Ciclismo
Ciclistas retirados en 2022: un ocho de lujo
En esta alineación de ciclistas retirados esta campaña no incluimos los grandes que todos tenemos en mente
Todos los otoños sacamos punta al lápiz, repasando quiénes cuelgan la bicicleta, y cada año algún nombre que nos toca la patata deja el deporte de sus amores, y forma de vida, dejándonos, un poquito más huérfanos, llenando esa lista de ciclistas retirados que nunca se acaban de ir del todo, porque en el fondo acostumbramos a tener su nombre en la punta de la lengua.
Esta vez la lista es larga y de calidad.
Alejandro Valverde, Vincenzo Nibali y Philippe Gilbert ya son parte de una lista de ciclistas retirados en la que está también Mikel Nieve y otros cuantos.
Yo he querido escarbar un poco para sacar, al menos, uno ocho de ciclistas recién retirados, sin contar con los tres tenores ni Mikel, que diera qué hablar en una gran vuelta.
Y me ha salido uno, muy potable además.
Capitán de ruta: Tom Dumolin
Sin duda uno de los ciclistas retirados con más.
Un corredor que, siendo un croner brutal, nunca escurrió el medirse con los mejores en sus terrenos, eso es con gente como Nairo o Aru en la montaña, y no en una montaña cualquiera, en las cuestas de garaje que más de una vez le han puesto en el recorrido.
Su palmarés está lejos de lo que me hubiera gustado y su descuelgue de la clase noble se ha producido muy pronto, sin embargo lo bueno que Tom nos deja es una capacidad de reinventarse en la adversidad como pocas veces hemos visto, hasta cuando el estómago le jugaba malas pasadas.
Recuperó una gran vuelta para los Países Bajos, pero tres cosas le condenaron: que no siguiera a Froome en Finestre, él sólo sin espera a nadie, la pinza que le hicieron los Sky en el Tour de 2018 y la lesión de rodilla en el Giro del año siguiente.
Por libre: Ilnur Zakarin
Su irrupción fue grande, pero su progresión no estuvo acorde al estruendo inicial.
Sin embargo, déjalo, que en el camino ha sembrado varias perlitas buenas, etapas en Giro y Tour, significándose tan buen gestor de las oportunidades como mal bajador.
En este apartado me identifico mucho con él, más cuando nos dejó rotos en el famoso descenso de Agnelo del Giro del 16.
La nueva Trek eléctrica Domane+ SLR no parece, no suena, no se ajusta ni se siente como una bicicleta eléctrica
Cerca del líder: Richie Porte
El australiano es otro de ilustres que cuelgan la bicicleta sin que le prestemos la atención que merece.
Su trayectoria ha sido de las mejores, en vueltas por etapas, de la última década, sin embargo siempre le achacaremos que, cuando le tocó asumir galones, algo siempre fallaba.
Sin embargo ha tenido tiempo para decantar Tours a favor de Froome y acabar en el podio de esa carrera que siendo pequeño se quedaba hasta tarde viendo en la tele.
Un tipo muy valioso.
Gregarios de lujo: Sergio Luis Henao & Tanel Kangert
Henao ha formado parte de esa florida generación colombiana que hace unos diez años empezó a destacar.
Con un palmarés pequeño, pero muy selecto, ahí va una París-Niza rubricada ante el asedio del mismo Contador, fue uno de los ciclistas presente en alguno de los Tour que cayó del lado de Froome.
En el capítulo de los «y si…» siempre quedará qué hubiera sucedido de haber llegado con Nibali hasta el final en el corte bueno de Rio 2016.
Por su parte Tanel Kangert ha sido uno de los mejores gregarios que he visto en la década que dejamos atrás hace un par de años.
Ha estado en los dos Giros de Nibali y en ambos su trabajo fue decisivo.
Experiencia en ruta: Sebastian Langeveld y Max Richeze
Recuerdo cuando Langeveld empezó a destacar, coincidiendo con la mejor época de Flecha en el Rabobank.
