Ciclismo antiguo
Randonneur: el ciclismo donde no se pone el sol
Viaje al corazón del ciclismo de randonneur o de larguísima distancia
Hace unos días nos interesamos por un ciclismo poco conocido, que se corre en soledad, de noche muchas veces y entre pequeños ratos de sueño. Hablamos de esas pruebas que responden al nombre de Randonneur y se distinguen por la larguísima y extenuante distancia. Un concepto que lleva el ciclismo hasta sus últimas consecuencias, un concepto que nos explica Francesc Porta, Presidente de Randonneur Catalunya (Club de Referencia) y representante del Audax Club Parisien en España, excepto el País Vasco.
¿Dónde situarías el origen del concepto Randonneur y en qué momento y evento?
“Hemos de retroceder al mes de mayo del año 1921, se celebra la Polymultipliée de Chanteloup en su 9ª edición, hasta entonces esta prueba había estado patrocinada por el periódico deportivo l’Auto que dirigía Henry Desgrange, pero en 1921 fue el periódico L’Echo des Sports (contrincante de L’Auto) quien patrocinaba esta prueba. Diversos clubes de Paris aportaban su ayuda en la realización, uno de ellos era el Audax Club Parisien, colaborando desde la primera edición.
Se dio la circunstancia de que el Audax Club Parisien tenía desde 1905 los derechos de organización de los Brevets Audax, una creación italiana introducida en Francia por parte del mismo Henry Desgrange. Estas dos circunstancias eran incompatibles y Henry Desgrange retiró la autorización al Audax Club Parisien para la Organización de los Brevets Audax.
En el seno del Audax Club Parisien hubo una escisión que condujo una parte a continuar con la organización de los Brevets Audax formando el Club Union Cyclistes de Paris, patrocinado por L’Auto, y que más tarde vinieron en llamarse Unión de los Audax Franceses, y otro grupo que se las ideó para crear los Brevets de Randonneur Franceses, que son la cara y la cruz si los comparamos con los Audax. En el mes de septiembre de 1921 se organizó el primer Brevet Randonneur de la historia con el recorrido Paris, Dreux, Chartres, Paris”
Nota 1- Los Brevets Audax también se llaman de velocidad fija establecida en 22,4 km/h, por lo tanto los participantes van en pelotón, no pueden desfallecer físicamente, no tienen que estudiarse el itinerario pues hay el jefe de grupo, mientras que los Brevets de Randonneur que también se llaman de velocidad libre, cada participante va a su aire, solo tiene que mantener una capacidad mental en todo el recorrido y si desfallece físicamente puede parar a descansar.
¿Que mueve a un ciclista a pasarse a la fórmula Randonneur?
“Yo diría que la participación en pruebas Randonneur es una culminación de toda una trayectoria en la vida de un cicloturista. Empiezas con excursiones locales, regionales a través de un club con salidas dominicales, después te atreves en las marchas cicloturistas, cuando te vas haciendo mayor empiezas a sentirte mal porque no llegas dentro la hora establecida y es entonces que descubres la formula Randonneur, la edad media de los participantes está situada en 55 años, esto quiere decir que un 10% tendrá entre 60 y 70 años y otro 10% tendrá entre 18 y 30 años, hay participantes que con 85 años realizan un Brevet de Randonneur”
¿Qué le aporta la fórmula Randonneur a un ciclista?
“La aportación del deporte al practicante no difiere demasiado entre distintas especialidades, pero la participación Randonneur permite alargar muchos años la práctica del deporte. Es en esta edad que se ve las marchas cicloturistas como una auténtica locura, y en el Movimiento Randonneur, como la posibilidad de permanecer activo en grandes pruebas”
¿Que complicidades surgen en la práctica de pruebas Randonneur?
“Las principales complicidades son con uno mismo. Se habla de hacer un 200 y se ve como una utopía, lo realizas y te das cuenta que el próximo reto son los 300, después 400 , te das cuenta que el cuerpo es el mismo, la forma física siempre es la misma, no se requiere una forma física súper extraordinaria, sí que percibes que al aumentar la distancia se requiere más mente clara y te decides para afrontar los 600, los 1000, los 1200 km como si nada y te conviertes en un experto psicólogo de tu propio cuerpo”
¿Qué desarrollo hay en España del mundo Randonneur respecto a otros Países?
