Mathieu Van der Poel
¿Cuándo descansará Mathieu Van der Poel?
El encaje del Mundial de ruta para Mathieu Van der Poel empalmaría la campaña de BTT con ciclocross
Un breve sondeo por betereros, nada complicado, rápido, sobre Mathieu Van der Poel es suficiente para explicar las sensaciones sobre neerlandés en el circuito.
Mathieu Van der Poel: Talento, clase, fuerza, categoría… pero ¿puede seguir a este ritmo?
Centrarse lo que se dice centrarse no parece que ocupe ahora su cabeza.
La hoja de ruta la traza él, el ciclismo que practica es su ciclismo, no entiende de puertas ni límites.
Lo dijimos hace bien poco, lo suyo es rompedor, pero no innovador, porque siempre han habido campeones transversales que han dominado varias disciplinas.
Lo hubo toda la vida, pero lo que propone Mathieu Van der Poel no es sencillo en este ciclismo de especialistas, donde cada uno da el 110% en la modalidad en la que toma parte.
Leemos ahora que Mathieu Van der Poel deja el mundial de BTT, por el de fondo en Yorkshire…
#ÚLTIMAHORA@mathieuvdpoel renuncia al mundial de BTT para estar en @Yorkshire2019. "No puedo obviar que el recorrido me viene bien" | https://t.co/OP22pKdaSj pic.twitter.com/VxgcwSFrfh
— Ciclo 21 (@ciclo21) June 7, 2019
La noticia desde luego tiene su alcance, primero porque el mundial de las ruedas gordas se queda sin uno de sus grandes atractivos para que el BTT dé el salto en expectación que merece, y segundo, porque la balanza de los favoritos al mundial de fondo en Inglaterra se mueve hacia más lados.
Son muchos los que optan a suceder a Alenjandro Valverde en una jornada que se prevé de locura en todos los sentidos.
El ciclismo del que Mathieu Van der Poel hace gala no rinde cuentas a terceros, quiere estar donde cree que puede llevar a cabo la hercúlea labor de ser el hombre más vigilado y salir airoso.
Ganar el mundial de carretera no es descabellado, pues en distancias similares ha conseguido brillar, dígase Flandes y Amstel.
Conoce el detalle de La Cerdanya Cycle
Ahora bien, su calendario, sus frentes, meten miedo y siembran dudas si no se estará ordeñando la vaca más de lo que da sí.
El calendario de Mathieu Van der Poel genera vértigo y tres modalidades en un embudo.
Complete race schedule Mathieu van der Poel pic.twitter.com/M4ONxrpiSm
— Cyclocross24.com (@cyclocross24) June 7, 2019
Una semana estará disputando el oro en Yorkshire y a la siguiente querrá probar el circuito olímpico de Tokio.
Es tan inaudito todo lo que propone que merece un aplauso, cuando no las manos en la cabeza.
Más cuando a la vuelta de Tokio, seguramente se tenga que meter en campas de Flandes a disputar el core de la temporada de ciclocross, esa que dominó el último año, antes de irrumpir en la carretera y ganar su primera manga de la Copa del Mundo de BTT frente a un tal Nino Schurter.
Ver este bagaje causa cansancio sólo pensarlo, ver que además lo hace con la exigencia de ganar en todos los terrenos nos estresa.
Entiendo que Mathieu Van der Poel se tomará junio para estirar las patas y ver los prolegómenos del Tour por la tele.
Su ciclismo es admirable, levanta pasiones y prende sospechas, sin más argumento que la mera corazonada, pero su ciclismo no es infinito y que sepa tomar resuello es casi tan importante como salir a ganarlo todo en todos los lados.
Mathieu Van der Poel
3 vaciadas de tanque, por Mathieu Van der Poel
Hemos escogido 3 días en los que Van der Poel llegó a meta sin un gramo de fuerza
Vaciar el tanque, admito que la expresión no es mía, es de un colaborador del podcast, Kike Molares desde Ámsterdam, y es una expresión que ilustra muy a las claras lo que hacer Mathieu Van der Poel.
Nos lo comentó el otro día, entre Flandes y Roubaix, nos lo había dicho antes cuando habló de esos ciclistas que le transmiten y emocionan.
Sencillamente Mathieu Van der Poel lo logra, emocionar y una de sus virtudes es esa, llegar seco a meta tras dejarlo todo por el camino, un camino lleno de rabia, lucha y una clase monumental.
En la carrera del neerlandés, en los últimos cinco años nos ha ofrecido jornadas memorables, y eso que esta segunda Roubaix que cae en su cuenta no parece haber sido una de esas carreras en las que se haya empleado a fondo, no al menos hasta la línea de meta.
