Connect with us
Leaderboard 1 XX
Leaderboard 2 XX

Mundo Bicicleta

Pistards en la carretera: una historia de éxitos y alguna desilusión

Publicado

en

DT-Swiss 1024×14

Puesto en que el en balance de esta  primera semana del Giro no arroja más luz que la presumible igualdad de los que hace ocho días creíamos principales favoritos de la carrera, quiero ahondar en un tema que ya tratamos hace unos días sobre el bue tino de los pistards sobre el asfalto. Y es que de salvo las tres últimas etapas de la grande italiana, el resto de éxitos son atribuibles a gente cincelada en un velódromo en su totalidad o en parte, como la victoria en la crono por equipos del Garmin, un equipo también vinculado a esta modalidad. Es por ello que saco del baúl este artículo –con la ayuda de Jaume Mas- que publiqué en mi feliz etapa del Meta 2Mil hace dos años, tal cual -con las imprecisiones propias del tiempo transcurrido. Para que veáis quién es quién en la carretera con hechuras de pistard.


Una historia de éxitos y alguna desilusión

La connivencia de ciclistas venidos de otras disciplinas con la carretera es algo tan arraigado como la antigüedad de éstas. La moda hasta no hace mucho era la de escrutar bikers sobre el asfalto, el Campeonato del Mundo firmado por Cadel Evans es la punta del iceberg. Conviene seguir también al ex biker Jean Christophe Peraud, actual subcampeón olímpico ahora enrolado en el Omega Pharma y que el año pasado dio la “campanada” proclamándose campeón francés contra el crono. Con ellos conviven otros como Ryder Hesjendal, Jakob Fugslang y otros tantos han prolongado sus exitosas carreras desde las ruedas gordas a las finas.
Por de pronto, la pista ejerce de “lobbie silencioso” arrojando a las carreteras un puñado de buenos ciclistas, de muchos de los cuales ignoramos su procedencia. Sin embargo fantástico el Tour cuajado  por Bradley Wiggings, dos veces campeón olímpico y varias del mundo de persecución, ha abierto esa investigación alimentada además por el éxito de Theo Bos en la Clásica de Almería y Vuelta a Murcia. El veloz holandés es el último punto en la evolución de esta teoría, cabe no olvidar que Bos es varias veces campeón del mundo en disciplinas de velocidad.
Si bien el año pasado Bos fue protagonista de uno de los hechos más lamentables de la temporada cuando empujó violentamente al líder de la Vuelta a Turquía Daryl Impei, su trayectoria, ahora en el Ceruelo Test Team, despierta reacciones. De cualquier manera, si un velocista debiera hacerlo bien en carretera ese tendría que ser él. Su constitución no es la habitual en un velocista de elite. Sus dimensiones y corpulencia no son las de Hoy, Escuredo y Tournant. Su músculo es largo y sus posibilidades aumentan exponencialmente sobre el asfalto. Trabaja insistentemente en mejorar sus cualidades en ruta, superar pequeñas cotas sin restar competitividad en las llegadas que son su objetivo y los resultados han llegado. La velocidad que se practica en pista es otro mundo, o lo que es lo mismo, si Bos se adapta a la carretera puede ser un dignísimo rival del propio Cavendish, ahora mismo a años luz de sus rivales. Su caso sólo es tan singular que sólo tiene parangón con la rusa Olga Slyusareva, actual recordwoman de los 200 metros hace 17 años, campeona olímpica de puntuación en Atenas y muchos triunfos en carretera, entre otros etapas en el Giro de Italia. En el otro lado de la balanza recordar la fallida experiencia en carretera de José Antonio Moreno tras ser campeón olímpico del kilómetro en Barcelona.
  
