Ciclismo
Perico, Orbea y la niebla de Luz Ardiden
Curiosamente, aquella tarde, la niebla de Luz Ardiden alumbró el camino de Perico
La historia de hoy ocurre entre dos nieblas, la del recuerdo carcomido por 35 años y la de Luz Ardiden envolviendo la hazaña de Perico.
Hasta la década de los ochenta, muchos vericuetos habían llevado a la fábrica de Orbea hasta una situación límite.
La floja gestión de la tercera generación de la familia, con el que fuera alcalde de Eibar al frente, Esteban Orbea, dejó la empresa, entonces sociedad anónima, al pie de los caballos a finales de los sesenta.
Luego, a partir de 1969, la empresa encontró acomodo entre sus propios trabajadores, quienes un día tomaron la decisión de hacerse con el mando de nave en medio de una tormenta perfecta: una competencia muy fuerte como la de BH, una percepción de marca pesada y anticuada, una cruda crisis económica, una plantilla con elevada media de edad, una tesorería maltrecha,…
La primera de Perico.
17:50 @letour’85 Toulouse – Luz Ardiden
¿Te acuerdas, @pedrodelgadoweb ?#QuédateEnCasaConTDP pic.twitter.com/IYY0knLrvH
— Teledeporte (@teledeporte) March 27, 2020
Pero de aquel atolladero se salió sentando las bases de una época más floreciente cuando el mundo entró en los ochenta.
Hubo alguien, Peli Egaña al frente, que un día pensó que a Orbea le vendría bien un equipo ciclista para acabar de redondear su presencia en el mercado.
Se decidió retomar la historia de los “antiguos Orbea”, como le gusta decir a Txomin Perurena. Los Cañardo, los Montero, los Berrendero,… tenían ahora herencia, cincuenta años después de sus malandanzas.
Y se pusieron a ello, un puñado de entusiastas ciclistas, con dos símbolos por bandera llamados Peio Ruiz Cabestany y Jokin Mujika, un tipo cuya humildad abruma.
Con ellos en vanguardia se sacó un equipo pro en 1984 que tuvo continuidad al año siguiente con uno de esos fichajes que tuercen la historia de una marca, de una empresa y por ende de cientos de familias.
Pedro Delgado recaló en Orbea en 1985, con el copatrocinio de Gin MG en la Vuelta y Seat en el Tour.
Julio Delgado le dijo a su hijo, en el momento de saber del interés de la firma vasca, que “muchas bicis habrán de vender estos para poder pagar tu sueldo”.
Pero pudieron y Perico apostó por Orbea, equipo en el que estuvo un año, pero qué año.
El año que cambió la suerte de la cooperativa.
Hace cinco años por estas fechas se conmemoró en Navacerrada un acto que recordaba las tres décadas del triunfo del segoviano en la Vuelta a España, aquella que sin obedecer a otro objetivo que ganar la etapa, acabó llevándose tras galopar con Pepe Recio en medio de la niebla física e informativa, porque las referencias que manejó el líder, Robert Millar, aún hoy siguen siendo más misteriosas que las brumas de Navacerrada.
Al poco tiempo, Perico ganó en Luz Ardiden la etapa reina de los Pirineos, también en medio de la niebla, entre cortinas de confusión y emociones cruzadas pues nadie sabía cuán cerca venía el «Jardinerito» Lucho Herrera. Fue otro día memorable, como si la pizarra del hotel se encajar en los muchos kilómetros que van desde el Aspin a Luz Ardiden, pasando por el Tourmalet.
Una victoria de equipo, con Pepe del Ramo, el hoy mentor de Catlike, Peio y Perico encadenados a la memoria del momento.
Un triunfo con tantas interpretaciones como actores intervinieron.
Al año siguiente Perico no siguió en Orbea, pero el segoviano había torcido la historia, la había enderezado.
Tras años de incertidumbre financiera, con la familia en su últimos momentos de gestión y los complicados arranques de la cooperativa, la firma de origen eibarrés habían encontrado el camino para ser lo que es hoy.
Ciclismo
Alaphilippe en el Giro: Una victoria que vale por varias
El triunfo de Alaphilippe en el Giro es un merecido premio a la persistencia
Hay una cosa que tienen muy clara en Italia, cuando alguien gana una carrera grande, cuando es campeón del mundo, primero en el Tour o similar, es un campeón eterno, para siempre.
Recuerdo con especial celo cuando corrió el Giro Samuel Sánchez, año 2013, el último de Euskaltel, y las veces que en la publicidad previa de la carrera recordaron que había sido campeón olímpico.
Es etiqueta no la pierden nunca en el país donde el recuerdo de Coppi, Bartali, Magni y cia sigue muy vivo, vivísimo.
Claro que si se acuerdan de esos de hace más de medio siglo, cómo no celebrar que Julian Alaphilippe ha cerrado el circulo en el Giro con una etapa en las tres grandes.