“El Audax Club Parisien como creador de la Fórmula Randonneur, tiene la misma estructura en cada país donde se establece la práctica de las pruebas Randonneur, es decir se nombra un representante del Audax Club Parisien en este país, este representante actúa a través de un Club, que se llama Club de Referencia. El representante a través de este Club determina los Clubes Organizadores locales que son los que organizan las pruebas Randonneur en cada Región. Los representantes de todo el mundo están asociados a través de Les Randonneurs Mondiaux que en la actualidad agrupa a 51 países de los 5 continentes”
Nota 2- Se da la circunstancia de que en 1983 cuando se creó Les Randonneurs Mondiaux en España había dos personas que organizaban Brevets de Randonneur, y como excepción España continua teniendo dos representantes del Audax Club Parisien, pero esta anomalía es temporal tendiendo a la normalización en cuanto ocurran cambios.
Nota 3- La palabra francesa randonneur significa excursionista, después de los años y en el argot cicloturista, esta palabra significa todo lo referente a esta modalidad de cicloturismo, otra acepción seria que si decimos que uno tiene aptitud Randonneur, significa que recurre a todas las soluciones posibles sin desistir, para solventar los contratiempos que se van sucediendo a lo largo de uno de los periplos emprendidos, también se aplica entre nosotros en temas de la vida misma.
Ciclismo antiguo
Alpe d´Huez, Indurain, Bugno…
En Alpe d´Huez quedó claro que el Tour 91 era cosa de Miguel Indurain
Igual que el otro día os recordé el simbolismo de la subida al Tourmalet en el Tour 91, y ahora el algoritmo me pone la subida a Alpe d´Huez en el primer Tour de Miguel Indurain.
A diferencia del Tourmalet, aquí la retransmisión es 100% la de Televisión Española, con el recordado Pedro González acompañado por Andrés Pizarro, dos clásicos de los noventa.
Hasta su fallecimiento, Pedro González y su formidable habilidad para no dejar a nadie indiferente en la retransmisión fue un fijo aquellos años, salvo 1992, cuando una accidente le dio protagonismo al chico de la moto, un tal Carlos de Andrés, quien siempre podrá decir que narró la increíble etapa de Sestriere y la crono de Luxemburgo, en 1992.
Pero volvamos a Alpe d´Huez y al grupo de grandes nombres que rodeaban a Miguel Indurain aquella tarde de julio.
En un Tour que no se destacó por tener una gran cantidad de jornadas de montaña, la cima de los 21 virajes quedaba como el principal escollo para Miguel Indurain,
Gianni Bugno lo sabía y tomó el mando durante gran parte de la subida, tentando las opciones de un maillot amarillo en honor a la verdad estuvo imperial.
Aquella jornada fue muy buena en Banesto, hoy Movistar.
A la solidez de Miguel Indurain se le añadía el mejor Jeff Bernard que recuerdo, para mí uno de los ciclistas de culto más evidentes de la historia, y Pedro Delgado, de menos a más, acabando muy cerca de los mejores y en el mismo grupo que Claudio Chiapucci.
La retransmisión es una joya y recuerda lo mucho que se chinaban los narradores en este lado de los Pirineos con la desesperante realización francesa, siempre tan atenta a buscar a los suyos y eso que ese día un agónico Luc Leblanc se dejó la vida para no perder la rueda de los dos mejores.
Imagen: @davidguenel
Ciclismo antiguo
Marchas cicloturistas que peligran, Mathieu Hermans y un avance de Ciclosferia
Mathieu Hermans resultó uno de los grandes velocistas de los 80 e inicios de los 90
Muchos no lo recordarán pero la historia ciclista de Mathieu Hermans fue la de un neerlandés que llegó a España y se buscó la vida en un ciclismo lejano al suyo, sabiéndose buscar un hueco y resultando uno de los mejores velocistas de finales de la década de los 80 e inicios de los 90
Mathieu Hermans llegó a ganar seis etapas en la Vuelta a España y tiene también su premio en el Tour de Francia.
Hoy es uno de los grandes responsables de la firma de ropa ciclista Bioracer y un muy buen conversador de ciclismo de entonces y de ahora.
Con él arrancamos un podcast en el que nos hicimos eco de una de las encuestas que nos gusta lanzar a nuestros seguidores.
❓❓ ¿Cuántas marchas CICLOTURISTAS prevés hacer este año?
🚴♂️ Precio, competitividad, ambiente… ¿son mejores ahora o antes? ¿Por qué?— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 29, 2024
Y es que sorprende que tanta gente no tenga previsto hacer una marcha cicloturista este año.