WIGGINS Y EL TEAM SKY
Bradley Wiggins es un ciclista nacido en Londres hace 29 años. De larguirucho perfil y austero carácter, Wiggo, pues así se le apoda entre el pelotón anglosajón, ha sido el gran dominador de la persecución mundial durante el periodo olímpico de Atenas a Pequín. 2008 fue su gran año en tanto se proclamó triple campeón del mundo en Manchester, de las dos persecuciones y de la americana en compañía de Cavendish, y doble campeón olímpico en la capital china. Consciente de que en pista poco o nada le quedaba por hacer, y ante el finalmente confirmado recorte del fondo en los juegos, ha decidido centrarse en la carretera. Ha perdido peso, corrió el Giro sin presión y se destapó en el último Tour. Ha renunciado a parte de su potencial contra el crono, no pudo ganar ninguna en la gran ronda francesa, pero ha puesto al descubierto todas las cualidades de un fondista, como así lo revela su cuarta plaza final. Ahora Wiggings dice apostar por la “Grande Boucle”, tentación arriesgada dada la cantidad de pretendientes que parecen mejor situados que él, sin embargo, su caso no deja de ser paradigmático, y quizá será imitado en lo sucesivo si atendemos al brutal retroceso del fondo en los Juegos Olímpicos.
Fruto de la experiencia adquirida por los ingleses en la pista ha surgido el nuevo Team Sky, un concepto de estructura ciclista que parece reinventar todo lo inventado. Con el núcleo de corredores convivirán gran parte de los mentores del equipo británico de pista, desde el propio alma mater del proyecto, Dave Brailsford, a psicólogos, preparadores, nutricionistas y un largo etcétera. Dicen que la pista tiene éxito en las islas por la imagen de modernidad que transmite, si esas maneras se proyectan sobre el asfalto quizá cambien las tornas también en las colapsadas carreteras del Reino Unido.
Junto a Ben Swift, también pistard de cuna, el nuevo Sky incorpora elementos autóctonos como Steve Cummings y Geraint Thomas, campeones del mundo y olímpicos en persecución por equipos, pero también entronca con la tradición australiana mediante la incorporación de ciclistas como Chris Sutton, 25 primaveras y títulos nacionales y podios mundiales en categorías inferiores de pruebas de fondo, lo mismo que Mathew Hayman, clasicómano muy valorado por Flecha. No hay que irse muy lejos para encontrar al neozelandés Greg Henderson, ganador de Copas del Mundo de americana y poseedor de una medalla de oro en los Juegos de la Commonwealth. Incluso a Juan Antonio Flecha se le conocen buenas maneras en la pista durante sus años de amateur.
  