Ha sido realmente excepcional y merecido
El francés no había logrado abrir su cuenta en la corsa rosa y eso que quedó cerca, en especial el gran día que ganó Pelayo.
La felicitación del galo al astur, una vez cruzada la meta, habló de un carisma que no se queda sólo en lo que hace en carretera.
Un carisma y clase que, como hemos visto, siguen intactos
Julian Alaphilippe ha ganado un etapón del Giro que ha alegrado a una amplia mayoría.
Sí, ya sé, siempre habrá quién diga que es amanerado, que gesticula, que es un poco «payaso», pero en esencia es un ciclista de época, un ciclistazo con un palmarés enorme al que esta victoria le sabe por varias.
Alaphilippe en el Giro vuelve al primer escalón, del que fue apeado por caídas, lesiones y no sé si por relajarse en los entrenamientos y darse a la buena vida, cosa tan humana que no creo nunca mereciera las impresentables críticas de su mánager.
Hoy seguro que muchos le preguntarán por Lefevere pero él no creo que responda, lo ha hecho en la carretera, donde mejor sabe hacerlo.
Me ha parecido una victoria soberbia, el tercer o cuarto intento para ganar una etapa, y «sólo» llevamos media carrera.
Italia se le da bien a Julian Alaphilippe, Strade, San Remo, etapa en Tirreno ante los velocistas y ahora esta etapa en el Giro.
Gloria a los campeones eternos, a los que lucen el irisado en la manga y lo honran, con cabalgadas de 130 kilómetros que saben llevar hasta la misma línea de meta.
Ciclismo
Una Sea Otter Europe de récord
Se confirman 500 marcas en esta próxima Sea Otter Europe
Sea Otter Europe Costa Brava Girona by Continental y Euro Mobility Festival, en su ya octava edición, sigue con su crecimiento continuo en espacio contratado, stands, marcas presentes y visitantes.
El modelo de festival 360º se confirma como un modelo acertado de éxito para las marcas, profesionales y visitantes.
Los últimos años el festival ha ido aumentando sus espacios disponibles para exponer, dado que cada vez había un mayor número de empresas que decidían estar presentes y muchas de ellas, repiten, pero amplían su espacio de exposición.
Gran parte del éxito también está en el hecho que las matrices Internacionales son las que han tomado el liderazgo para estar presentes en el festival viendo que cada vez más se trataba de un evento de impacto global y europeo.
Esto ha conllevado la ampliación en muchos casos del espacio de exposición.
En concreto, el crecimiento respecto al 2023, que ya obtuvo récord de espacio contratado, es del 20% en este momento. Por otro lado, han sido 100 las nuevas marcas que se han incorporado a la ya larga lista de marcas que han confirmado su presencia para la edición de 2024.
Sin duda, Sea Otter Europe Costa Brava Girona by Continental cada vez más es un lugar imprescindible para estar presente como marca del sector y cualquier amante, profesional y aficionado al ciclismo a buen seguro, no se querrá perder.
En estos momentos, aún quedan espacios en algunas de las zonas del festival, aunque se prevé que en las próximas semanas se pueda colgar el cartel de “no queda espacio disponible”.
Ciclismo
¿Qué tuerto ha mirado al Visma Lease a Bike?
Pocas temporadas tan accidentadas como la del Visma Lease a Bike
El Giro de Italia y Cian Uijtdebroeks nos han recordado que en Visma Lease a Bike, la temporada es cualquier cosa menos normal.
Justo después de ver cómo Jan Tratnik era superado por Valentin Paret-Peintre en el tramo final de la etapa de Bocca della Seva, el equipo comprobaba que su hombre de la genera, Cian Uijtdebroeks, estaba enfermo y KO.
Como no tenemos que dudar de las explicaciones oficiales, el abandono del fichaje más sonado del invierno deja al equipo con cuatro ciclistas con medio Giro de Italia por delante.
Ojo que Visma Lease a Bike había planteado el Giro de inicio para lucimiento de Van Aert y debut de fuego como líder absoluto del joven Cian Uijtdebroeks.
Ahora ni una cosa, ni otra.
Nada de esto, creo, sospecharían hace tan solo dos meses, cuando el equipo se llevaba de una tacada Tirreno-Adriático con Vingegaard y París-Niza con Matteo Jorgenson.
De hecho, este último, el americano ha sido la mejor noticia para el equipo amarillo que desde entonces no hace más que encadenar malas noticias con sendas caídas que dejaron a sus dos mejores ciclistas fuera de concurso, Vingegaard y Van Aert, y el bajo tono de estrellas como Laporte y Van Baarle en las mejores clásicas.
Para el equipo la única noticia buena desde inicios de abril vino por partida doble, con Van Aert y Vingegaard intentando entrenar con normalidad, pero al menos montando ya en bicicleta.