Bueno, sorprende a medias, porque la deriva de algunas pruebas emblemáticas en manos de empresas que priman el resultado económico a la calidad está empezando a pasar factura.
También aprovechamos para que el editor de Ciclosfera, Rafa Vidiella, nos cuente qué preparan para la Ciclosferia de Valencia, en un par de semanas, y Andrea nos explica lo mucho que pesa la figura de Marco Pantani en la Emilia Romagna más ciclista.
En este capítulo:
0:18 Presentación.
0:58 Entrevista con Mathieu Hermans
29:48 A cuchillo: ¿Correrás una marcha cicloturista este año?
44:42 Rafael Vidiella nos presenta Ciclosferia
1:00:18 La Emilia Romagna, la tierra de Marco Pantani
Ciclismo antiguo
París-Niza 1989, el primer gran Indurain
Con esa victoria en la París-Niza, Miguel Indurain se postulaba en los escenarios grandes
En el baúl del recuerdo, mirándolo ahora, y gracias a la invitación de los amigos de Pedal Vintage, uno se percata del valor que tuvo aquella París-Niza de 1989 para Miguel Indurain.
El mocetón ya había dado algunas claves de su clase, un crecimiento contenido bajo las recomendaciones de reputados médicos que hablaban del portento que estaban cultivando en el inolvidable Reynolds.
El año anterior, 1988, había formado parte del equipo que acompañó a Perico en su Tour, con ese famoso capítulo del Peyresourde en el que empezó a descolgar a gente y casi se quedó solo.
A las pocas semanas ganaría la primera de sus tres Voltas.
Pero el año 1989 fue otra cosa, fue pisar suelo francés y seguir su idilio con el país vecino, donde ya había triunfado en un Tour de la CEE, lo que hoy sería el Avenir.
En esa París-Niza, Miguel Indurain anticiparía cosas que habrían de pasar durante los años venideros.
El inicio en París, lo ganó el prologuista por excelencia, Thierry Marie, pero con Indurain ceca, a cinco décimas de segundo, y por delante de los dos grandes favoritos, Laurent Fignon y Stephen Roche.
El navarro ya había puesto el pie en la carrera y de ahí nadie le apartaría, ni siquiera una mala crono por equipos de 58 kilómetros en medio de una carrera de una semana de duración.
Aquel era otro ciclismo.
Pese a la mala crono por equipos, y eso que Reynolds iba con Gorospe y Mauri, entre otros, Indurain utilizó un par de jornadas consecutivas para de remontarle el minuto veinte que el joven Laurent Bezault, el «nuevo Jeff Bernard» le llamaron, le había tomado al final de aquel test colectivo.
Fueron dos movimientos tan significativos como premonitorios.
En el Mont Faron, Indurain se pone en cabeza del grupo de los grandes desde el inicio, y hace de la preciosa subida a orillas del Mediterráneo el primer gran filtro de la carrera.
Uno a uno, un goteo sin fin tras la estela del ciclista del Reynolds que le sacó los colores hasta el mismo Stephen Roche, el gran favorito, toda vez que Laurent Fignon se había retirado (ganaría en San Remo a los pocos días.
Café para muy cafeteros pic.twitter.com/mDT1mUvCnf
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 23, 2024
Al día siguiente, una jornada de media montaña hace el resto. a poco de coronar el Col de Vignon, el vigente ganador del Tour, Pedro Delgado hace destrozo en el pelotón y lanza a su compañero cuesta abajo.
Miguel Indurain cogería al fugado, su futuro compañero en Banesto, Gerard Rué, y entre ambos disparan la diferencia hasta más allá del minuto.
Con el navarro de líder, sólo quedaba defender la renta en el Col d´Eze ante el «hiperespecialista» Stephen Roche quien se queda a 13 segundos de la gesta.
Sin saberlo, había perdido el irlandés ante el inminente monstruo del ciclismo, un poderío latente que en ese 1989 despertó del todo, incluso en el Tour, en un lugar llamado Cauterets.
Imagen: @crstobalcabezas
Ciclismo antiguo
Briançon, Lieja & Valkenburg, las 3 esquinas del ciclismo
Grandes vueltas, monumentos, ciclocross… esto ocurre en Lieja, Briançon y Valkenburg
Hay lugares en el bello globo bendecidos por la naturaleza, la belleza o el azar. En ciclismo hay tres en concreto que beben de su ubicación y extraordinaria tradición. Supongo que podréis añadir alguno más, pero a mi se me ocurren estos tres: Lieja, Briançon y Valkenburg.