AUSTRALIA, LA GRAN CANTERA
Amén del Reino Unido, el gran polo de la pista mundial, con mayor tradición y arraigo si cabe, se sitúa en Australia. Raro es el aussie que brilla que no haya pasado por las huestes de un velódromo. Ejemplos como el ex biker Cadel Evans o el “caza etapas” Simon Gerrans suponen rarezas en la tradición ciclista de las antípodas, lo mismo que Robbie Mc Ewen, procedente del BMX, aunque no Baden Cooke, con victorias nacionales en pista. El grueso de corredores de esa isla- continente han proyectado en el asfalto lo que han aprendido en la pista. Si en Pequín hubo color inglés, en Atenas, cuatro años antes, el medallero fue tema australiano. En la persecución por equipos se llevaron el oro con una cuarteta cuyo hombre carismático fue Bradley Mc Gee, líder del Tour de 2003, ganador de aquel famoso prólogo del centenario en París. Acompañaron a Mc Gee tres ciclistas muy fecundos en la carretera: el fornido Graeme Brown con un buen puñado de sprints a las espaldas, el veloz Brett Lancaster, maglia rosa en el Giro 2005, y Luke Roberts, ganador hace bien poco de una etapa en Murcia. A estos hitos en ruta hay que añadirles una retahíla de éxitos en mundiales, juegos y copas del mundo. Una cuarteta que en su momento marcó 3´56´´, un récord que aunque superado fue estratosférico a mediados de la pasada década.
También en Atenas la selección australiana se colgó el oro merced a la pareja de americana formada Brown- O´ Grady. Y es que Stuart O´ Grady lleva en liza casi veinte años con resultados en casi todas las grandes citas del calendario, destacando como no su París- Roubaix, para lamento de Flecha, y el maillot amarillo en el Tour. De “Stuey” conocemos muchos de sus logros recientes pero pocos recuerdan que él fue el rival que batió Chris Boardman para llevarse el oro olímpico de Barcelona 92, además ha formado parte un par de veces del equipo australiano que se proclamó campeón del mundo de persecución en los noventa.  El compañero de O´ Grady en Saxo Bank, el danés Alex Rasmussen es excelente croner –ganó la crono de la última Vuelta a Andalucía- y vigente campeón de persecución por equipos y americana.
Con O´ Grady en el horizonte crecen los hermanos Meyer, enrolados ambos en el Garmin- Transitions. El mayor es Cameron, tiene 21 años, y es el actual campeón del mundo de puntuación, en 2006 fue tres veces campeón mundial juvenil en ambas persecuciones y en americana. El año pasado corrió el Giro de Italia. Su hermano llama Travis, es un año menor y debuta este año en pros. Travis calca la trayectoria de Cameron, fue tres veces campeón del mundo juvenil en 2006 pero en su trayectoria en categorías inferiores incorpora resultados como las vueltas a Berlín y Wellington. Jack Bobridge también llega a pros con títulos mundiales en pista.
CAVENDISH Y SU TREN
En el HTC Columbia el tren de Cavendish ha perdido a Henderson y Barry, ambos al Sky, pero se valen de dos australianos de polivalente trayectoria en pista y carretera: Matthew Goss, campeón del mundo de persecución por equipos y ganador de la última París- Bruselas, y Mark Renshaw. Éste merece capítulo a parte por que presenta un historial realmente abrumador en categorías inferiores, siendo tres veces campeón del mundo en disciplinas de velocidad dando un giro de 180 grados con su paso a niveles absolutos como campeón mundial en persecución por equipos. Renshaw fue el año pasado el corredor que reventó el pelotón en los Campos Elíseos en el epílogo del Tour llegando entre Cavendish y el resto.
Hablando de Cavendish recordar que el considerado mejor velocista del mundo ha sido un par de veces campeón mundial de americana, la última hace un par de años en Manchester acompañado de un excelente Wiggins. Curiosamente, y en este caso las apariencias engañan, los corpulentos Bert Grabsch, Bernhard Eisel y André Greipel no proceden de la pista, o al menos no se les conocen los resultados de los anteriormente mentados, sin embargo sí que brilló en ella Michael Rogers, con títulos mundiales en categorías inferiores a los que sumaría absolutos contra el reloj. En esta órbita también circulan David Millar, campeón inglés de persecución, y su compañero Christian Vanvevelde, ganador de una general de la Copa del Mundo de la misma modalidad. El joven Taylor Phinney, acutal campeón en los cuatro kilómetros, también hace sus pinitos en la ruta.
ESPAÑOLES, TRAS LA SENDA DE LLANERAS
El ciclismo español también ha tenido ciclistas de doble filo. Joan Llaneras, retirado hace año y medio con dos metales olímpicos colgando de su cuello, fue a principios de los noventa un buen ciclista de carretera vistiendo los colores de la ONCE con quien ganó etapas en Andalucía y Mallorca. Con los años se centraría en pista y lo ha dejado con cuatro medallas olímpicas, dos de ellas de oro, y siete campeonatos del mundo entre puntuaciones y americanas. Su compañero más asentado en el madison, el malogrado Isaac Gálvez, alternó de forma más intensa ambas disciplinas, con triunfos importantes tanto en carretera como en pista, lo mismo que Toni Tauler, quien en pista ha logrado la prolongar una carrera truncada en el asfalto desde la desaparición del Murcia- Tres Molinos Resort. Compañeros de selección de Tauler como Sergi Escobar y Carles Torrent también complementan disciplinas. Escobar estuvo en Illes Balears durante un año y Torrent atesora con varios triunfos parciales.
En Caisse d´ Epargne conviven varios ciclistas con resultados en pista. Por ejemplo Alejandro Valverde y Rubén Plaza lograron meritorias plazas en el kilómetro y persecución respectivamente en Mundiales juveniles. El ganador de la etapa reina del Giro 2008 con final en Monte Pora, Vasil Kiyirienka había sido poco antes campeón del mundo de puntuación. En el Giro, y en otras tantas, es habitual ver a Mikhail Ignatiev en fuga. Este joven talento ruso fue seis veces campeón del mundo juvenil en disciplinas de fondo y campeón olímpico de puntuación en Atenas, y eso que sólo tiene 24 años. Un escalón por debajo en cuanto a resultados encontramos a Alexei Markov, enrolado en su día en el Caisse d´ Epargne.
ALGUNOS HISTÓRICOS
El día que Francesco Moser se aupó con su mítico récord de la hora para muchos se hizo tangible la relación entre carretera y pista. El pistard que llegó a ganar el Giro de Italia, no sin artimañas, ocupa una plaza preferente en esta galería de la fama. De la saga de los De Vlaeminck, aquellos que lograron el récord de triunfos en Roubaix y Mundiales de ciclocross, Roger y Eric, también surgieron excelentes routiers que brillaron en las muchas jornadas de seis días que poblaban el calendario europeo.
Urs Freuler es otro de los notables con ocho mundiales de puntuación, casi todos los disputados en la década de los ochenta salvo 1980 y 1988, y dos veces el mejor en keirin, por medio obtuvo quince etapas en el Giro y una en el Tour.
Chris Boardman es otro de los destacados, con triunfos que legaron más allá de los registros, puesto que en su haber se hallaba también la innovación tecnológica, lo mismo que Viatcheslav Ekimov, doméstico de lujo de Armstrong, a quien tuvo el honor de derrotar en los juegos de Sídney, pero con un palmarés que asusta en pista: campeón olímpico de persecución por equipos en Seúl y varios títulos mundiales. Silvio Martinello fue campeón de puntuación en los juegos de Atlanta y su compatriota Giovanni Lombardi lo había sido en Barcelona cuatro años antes. Y es que en Italia encontramos varios corredores, caso los hermanos Saronni y Gianni Bugno dejaron impronta en la pista antes de dedicarse con fortuna a la carretera.

