros no. Y la orografía de la Vuelta difiere mucho de la del Tour y la del Giro (sino que se lo digan a Moncoutie). Grandes actuaciones en la Vuelta no implican, necesariamente, grandes actuaciones en el Tour o Giro. Pero al final, lo que se percibe del artículo, es desprecio o crítica a Cobo por no brillar. Se le está exigiendo brillar y esta gente son seres humanos, no futbolistas que brillan en unos segundos haciendo un "cañito". Para brillar en un Tour, por delante de 200 tios, muchas cosas se te tienen que poner de frente.4º Se obsequia cuando se tienen patas y, sino, cuando salgas a entrenar "obsequia" a tu grupetto con épicas ascensiones a plato en todos los puertos y, si ves que no puedes, ya te escribiré un artículo yo: "Iván Vega se abre de patas en el alto de Villa-arriba en una decepcionante jornada" ;-)5º Esto es una discusión de horas 🙂 Pero a mi me aburrió su actitud hasta la saciedad, 18 dias a rueda y 2-3 que medio se le vio moverse con ese pedaleo de pie tan feo que tiene. Me quedo con la etapa (a nivel estratégico y táctico) del Izoard de Andy Schleck y, para mi de nuevo, se lo merecía sólo por lo que hizo y donde terminó teniendo en cuenta su juventud y falta de experiencia respecto a Evans.Muchas gracias por tu respuesta y, como bien dices, fomentar el debate
Iván Vega
12 de julio, 2012 En 16:17
por orden nuevamente Mario: 1. yo no espero que gane el Tour, pero sí que se deje ver algo más incluso durante la temporada en citas puntuales2. totalmente de acuerdo su actuación fue sorpresiva, pero no por ello evidenció un tremendo nivel 3. tenemos muchos ejemplos de ganadores de Giro y Vuelta que se estrellan en Tour, pero ello no excluye posibilidad de hacerlo bien en una etapa. Mira ayer Scarponi4. vuelvo sobre el punto tres5. nos llevaría mucho tiempo. A mí como corrió Evans me pareció correcto hizo lo que supo y pudo.
iago
14 de julio, 2012 En 2:38
¿A quién le puede sorprender lo de Cobo este año? Sólo rinde el los equipos de Matxín, como el Saunier o el Geox, y ya sabemos lo que eso implica… El año pasado en la Vuelta el Geox llevaba gasolina súper (a lo Sky este Tour), basta mirar la presente temporada de De la Fuente cuando en la Vuelta se salió en las etapas clave. Cobo ha corrido unos cinco días antes del Tour!! Lo del año pasado cantó mucho (aunque nadie dijese nada en los grandes medios), y lo de este año es lo esperable de un corredor tan mediocre.
Jordi Alba
13 de julio, 2012 En 3:41
Mi opinión es que cobo es una de las mayores estabas del ciclismo de los últimos años. como lo fue Landys o Aitor González. Ya podéis darle todas las vueltas que queráis que la única explicación creíble es que Cobo en la Vuelta iba hasta las cejas. Además, los únicos (poquísimos) momentos brillantes de la trayectoria de Cobo coinciden con tener a Matxin de director. Ya sabemos qué se cocía en el Saunier Duval (Riccó, etc.). cobo es un ciclista del montón y la vuelta del año pasado estoy convencido que la ganó dopado. Otra explicación no hay.
Jordi Alba
13 de julio, 2012 En 3:44
Y comparar a un profesional como la copa de un pino como Evans (aunque no me entusiasme su estilo) con Cobo me parece un insulto para el australiano.