Aquella Flecha Valona fue la última en la que llegó la escapada

Hoy la Flecha Valona ha sido una carrera que ha caído varias veces del lado de un ciclista español, pero cuando Igor Astaloa la ganó en 2003, aquello fue histórico.

Nunca un corredor de este lado de los Pirineos había dominado el camino hacia Huy, nunca hasta que el ermuarra se coronara aquella tarde de abril

Visto ahora, aquella edición fue histórica y no sólo por el antecedente que significó.

Aquella Flecha Valona se decidió en una escapada a 100 kilómetros de meta en la que entró Igor Astarloa pero también Aitor Osa, segundo esa tarde.

Fue una escapada numerosa, con gente muy potente como Bobby Julich y Christophe Moreau, entre otros.

De ese filtro surgió Astarloa para irse solo a 200 metros y adjudicarse uno de sus mejores triunfos, medio año antes de ser campeón del mundo en Hamilton, Canadá.

🔝 A quién te recuerda???
🔝 Quién quieres que lo vista antes de retirarse??? pic.twitter.com/CCRWzveeNR

— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 15, 2024

Mirando el palmarés de la Flecha Valona desde entonces, no identifico un final en escapada.

En este tiempo Alejandro Valverde se ha erigido como el mejor corredor en la historia de la carrera, superando mitos como Eddy Merckx y Moreno Argentin.

El murciano sentó cátedra en las demenciales rampas de Huy, lo que en su día Purito me dijo que era «el kilómetro más largo del ciclismo».

En este palmarés emerge lo mejor de cada época en materia de uphill finisher, empezando por el llorado Davide Rebellin, siguiendo por Danilo Di Luca, y completando la relación con gente como Kim Kirchen, Dani Moreno, Cadel Evans, Purito, Julian Alaphilippe y Marc Hirschi hasta el mismo Tadej Pogacar.

La Flecha Valona se ha convertido en la carrera más predecible del calendario, condicionada por esa llegada llegando a la pregunta de rigor ¿convendría retocar el final de Huy?

Muchos dirán que no, que es la tradición, pero a las pruebas me remito y la Lieja ha mejorado, pero mucho, sacando la meta de Ans…

Imagen @Urtekaria

A medio camino del trienio, la renta de puntos de Movistar se va estrechando

«Los putos puntos» como dijo Alejandro Valverde sobre la carrera de Movistar a la gente de Relevo.

Y es así, esta historia ya la hemos visto, ¿el día de la marmota?, no lo sé, espero que no, por la salud y los nervios de la gente del equipo y de la afición

La última vez que escribimos de Movistar en este mal anillado cuaderno, el equipo venía de una buena racha de éxitos y mejores sensaciones, entonces nadie hablaba de puntos.

Aquello fue en febrero, en la previa de las primeras grandes carreras, en competiciones como Mallorca, Valencia y Jaén.

Un febrero fecundo en éxitos que llevó a la gente de equipo a comentar que las cosas habían cambiado, que se habían mejorado muchos procesos y que los resultados hablaban de ello.

Pero llegó el Opening Weekend, Oier Lazkano hizo podio en la Kuurne y a partir de ahí, el vacío de resultados.

El grueso de la primavera ha sido un desastre, salvo en momentos puntuales de brillo de Lazkano o Cortina o la persecución de Enric Mas en la etapa reina de la Volta, el balance es pobre, mucho, al punto que a mediados de abril, cuando aún no hemos atravesado el ecuardo del trienio, vuelve el tema de los puntos, de los «putos puntos».

El otro día tratamos la cuestión con dos «ingenieros» del tema, Raúl Banqueri y Luis López (el responsable de la cuenta de @adecenso) para saber cómo estaban las cosas.

Aún el colchón sigue siendo potente, pero el margen se estrecha, en especial con Arkea, equipo que está poniendo todo la carne en el asador y ni siquiera ha logrado activar sus dos grandes ciclistas, Arnaud Démare y Florian Sénéchal.

Los franceses van sumando en mil frentes, mientras que Israel cometió el «sorpasso» a Movistar no hace muchos días.

Con el equipo en zona de estrés y el Astana muy descolgado, la cosa se la van a jugar DSM, Cofidis y el mentado Arkea.