Texto original: Meta 2Mil, edición del 24 de marzo de 2010
Fotos tomadas de www.biciciclismo.com y Movistar Team

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo
4 Comentarios

4 Comments

  1. C.S.DelAlamo

    13 de mayo, 2012 En 17:45

    Realmente interesante todo lo que cuentas, con dos años de por medio todo sigue más o menos igual. Para mi, una aficionada de sillón y cuneta ha sido muy enriquecedor leerlo.

  2. Secociclisme

    14 de mayo, 2012 En 12:29

    buen articulo Ivan, interesante!

  3. Diego Sánchez

    16 de mayo, 2012 En 10:44

    No sabía yo que tantos corredores habían salido de los velódromos, uno de los post más interesante qeu he leído.

  4. Iván Vega

    17 de mayo, 2012 En 4:35

    gracias Diego

Dejar Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Destacado

De Landa a Izagirre, los juveniles de oro en el podio de la Itzulia

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

Ver a Landa e Izagirre en el podio de la Itzulia tanto tiempo después

La Itzulia que acabó en las manos del vigente ganador del Tour de Francia fue un espectáculo de menos a más que tuvo a dos vascos en el podio, Mikel Landa y Ion Izagirre, una estadística singular, tremenda, ¿cuántos ciclistas del lugar quedan en el podio de su carrera World Tour?

Tras verles en el cajón de la Itzulia he querido recuperar este escrito que Unai Yus nos obsequió hace casi seis años, cuando Mikel Landa se quedó a las puertas del podio del Tour tras ayudar a Chris Froome….

Cuando Mikel Landa se queda a un solo segundo del podio en París, después de hacer el Giro de Italia, resulta que todo el mundo lo conoce, todo el mundo sabe y de él y, por supuesto, señores, esto es España, todo el mundo opina y sienta cátedra sobre él.