Antes nos había dado jornadas increíbles en este sentido, yo quiero recordar tres.
Este mismo Tour de Flandes
Lo admitió él, se le hizo durísimo el final, largo como un día sin pan tras irse solo en el Koppenberg.
A diferencia de Roubaix las diferencias estuvieron más apretadas, admitiendo que este día había sido uno de los más duros de su carrera, al punto que insinuó que podría perjudicarle en la París-Roubaix.
No fue el caso.
Tirreno de 2021
Sí, aquella etapa de Castelfidardo, cuando en medio de la lluvia se aventuró lejísimos de meta porque tenía frío, pero no contento se volvió a ir a más de sesenta de meta.
Una victoria agónica, con Tadej Pogacar viniendo por detrás a rebañarle la victoria.
Van der Poel salvó por diez segundos, cayendo a plomo nada más cruzar la meta con el esloveno lanzado a por él.
Cuántas cábalas hicimos en los últimos kilómetros, que si llegaba, que si no, esas etapas que quedan para siempre.
BinckBank Tour 2020
En el otoño de la pandemia, en una carrera ya desaparecida, pero escribiendo su nombre en un sitio de la sugestión de Geraardsbergen, logrando culminar una escapada de más de 50 kilómetros con la zozobra de ver que podía ser cazado por Naesen. Colbreli y su hoy compi Kragh Andersen.
Como otras veces, como en aquella Amstel, cuando cruzó la meta, desplomado al suelo.
Extra ball
Permiditme hablar de otra vaciada antológica de tanque y ésta no acabó bien, cuando se quedó seco en la vuelta final del Mundial de Yorkshire, yendo integrado en el grupo de Trentin, Pedersen y Küng.
Llegó por atrás, tomó la cabeza y no la soltó hasta que, ciego, se descolgó como si el mundo se acabara en ese momento, bajo el diluvio.
Vació el tanque y no ganó, pero aprendió que con esa actitud se ganaría el cariño de la gente pero no el favor del palmarés, con el tiempo ha aprendido a sacarle todo el rédito a esa capacidad inhumana de rendir sobre la bicicleta.
Imagen: A.S.O./Pauline Ballet
Mathieu Van der Poel
Van der Poel o hacer que Roubaix parezca fácil
El control de Van der Poel en Roubaix es tan brutal como el de Flandes
Lo mismo que hace una semana en Flandes, lo mismo que Harelbeke, lo mismo que en cada cosa en la que concurre, lo de Mathieu Van der Poel camino de Roubaix es un nivel que nunca había visto, otra liga, una cosa que, como sucede con Pogacar en las vueltas, me resulta inédita.
Hoy, en la Paris-Roubaix hemos asistido a algo histórico, una forma de domar la carrera màs complicada del calendario que toda la incertidumbre, todo aquello que esperamos de esta prueba queda en el pasado.
Es así, no hay vueltas, Mathieu Van der Poel está completando todo aquello que se esperaba de él, con la dificultad que ello entraña, cuando estás tan señalando, pero lo está haciendo, a lo grande, efectivo, en un equilibrio perfecto de espectáculo y estrategia, acompañado, una vez más, por una magnífica labor de equipo.
Estas son todas las claves, éstas son las credenciales de un tío que se pone a rueda de Tom Boonen y Fabian Cancellara, doblando en las reinas del adoquín, como hicieron ellos diez años atrás, ganando en el arcoíris en el velódromo como Peter Sagan y Bernard Hinault, y acumulado seis monumentos que le sitúan uno por encima de Tadej Pogacar.
Tomad nota de los nombres que he citado para dimensionar la obra del nieto de Poupou y el hijo de Adrie.
El otro día Johan Bruyneel nos lo comentaba, coincidió con el padre de la criatura en un ciclocross de diciembre y le dijo «Johan, Mathieu está que da miedo«.
Así las cosas, el camino hacia Roubaix quedó visto para sentencia a sesenta de meta, con un ataque en un tramo de los secundarios, pero clave al final, pasado Arenberg, donde ya hizo gala de su poder, y antes de Mons-en-Pévèle.
A sesenta de meta la carrera se decantó y sólo quedó el concurso por la segunda plaza.
Siguió entonces el baile de Alpecin, el mismo que había impedido fugas de largo radio, porque Mathieu no las deseaba.
Los azules controlaron el cotarro con el pulpo Gianni Vermeerchs, en todas las ruedas, y la intimidación de Jasper Philipsen, el compañero de Mathieu que si te llevas a rueda seguro que te joderá una de las plazas del podio.