La primera la conocéis de sobra, es noticia una vez al año, fijo, cuando no más.
Es la cuna de la decana, la Lieja-Bastogne-Lieja porque era el trayecto que encajaba para que los periodistas fueran y vinieran en tren el día de carrera, siguiendo al pelotón.
Por Lieja además pasa el Tour de forma recurrente, si no es directamente, en tránsito
Por Lieja discurrió incluso una edición de la Vuelta a España y en Lieja se han jugado varios campeonatos del mundo.
Incluso Lieja ha albergado el mundial, recuerdo uno en tiempos de Mariano Cañardo cuando los italianos monopolizaban la contienda.
Luego está Briançon, ahí en el valle, encajada entre Izoard y Galibier, en medio de un océano de cimas con nieves perpetuas, en una encrucijada, cerca de Italia, de Sestriere, la puerta al valle de Aosta.
Briançon y su ciudadela han visto el mismo año el Giro y a las pocas semanas el Tour de Francia
Si no es final de etapa, es ciudad de paso. En el olimpo de los lugares ciclistas, está tocada.
Ciudades bendecidas por el ciclismo: Lieja, Briançon y… Valkenburg.
Aunque si queréis que os seamos sinceros, lo de Valkenburg es rizar el rizo.
Encajada en el Limburgo, la ceja de las Árdenas donde los Países Bajos dejan de ser bajos.
En el corazón de la vieja europa la ciudad neerlandesa es al ciclismo lo que Old Trafford al fútbol, la catedral del circo de las dos ruedas, un idilio del lugar, de la gente y el paisaje con la bicicleta.
Valkenburg tiene por descontado el ciclismo anualmente siendo ciudad de paso, mil veces, y meta de la Amstel Gold Race, la fiesta nacional neerlandesa de la bicicleta y el ciclismo.
Valkenburg ha puesto en el mapa un enclave como el Cauberg, la violenta subida en la que Philippe Gilbert hace estragos, habiendo ganando varias veces la Amstel Gold Race y siendo, incluso, campeón del mundo.
La ciudad del Valkenburg, modesta en dimensiones y población ha sido sede de los Campeonatos del Mundo de ciclismo en carretera cinco veces. Nada más y nada menos.
Cinco mundiales de ciclismo han acontecido en Valkenburg
Viajamos a 1938 y conocemos a marcel Kint, alemán, que se convierte en campeón mundial.
Diez años después, y tres ediciones más allá, por el paréntesis de la Segunda Guerra Mundial, Valkenburg corona a Alberico Schotte, el belga que sacó petróleo de la increíble rivalidad de Bartali y Coppi, anulados en un marcaje imposible.
Año 1979. Jan Raas, el especialista en la Amstel, saca oro de Valnkenburg que bate al sprint a Thurau y Bernaudeau.
Ya en el 98, Oskar Camenzind, suizo de Mapei, se corona campeón el día que todos miraban a Michele Bartoli bajo el diluvio de septiembre limbugués.
El Tour tambièn ha aterrizado por Valkenburg, dos veces además. Ganaron Giles Delion, prometedor francés, en 1992, y Matthias Kessler, alemán de final infeliz, en 2006.
Pues bien, con este bagaje, con una infinidad de carreras, pruebas y eventos relacionados con las dos ruedas, el Campeonato del Mundo de ciclocross aterrizó hace cinco años en Valkenburg.
Imagen: G.Demouveaux
-
Ciclismo1 semana atrás
Girona puede morir de éxito ciclista
-
Ciclismo1 semana atrás
El Giro de Italia y la deriva que ha tomado
-
Ciclismo1 día atrás
El Giro es la mejor cantera de triunfos para Movistar
-
Ciclismo5 días atrás
Vingegaard ya está corriendo el Tour
-
Ciclismo antiguo2 días atrás
Alpe d´Huez, Indurain, Bugno…
-
Ciclismo5 días atrás
Te puede gustar el ciclismo y no Pogacar
-
Ciclismo1 semana atrás
Pogacar, el objetivo es ganar el Giro, no coparlo
-
Ciclismo4 días atrás
El doblete Giro-Tour que Froome, Contador y Nairo no lograron
Ricard
6 de junio, 2020 En 22:18
Muy interesante, no conocía el randonneur. Parece mentira que después de tantos años practicando este fantástico deporte todavía descubra nuevas cosas. Saludos y felicidades por el blog!
Iban Vega
7 de junio, 2020 En 11:38
muchas gracias, un placer