Kern Pharma

Al igual que Landa, muchos, muchísimos niños jugaban a ser ciclistas e incluso algunos soñaban con serlo. Personalmente conozco a bastantes corredores vascos que, allá por 2006 y 2007, eran juniors, unos juniors con una ilusión tremenda, con los que tuve la suerte de trabajar.

Algunos de ellos, muchos teniendo en cuenta los tiempos que corren, son ahora profesionales. Me dejaré alguno, seguro, pero recuerdo al citado Landa a Ion Izagirre, Peio Bilbao, Garikoitz Bravo, Igor Merino y Jon Aberasturi en ruta más Jonathan Lastra y Omar Fraile, como corredores de BTT.

Ya entonces tenían algo, se les veía calidad, pero, para sorpresa de muchos, no eran dominadores de la categoría ni mucho menos. Como ejemplo, Landa e Izagirre fueron los dos últimos corredores de la selección de Euskadi en el campeonato junior que se celebró en Onda y que ganó el navarro Enrique Sanz. Esto es sólo un detalle, pero da pistas sobre cómo son estos corredores actualmente, buenos compañeros, sacrificados y conocedores del oficio.

Recuerdo a Mikel Landa como lo veo ahora, un tío con una clase descomunal, no como el corredor más autodisciplinado, no era un chico al que le encantara entrenar, pero tenía un don. Un don, una chispa que a día de hoy ha pulido con trabajo.

Mikel Landa es lo que era, un tío al que no le importaba sacrificarse por sus compañeros pero, ojo, tirado para adelante como pocos y que le gustaba ser líder cuando se sentía bien. Un tío con carácter, un líder en el grupo con sus chistes, sus gracias, un crío que no se callaba ni debajo del agua, que a veces se pasaba de la raya, que resultaba irrespetuoso, pero que generalmente lo hacía con un sentido, con un fin. Un tío, que podrá equivocarse o no, pero que no da puntada sin hilo.

Izagirre era otro talento natural, el del pedaleo fácil, al que le daba lo mismo una carrera de carretera que una de ciclocross, un chaval al que le veías pedalear y decías: “¡Qué clase tiene!”.

Al igual que Landa y que todos los corredores vascos, un junior de maduración lenta que todavía jugaba a ser ciclista era Peio Bilbao, un año más joven, el diamante, el niño flaco, desmadejado, con perfil de escalador y callado pero que lo mismo se te metía en una escapada por el llano y te la liaba.

Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

Jon Aberasturi, un velocista que nació en el lugar equivocado, triunfando en Asia, ahora. Este ya era de los míos, como fui yo, un currante, un chaval con algo menos de talento natural pero con una capacidad de trabajo y sacrificio fuera de toda duda.

En este grupo metería a Jonathan Lastra, también a Omar Fraile, el niño que se hizo atleta remando en la ría de Bilbao, a Igor Merino…. Otros muchos, tan talentosos y trabajadores como estos, y hablo sólo de los nacidos en Euskadi, se quedaron por el camino, entre ellos Aitor Ocampos, medalla en aquel campeonato de España de Onda.

Por tanto, está claro que a la cumbre del ciclismo profesional se llega por varios caminos, pero, los dioses del Olimpo, los cracks, sólo son aquellos que tiene un brillo especial, un duende, un don….para hacer magia en bicicleta.

Por Unai Yus

Imagen tomada del FB del Team Sky y Team Baharain

INFO

Las gran fondo by Rose Bikes…

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Mundo Bicicleta

Col de Turini, del motor al Tour

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

El Col de Turini estará en el cierre del Tour en la Costa Azul

En el cierre del Tour 2024, la jornada penúltima, con entrada y salida por el mapa de los Alpes Marítimos, hará alto en varios puertos y entre otros el Col de Turini

Los puertos de la Provenza y la Costa Azul, situados estratégicamente en la entrada de los Alpes marítimos, o en la salida, según cómo se miren o dependiendo de la carrera y de cómo los afronten, siempre han sido respetados y admirados, y siempre han sido sinónimo de batalla en sus cuestas, aportando su sal y su pimienta a competiciones como el propio Tour.