Alpecin ha ganado tres de tres monumentos y eso que algunos dudaban del equipo del campeón del mundo.
Dos Roubaix en el casillero, tres Flandes, la San Remo del año pasado, estamos asistiendo a historia gorda, a un tipo que representa una generación llamada a tirar abajo las puertas de la historia, un ciclista llamado Mathieu Van der Poel, el faro de nuestros tiempos.
Y ahora, ver qué «che cosa fa» en las Árdenas.
Imagen: A.S.O./Pauline Ballet
Mathieu Van der Poel
Moments23 Una Roubaix a medida de Van der Poel
El manejo de Van der Poel de la Roubaix fue excepcional
Ganar en Roubaix son palabras mayores, muchos grandes no lo han logrado, muchas estrellas con espacio para el pedrusco en su estantería, y éste que nunca llegó, por eso que Mathieu Van der Poel lo tenga ya es un motivo para celebrar.
Entre los grandes instantes del año está la alineación de los astros por parte del neerlandés camino del infierno.
Una carrera en varios actos en los que se jugó el éxito en el monumento más deseado y en todos Van del Poel manejó a su conveniencia con la imagen en lo más alto del podio de Roubaix.
Siempre estuvo ahí, primero en minoría, tras Arenberg frente a los Jumbo, y luego sacando partido de un compañero que fue oro.
El momento fue, por eso, más adelante, en el Carrefour de l´Arbre, en ese mal paso entre él, Philipsen y el desgraciado Degenkolb, por los suelos en la que quizá estaba siendo su última opción de repetir en el infierno.
Y llegó Carrefour de l´Arbre…
La salvada monumental de Van der Poel entre Degenkolb y Philipsen ya era una señal, la otra vino con la remontada a Van Aert, al ataque, y descolgarlo a la salida del tramo porque el belga, que para mí iba fundido, se quedó atrás con la bici rota.
Ganó el mejor, el de los cuatro monumentos, primero, segundo y primero en los celebrados este año, amasando la leyenda y alimentando un futuro que no tiene techo.
Así lo contamos ese día, con la calentura post carrera por la mente.
Esquivado Degenkolb, descolgado Van Aert… más todo lo de antes, es complicado encontrar una carrera tan a favor de obra como esta Roubaix para Van der Poel.
Mathieu Van der Poel
Top23 Van der Poel, una temporada de francotirador
Los éxitos de Van der Poel en 2023 parecían descontados por adelantado
Ahí está Mathieu Van der Poel, en el suelo, buscando aire tras el monumental esfuerzo entre París y Roubaix, en el césped del velódromo, en un instante tangible, entre el dolor y la felicidad absoluta.
Qué año de Mathieu, innegablemente top 2 o top 3, en rivalidad absoluta con Pogacar y Vingegaard.
Año de francotirador, cirujano del palmarés, manos pequeñas, piernas poderosas.
El 2023 que se cierra le ha dado a Mathieu Van der Poel un tridente de éxitos que quien más quien menos imaginaba para neerlandés.
Sin embargo no es sólo la estadística, no sólo el asiento contable, es la forma de hacerlo, de perdurar en los libros y las crónicas de hacerlo a su manera.
En San Remo, Van der Poel le dejó el sello a Pogacar y cía, en el mismo Poggio, en plena faena destructiva del esloveno.
Su ataque, en el momento clave, en el umbral de los 300 kilómetros, nos presenta un ciclista evolucionado y mejorado para ser lo que es.
Luego estuvo Roubaix, en un juego estratégico perfecto del su equipo, formando tándem efectivo con Philipsen, escondido y comedido gran parte de la carrera y emergiendo cuando se le requería, en especial en el Carrefour de l´Arbre, dando cuenta del Van Aert.
Finalmente el Mundial, sellado en otro ataque demoledor, en el momento de caza a Bettiol y salvando esa caída en la que el mundo se paró.
Son tres triunfos, no hay muchos más, pero qué éxitos, de época y diferenciales, que por mucho que sean cantados para su palmarés, tienen un mérito indiscutible.
Porque Mathieu Van der Poel puedes imaginar cómo lo va a hacer, y casi siempre te lo hace, a su manera y conveniencia.
Ahora que le vemos darle brillo al arcoíris de ciclocross, esperamos que haga lo propio con el de carretera en la primavera, incluido en Flandes, donde tiene una revancha con Pogacar.
Incluso cayendo, el neerlandés es enorme, como aquel día en Flandes.
Imagen: A.S.O./Pauline Ballet
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