Cada uno hacía la guerra por su cuenta, y el neerlandés con el tiempo se convirtió en uno de los ciclistas con más tiros dados, un corredor lleno de experiencia en clásicas y con una de ellas en la vitrina, la Het Nieuwsblad.
Cerramos con Max Richeze, otro tipo con una experiencia ciclista fuera de la media.
Con muchos años en ristra, habiendo trabajado para tantos y tan diversos líderes, su trayectoria fue apreciada en el UAE hasta el último momento.
La forma de trabajar los sprints le hizo famoso, pero más allá de estas gente com o Tadej Pogacar lo quiso cerca en objetivos como UAE Tour o Tirreno.
Su legado en el ciclismo argentino en inmenso y en este ocho hasta podría ser outsider en alguna volata.
Ciclismo
Cruz Stema: Portabicicletas de plataforma para bola de remolque
El nuevo portabicicletas de Cruz ofrece tres modelos
Cruz lanza su primer portabicicletas de plataforma para bola de remolque CRUZ Stema, diseñado y fabricado completamente en España. Se trata de un portabicicletas de plataforma para bola de remolque funcional que cuenta con columnas para la fijación de bicicletas móviles para un mejor ajuste a los diferentes cuadros y tallas de bicicletas.
En su diseño ha primado la facilidad de uso y es por ello que las columnas para fijación de bicicletas se pliegan para facilitar la carga y descarga de las bicicletas y reducir, además, el tamaño del producto al almacenarlo. Las bicicletas se fijan al portabicicletas mediante correas textiles con protección para evitar la posibilidad de dañar componentes como el cuadro o las llantas de las bicicletas.
El portabicicletas CRUZ Stema es abatible manualmente para facilitar el acceso al maletero incluso cuando las bicicletas están siendo transportadas y tiene, además, una innovadora posición de no uso en la que el portabicicletas se puede plegar, reduciéndose así el espacio que ocupa en la parte trasera del vehículo. De esta forma facilita las maniobras y el aparcamiento del vehículo con el portabicicletas instalado.
CRUZ Stema cuenta con un sistema de fijación de fácil acoplamiento a la mayoría de bolas de remolque y sus pilotos tienen un diseño atractivo con todas las funcionalidades gracias a su conector de 13 pines. Tan importante es la experiencia y facilidad de uso como la seguridad, por ello, el nuevo portabicicletas para bola de remolque CRUZ Stema tiene disponible, opcionalmente, un sistema antirrobo de fácil montaje que dificulta la manipulación y sustracción tanto del producto como de las bicicletas transportadas.
CRUZ Stema estará disponible a la venta partir del próximo día 23 de abril de 2024 y desde un precio venta al público recomendado de 299,95 € (IVA incluido).
Estará disponible en tres modelos, para dos, tres y cuatro bicicletas, y tiene versiones adaptadas a las necesidades y requerimientos de los diferentes mercados. En esta primera fase del lanzamiento aparecen las versiones para Europa y Reino Unido.
El nuevo portabicicletas CRUZ Stema supone una gran apuesta de la marca CRUZ por el diseño y la fabricación de estos productos en España, y se trata del inicio, ya que la marca está trabajando en otros más de diez nuevos productos de la categoría portabicicletas que verán la luz a lo largo de 2024 y 2025.
Ciclismo
Ciclista: El casco, siempre el casco
El casco está hecho para un sólo uso del ciclista, pero decisivo para salvar una vida
Aunque hoy lo tengamos como normalizado, el casco con el ciclista en competición no era la imagen cuando empecé a ver ciclismo.
Entonces, finales de los ochenta, los ciclistas corrían con esas gorras por las que matamos en cada salida, o en cada web, viserillas ciclistas, pequeñas, elegantes que nos llevan a esos tiempos.