Podemos hablar del arco de Sospel y su trilogía de Niza: puertos como Braus (1002 m), Castillon (706 m) y La Turbie (480 m), continuando por otros como el Espigoulier (728 m), el Esterel (314 m) y sobre todo el gran Turini (a 1607 m), que han sido escenarios donde los adversarios continuamente se han tanteado y en muchos de ellos han habido luchas decisivas, llegando incluso algunos corredores a hacerse con el maillot de líder en estas cuestas en las que sus cunetas suelen estar abarrotadas de gente.

Kern Pharma

Citar los puertos provenzales es evocar lugares donde las rampas se retuercen y giran sobre sí mismas, donde las curvas las marcan los arbustos, donde los ángulos agudos se muestran sin contemplaciones, mientras los corredores caracolean, girando sus cabezas buscando la carretera y siempre intentando seguir los muros de contención para evitar el precipicio.

Por eso estos cols siempre provocan muecas entre los participantes, algo, por otro lado, bastante normal en Niza, la capital del Carnaval galo.

Y llegamos al Col de Turini…

Como Turini, que vuelve a la competición, sobre dos ruedas sin motor, nada menos que después de 46 años de haberlo hecho por última vez, en 1973 y en el Tour, con victoria para de uno de los nuestros que supo «encarrilar» muy bien su pedaleo dirección a su cima.

Estamos hablando, en efecto, del recordado Vicente López Carril, un histórico del ciclismo español.

Así, podemos decir que el corredor gallego fue el último ciclista en coronar el puerto en primera posición, en una edición en la que quedó 5º de la general, después de haber hecho podio el año anterior.

De esta manera, Turini, más reconocido y popular en el mundo del rally porque en él se disputa uno de los más famosos del mundo como es el mítico Rallye de Montecarlo, cambia el motor por los pedales y en el que los ciclistas, ese próximo 16 de marzo, habrán de acometer más de 30 lacets, horquilla sobre horquilla, curvas cerradas, giros de 180º, en una exigente ascensión de 15 km con una pendiente media del 7,3% y donde probablemente se decida el ganador de esta edición de la París-Niza.

Una espectacular subida y en la que, por esas fechas, suele ser habitual que haya presencia de nieve.

Ya veremos.

Los aficionados, ese día, descubriremos un puerto para el ciclismo de ensueño, una de las carreteras serpenteantes más escénicas que existen, para disfrutar mientras contemplemos un paisaje de fantasía, ascendiendo por la ladera de la montaña y con hermosas vistas al mar Mediterráneo.

Un puerto de cine.

Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

El Turini fue, cómo no, todo un descubrimiento de Jacques Goddet, «una sensacional novedad» como él mismo exclamó cuando lo dio a conocer como primicia en el Tour de 1948 «con su interminable pendiente».

A pesar de haber entrado muy poco en las competiciones de ciclismo (Tour del 48 con victoria para Louison Bobet, del 50 para Jean Robic y la recordada del 73 de López Carril), en sus curvas se han escrito épicas páginas de la historia de la ronda gala, como en aquella etapa de la edición del 48, cuando Louison Bobet, que había abandonado el año anterior, estuvo a punto de hacer lo propio el día antes en San Remo, ya que se encontraba enfermo, pero durante aquella jornada, provocado por un ataque de Roger Lambrecht, que era nada menos que su delfín, Louison resucitó.

Acompañado y ayudado por un gran Apo Lazarides que protegió eficazmente el maillot amarillo de su líder y amigo, y además alumno de Vietto, se escaparon a siete kilómetros de la cima para lanzarse después a tumba abierta a pesar de los cuatro kilómetros de descenso pedregoso.

Louison Bobet triunfó finalmente en Cannes recuperando siete minutos a Bartali.