Con este panorama, y a pesar de la nada desdeñable cifra de 19 victorias, cosa que muchos firmarían, toma relevancia el 2023 del equipo neerlandés.
El año del Visma es digno de estudio. Para valorar lo complicado que es llegar a ganarlo todo.
Uijtdebroeks a casa. https://t.co/r1o9PSDKXy
— A Pie de Puerto (@apiedepuerto) May 15, 2024
Ganar las tres grandes y todo lo demás que lograron reunir sin que percances, caídas o enfermedades se les cruzara en el camino tiene un mérito que quizá ahora aprendamos a poner en valor.
Para este equipo salvar los muebles sería volver a reinar en el Tour o renovar la corona de la Vuelta, pero veremos porque por medio queda mucho que resolver.
En Visma han probado lo mejor y peor de ciclismo en menos de doce meses, todo lo que venga ahora no puede ser ya peor de lo pasado.
Ha sido tal la mala suerte del equipo, que incluso esa gente que sólo ve «conspiranoia» en el ciclismo se ha quedado sin explicación ante este panorama.
Imagen: FB Giro d´Italia
Ciclismo
El Giro sin el Stelvio, sin el puerto imperial
La acumulación de nieve es brutal en el Stelvio a pocos días del paso del Giro
Embobado, así me quedó yo cuando descubrí, por la tele, la magnificencia del paso del Giro por el Stelvio por primera vez.
Fue hace 30 años, aquella famosa etapa de Aprica en la que el Stelvio se situaba al inicio del día, con Franco Vona escapado.
No sucedió nada relevante, a la vista, aunque el cansancio del Stelvio lo llevaban los favoritos del Giro con Mortirolo como siguiente coloso de la jornada.
Esta vez vemos que el monstruo quizá no se pueda ascender.
El Stelvio acumula mucha viene, tanta, que a varios días del paso del Giro se barrunta su cancelación.
Se paso o no, yo quería traeros una historia…
Hace unos años pude asistir a una interesantísima charla que presentaba un libro sobre la bicicleta desde el punto de vista de los ingenieros de puertos y caminos.
La edición del mismo, más de 300 páginas en encuadernado de tapa blanda, ancho lomo americano y paginado de perfecta calidad del mismo corrió a cargo de varios miembros del Colegio barcelonés de tal insigne profesión bajo el yugo de la pasión de la bicicleta.
Entre otros temas de extraordinaria profundidad, fui al de los puertos de montaña.
Entendía que como ingenieros de puertos tenían algo que decir.
Y lo hicieron: Dedicaron un capítulo que llevaba por nombre «¿Por qué los puertos suelen tener un 7% de desnivel medio?»..
Hay una explicación: su fecha de construcción.
Los puertos modernos contemplan ese desnivel, los anteriores no suelen respetarlo.
Actualmente tenemos puertos que siguen el mismo trazado original: Aubisque, Tourmalet, Izoard, La Madeleine, Pailères,… todos sobrepasan el siete por ciento, pues en su caso fueron trazados en el siglo XIX.
A finales del mentado siglo, ya se empezaba a hablar de racionalizar los porcentajes.
En el artículo titulado “Determinación de la pendiente máxima que conviene para salvar grandes alturas en las carreteras” la Revista de Obras Públicas iluminaba sobre la cuestión.
Se atisbaban puertos con tramos del ocho por cierto separados por breves “descansillos”.
Las carretas tiradas por mulas y los incipientes coches necesitaban estas facilidades si no querían despeñarse cuesta abajo y marcha atrás.
En estos parámetros se ubican Hautacam, Luz Ardiden, Plateau de Beille,…
Y sí, ell Passo dello Stelvio se instala entre los primeros.
Su construcción es una obra de ingeniería formulada hace poco menos de doscientos años.
Urgía conectar el Imperio Austrohúngaro con la Lombardía.
La fábrica, ideada por Carlos Donegani, despierta tantos halagos como su dureza e innegable atractivo paisajístico y legendario, estas rampas las doblegó Fausto Coppi.
Sus 48 curvas de herradura por el eterno valle aupadas sobre sillerías de mampostería causan furor entre los fotógrafos.
Su trazado unía las ciudades de Bormio y Pratto Stevio, o lo que es lo mismo la Lombardía y el Trentino por cuestas cuyo desnivel supera los 1800 metros.
Hoy esa conexión se hace por modernos túneles y el puerto ha quedado como un gran parte temático natural y al aire libre de la épica ciclista y humana, pues por aquí se vieron enormes combates de la primera Guerra Mundial, esa que dicen enterró los grandes imperios, pero a la que sobrevivió el Stelvio.
Para este artículo he necesitado la ayuda del libro “La ingeniería en la bicicleta” de Fundación Esteyco y especialmente el capítulo firmado por un loco de la bicicleta, Oriol.
Imagen tomada de http://www.vacanzattivajournal.com/
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