Con los años, el ciclismo tuvo varios sustos y trágicos desenlaces por la ausencia del casco en las competiciones.
La gota que colmó el vaso fue aquella caída trágica de Andrei Kivilev en la París-Niza de 2003.
A partir de entonces el casco empezó a ganar enteros en la escena ciclista, dándose incluso desarrollos curiosos como en 2004, creo recordar, cuando en una etapa de montaña del Tour los corredores debían llevarlo toda la carrera salvo en la subida final.
Aún recuerdo a Jan Ullrich persiguiendo a Basso y Armstrong en Plateau de Beille con los surcos del casco recién sacado en el cabello.
El casco sólo tiene un uso, uno hábil para el que está hecho.
Un impacto y listo.
Hace dos semanas exactas, en una salida en bicicleta por Italia, una compañera tuvo una caída tonta pero peligrosísima, accionó en la bajada a no mucha velocidad el freno equivocado y salió volando.
Cuando la retiraron del asfalto, le vimos el casco, lo tenía rajado por detrás.
Terrible.
El casco le acaba de salvar de una buena avería a Chris Harper… Casco siempre!!! #TotA pic.twitter.com/tmPv4pzv2F
— Null (@Errigx) April 18, 2024
Le había salvado la vida, como ayer a Chris Harper en esta caída en el Tour de los Alpes.
No quiero imaginar qué hubiera pasado si el ciclista no hubiera llevado casco, terrible el golpe que se da contra la base de la farola.
El casco siempre, a donde vayáis, aunque sea para el pan, para un paseo sin mas, el mal paso siempre aguarda al ciclista.
En esta eliminatoria no siempre hay partido de vuelta.
Imagen: A.S.O./Billy Ceusters
Ciclismo
Flecha Valona: Cuando el frío rompe al ciclista
El frío de esta Flecha Valona es de los que se recordará por muchos años
Las caras, los gestos, la cantidad de ropa, incluso en la subida final,… todo en esta Flecha Valona de ganador inesperado transmitía un frío infernal.
La guinda del pastel fue la secuencia de Mattias Skjelmose llevado en volandas por sus auxiliares al coche…
Des Conditions météorologiques dantesques.
Abandon du Leader de la @LidlTrek
M.Skeljmose 🇩🇰. pic.twitter.com/9T2LR8YeL9— William LALA 💜 (@willoo31) April 17, 2024
La imagen es tristísima pero lleva a preguntarnos por la previsión de ropa que hizo el ciclista, porque otros, ni siquiera en los momentos más determinantes, se quitaron la ropa de abrigo, cuando lo normal es que las prendas vuelen una vez se acerca el tramo final de carrera.
La Flecha Valona de 2024 ha sido un ejercicio infernal de eso que cada cierto tiempo sucede en las Árdenas, terreno abonado a jornadas de frío extremo de forma aleatoria.
Correr con mucho frío es un horror, te haces torpe total, no frenas buen, no cambias bien, la sensación te envuelve y te neutraliza.
No quiero pensar qué eran estas jornadas aquellos años en los que las prendas lejos de ser técnicas se convertían en plomos heladores una vez se empapaban.
Esta Flecha Valona entra directamente a un listado de frío en el que podía estar perfectamente aquella que ganó Michele Bartoli en 1999…
Etapa del Monte Bondone en Giro 1956…
…una inmensa tormenta de nieve dificultó la marcha hacia la montaña vecina de Trento. En estas que un ángel luxemburgués surgió de aquel infierno helado.
Su nombre Charly Gaul, y su objetivo mantener la cadencia con el único propósito de no quedar congelado. Llegó solo y al poco, una vez cruzada la meta, desfalleció.
Lieja-Bastogne-Lieja de 1980…
…el gran día de Hinault en la Doyenne fue apocalíptico. Ganó en medio de pasillos de nieve por las Árdenas.
El tejó sacó una minutada a uno de los 21 ciclistas que concluyeron la clásica después de partir más de 170.