El italiano, su adversario más peligroso, se encontraba en ese momento a 21 minutos.

Como curiosidad, el prestigioso L’Equipe, al dar la novedosa noticia de la inclusión de este bonito puerto en la París-Niza de 2019, publicó una foto errónea del Turini en sus páginas, confundiéndolo con el no menos bello y escénico Col de Braus, conocido como el «alambique», el «tirabuzón», «kriss malayo» o simplemente «cric», algo que para ser el célebre diario no deja de ser algo bastante imperdonable.

La legendaria generosidad de René Vietto

¡Ay! Si el pobre René Vietto levantara la cabeza…

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Ciclismo antiguo

Mende siempre será la cima Jalabert

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

Aquel día en Mende, Jalabert puso en jaque el quinto Tour de Indurain

Ese año 1995 estaba siendo el año de Jalabert, la brutalidad más grande jamás vista y Mende entraría en la geografía del éxito del francés.
Cuando hablamos con él durante el confinamiento, la verdad es que le daba bastante igual que le llamaran «cima Jalabert

Mende, dia D ¿qué te parece que llamen al lugar Montée Laurent Jalabert?

«Si te soy sincero me da bastante igual, quizá hubiera tenido sentido llamarle así al año siguiente pero…»

Mende es un lugar insertado en el Macizo Central francés que sea como fuere para los siglos quedará como la cima Laurent Jalabert.
La inequívoca figura del mejor ciclista galo de los últimos 20 años fue aquel día de julio del 95 el cuchillo que resquebrajó la resistencia de Miguel Indurain y los suyos en una de las jornadas que quedaron grabadas a fuego en nuestra conciencia.
La pizarra del entonces rosáceo equipo de la ONCE echó humo en aquella travesía por los montes de Lorèze ataviando el mejor ataque que jamás sufriría Miguel. Con la sapiencia de que cerca de meta era tarea imposible importunar al titular del maillot jaune, la cosa quedó en mover la carrera desde lejos, tanto que 200 kilómetros se hicieron cortos.
La fuga que hizo temblar los cimientos del Tour la integraron tres ONCE más otros tantos italianos.

 

Kern Pharma
Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

A Jalabert, aquel día hacia Mende, le secundaba el mejor Melchor Mauri jamás visto junto al australiano Neil Stephens.

Con ellos Massimo Podenzana, Dario Bottaro y Andre Peron. Los seis habrían de abrir un hueco más allá de los nueve minutos.

En Banesto no daban crédito.

Las piernas de los gregarios de Indurain al unísono no enjuagaban el desperfecto. Surgieron entonces varias tesis. A cola del pelotón se fraguaba la ayuda de otros equipos. El manejo de José Miguel Echávarri dio frutos apetecidos para mantener a raya la afrenta de Jalabert.

En la subida final Jaja se deshacía de todos sus rivales.
En la recta del aeródromo, un 14 de julio, al cielo, el de Mazamet sumaba una victoria antológica, algo no visto desde que Chiapucci se armara de valor hacia Sestriere.
A aquellos que nos empañaron la mirada aquel día.
Muchas gracias.
Imagen: Graham Watson

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Mundo Bicicleta

En el Galibier somos como un pálido y vulgar animalillo

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

«En el Galibier somos como un pálido y vulgar animalillo; ante este gigante, sólo podemos quitarnos el sombrero y saludar con modestia»

La frase de Henry Desgrange, el padre del Tour, exclamada en 1911, define a la perfección lo que el ciclista siente cuando se tiene que enfrentar al gigante alpino en un terreno grandioso, inexpugnable hasta aquel entonces, donde incluso los más grandes campeones empequeñecen ascendiendo por su carretera ganada a los hielos, que cubren tres cuartas partes del año alcanzando los siete metros de manto blanco bajo las órdenes del general Invierno.