Etapa del Gavia del Giro de 1988…
…la jornada siempre recordada cuando de ambos conceptos hablamos. Una dantesca nevada cayó sobre el pelotón el día que este coloso dolomítico alcanzó el estatus legendario.
Breukink granó una etapa que aupó a Hampsten, pertrechado en gafas de esquiador, al liderato rosa.
Tour de Flandes de 1985…
….un Eric Vanderearden irreconocible pasaba revista ante la TV flamenca después de ganar una edición heladora.
Le acompañaronn en el podio Phil Anderson y Hennie Kuiper en la más terrible Ronde de los tiempos modernos.
Etapa de Les Arcs del Tour de 1996…
….el Tour por su condición de veraniego rara vez vive en medio ambientes gélidos.
La etapa que vio el crash de Indurain fue un terrible escenario de frío y lluvia a mediados de julio que derivó en la suspensión del ascenso al Galibier por nieve al día siguiente.
Vuelta a Valencia de 2005…
…tras la suspensión de una etapa por la nieve, el pelotón se enfiló en una jornada dantesca donde llegan muchos fuera de control.
Flecha demuestró que navegar en tan hostil ambiente le resultó sencillo en un día en el que muchos ciclistas casi dejan el oficio.
Imagen:
A.S.O./Gaëtan Flamme
Ciclismo
Stephen Williams en una Flecha Valona de supervivencia
Pocas veces he visto tanto sufrimiento en un ganador como Stephen Williams en esta Flecha Valona
No sé cómo nos sentará en unos años cuando miremos el palmarés de la Flecha Valona y veamos el nombre de Stephen Williams.
Y no es por que el galés sea un ciclista desconocido, ganador hace unos meses en el Tour Down Under, pero sí por no contar en los pronósticos previos.
Aunque para ser sinceros, los pronósticos previos de esta Flecha Valona incluían tantos nombres, que el de Stephen Williams tenía que entrar sí o sí.
Decíamos ayer que la carrera valona es una de las más previsibles del año, que no recordábamos una fuga triunfal desde aquella de Igor Astaloa, hace más de viente años
La carrera nos ha contrariado el vaticinio, la carrera y el clima, qué frío, qué lluvia, qué horror de condiciones para cambiarlo todo de raíz.
Hemos asistido posiblemente a la competición más atípica del calendario 2024 del World Tour y una de las más raras de los últimos tiempos.
La descarga de lluvia y posterior frío helador han hecho maravillas en el pelotón, dando pábulo a alternativas muy poco contempladas.
Con los UAE KO, con los Ineos fuera, con equipos como el Intermaché abandonando a bloque, la carrera ha sido un ejercicio de supervivencia en el que han emergido equipos como el Uno X, que hoy parecía el Visma en Tirreno.
Sobre el ganador, Stephen Willians ha firmado una carrera increíble, desde ya el anterior paso por Huy, que hizo destacado y con el convencimiento de que su ataque final, a poco mas de 250 metros de meta, le iba a valer una Flecha Valona.
Un triunfo épico e insólito, el primero de un británico aquí, como el de Tom Pidcock en la Amstel.
Un triunfo que le aúpa muy alto a un coste extremo: ganó con varias capas, cosa que contradice los manuales del rendimiento, y con una cara que era la viva expresión del dolor.
Como aquella Flecha que ganó Bartoli, días antes que Vandenbroucke le diera bien en La Redoute, esta carrera si se disputa en condiciones extremas destroza el guión.
Me quedo con la imagen final de Maxim Van Gils sin poder disimular la tiritona en el podio como reflejo de esos días que marcan.
El domingo Lieja-Bastogne-Lieja con la casi seguridad de lluvia y temperatura por debajo de los diez grados.
Imagen: A.S.O./Gaëtan Flamme
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14 de octubre, 2022 En 17:46
No es alienación sino alineación.