Territorio hostil, en su cumbre a 2645 metros sobre el nivel del mar reina el silencio y solo nos queda admirar. Y meditar. Por encima de la cota 2000 hay poca vida en sus laderas, quizás alguna marmota que se despereza del letargo hibernal, pero la actividad humana es prácticamente nula. Es el triunfo de la naturaleza sobre el hombre, en toda su expresión, un monumento hecho montaña donde solo llegar hasta allí arriba supone una victoria y ganar, la gloria, tocando el cielo con las manos.

Así debió sentirse Émile Georget -igual que Neil Armstrong cuando pisó la Luna-, al ser el primer hombre en pedalear por el túnel abierto en su cima, porque el francés, a diferencia del norteamericano, no puso pie durante las 2 h y 38 minutos que invirtió en toda su ascensión, «una gesta sin precedentes en los anales del ciclismo», tal y como tituló L’Auto en su portada del 11 de julio de 1911.

Kern Pharma

Siguiendo con la analogía, el mismo diario aquella fecha podría haber definido la épica etapa como un pequeño paso para el ciclista pero un gran salto para el ciclismo mundial y el Tour, que con aquella montaña adquiría una nueva dimensión.

El túnel que la mayoría de vosotros conocéis ya estaba abierto en aquellos años, ya que fue nada menos que en 1891 cuando se construyó para comunicar a los vecinos de la Saboya con los de la Provenza, bajo 90 metros de piedra y roca y 365 de largo, tantos como días tiene el año. Poco se podían imaginar que 20 años más tarde alguien montado en aquel invento reciente sería capaz de semejante hazaña.

Le habrían tachado de loco, de lunático, pero así fue para asombro de los aficionados a este increíble deporte que se engancharon a un espectáculo sin igual en el que los ciclistas «fueron capaces de ser alados y elevarse hasta unas alturas donde ni siquiera llegan las águilas», como también pronunció en su día el propio patrón de la Grand Boucle.

Por aquí volaron Fausto Coppi en el Tour del 52 «escalando como un teleférico deslizándose por su cable de acero» (Goddet), Charly Gaul en 1955, Bahamontes en el 64 o Anquetil dos años más tarde en una de sus mejores vuelos.

El Galibier es un paso de montaña casi tan viejo como la propia Humanidad. Se dice que esta ruta se fue trazando siguiendo los pasos de contrabandistas y vendedores ambulantes que desafiaban el frío y las ventiscas de nieve incluso en verano. Acceder a uno de los otros valles era como hacerlo a la cara oculta de la Luna, a un territorio desconocido, otro mundo.

Sin embargo no fue hasta 1979 cuando el coloso da su estirón definitivo y crece nada menos que 89 metros, alcanzando los 2645 actuales. En efecto, el viejo túnel se resintió de una sus bóvedas y amenazaba con desplomarse de un momento a otro.

Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

Se cerraron sus grandes portalones de madera durante 25 años y se construyó una nueva carretera para cruzar el paso en forma de curvas diseñadas «a la mula», mil metros más de escalada al 10%, convirtiéndose en el tramo más duro de toda la ascensión, siendo Lucien Van Impe, aquel mismo año, el primero en estrenarlo pasando en solitario en cabeza.

Aunque las puertas del túnel fueron abiertas de nuevo en el año 2003, después de las reformas que ya permitían el paso incluso de autocares, el Tour prescinde de él y prefiere el nuevo tramo que lleva a la cima, para disfrute de los aficionados que sienten en aquellas nuevas rampas toda la épica de los esforzados de la ruta que se convierten en gigantes cuando hollan su cumbre, igual que lo seréis vosotros si superáis el miedo escénico del cartel «Col du Galibier: 35 km», saliendo de St Michel de Maurienne. Más que un fuera categoría, un puerto de otro planeta.

Por Jordi Escrihuela

Imagen: Ciclismo Épico

 

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

DESTACADO

Lo + leído

Copyright © 2017 Página propiedad de JoanSeguidor. www.joanseguidor.com y www.elvelodromo.com son propiedad Joanseguidor. Agencia especializada en contenido deportivo, Ciclismo de carretera, BTT Mountain Bike, Gravel o ciclocross y el mundo relacionado con la bicicleta.