Es cierto que DMS y Cofidis parecen un escalón por debajo, ojo que los franceses aún no han logrado victoria alguna, pero el caso es que la tendencia del Movistar no es halagüeña y los puntos no caen del cielo.

Hay un problema con el calendario que quizá un día tengamos la suerte de entender en boca de los responsables del equipo telefónico y por otro lado, lo que viene ahora, hasta el Tour, va a depender mucho de que Enric Mas se active en la lucha de generales como Romandía.

En Ardenas, el equipo no es el de antaño, con el gran favorito en sus filas, y el arranque de Nairo, un tipo que en circunstancias no tan lejanas aseguraba unos buenos puntos, ha sido horrible por enfermedad y caídas, aunque si es por eso, mejor, y no por que le esté costando un mundo su regreso.

Cuando Iván García Cortina me dijo que corría la Volta, en lugar de ciertas clásicas, pude entender que tenía el objetivo en mejorar su fondo. Pero verle en esta carrera y no en Gante o Harelbeke me parece la raíz para explicar los problemas que está empezando a tener Movistar.

— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 14, 2024

Calendarios como el de Iván García Cortina ausente en clásicas del pavé para no brillar nada en la Volta explican en gran parte esta situación y la deriva, muy similar a la que se planteó en agosto de 2022, cuando el equipo decidió ir a todo lo que daba, sus corredores empezaron a sumar y se salvaron holgadamente.

La situación de Movistar con los puntos como decimos en el podcast es de «wait and see», por el momento el agua no llega al cuello, pero una buena racha de Cofidis y DSM, puede encender las alarmas.

Y esta vez no sucede como hace dos años, cuando se enteraron del problema a medio año del final del trienio, esta vez Movistar y sus rivales tienen año y medio para esquivar un desastre.

José Julián Balaguer no ha faltado a ninguna edición de la Desafío Maestrat

“Correr en casa me hace ilusión y la Desafío Maestrat es un ejemplo perfecto de lo que esta zona puede ofrecer al ciclista«.

José Julián Balaguer monta hace muchos años en bicicleta. De hecho, si escarbáis en los anuarios veréis su nombre, pues fue profesional unos años. Dio el salto con el Orbea, año 1984, dirigido por Txomin Perurena. Estuvo aquí hasta el tiempo de Caja Rural, el primer Caja Rural y luego compitió con el Helios CR, año 1989.

“Un tiempo que no olvido -admite-. Corrí una Vuelta y un Giro, también algunas clásicas como la Lieja-Bastogne Lieja”.

“Es toda una vida en bici” rememora.

Hoy compite en ciclocross, ha sido campeón de España de master 50, en una enconada rivalidad con el mítico Jokin Mugika.

Pero no sólo compite, disfruta y sale en bicicleta con su grupeta de Benicarló, conociendo todas las grandes marchas cicloturistas: “Pon todas las más importantes, la Quebrantahuesos, la Purito, la Perico… incluso la Monegros de BTT”.

Así es el recorrido de Desafío Maestrat 

El placer de correr en casa

José Julián conoce bien el terreno de la Desafío Maestrat -el próximo 1 de junio-. “He estado en todas las ediciones -concreta-. Hace una gran ilusión que se la del pueblo, incluso salí con el dorsal uno en la primera edición. Un lujo”.

Para él, este tramo del norte de Castellón es “zona ciclista por excelencia, lleno de puertos no muy largos, pero que vas encadenando uno tras otro. Es perfecto para el ciclista, carreteras tranquilas, arregladas y estrechitas, como nos gusta a los ciclistas, en medio de parajes amables, es monte total”.

“A mí me gusta la Desafío Maestrat, es la marcha de aquí, es tranquila y pequeña, no como las grandes, por eso el trato al corredor es cercano” comenta José Julián.

Encontrar tu grupo

En el desarrollo de la Desafío Maestrat describe que “el inicio permite ir en grupo, encontrando la gente que te acompañará en el segundo tramo. Es a partir de la Mirona que se forman los diferentes grupetos y encuentras tu ritmo. Es importante hacerlo así porque la aproximación a Ares es dura y a veces sopla el viento”.

Para el ciclista es reseñable “la seguridad de la marcha. Detectas que hay un buen control de los vehículos, incluso tratándose de carreteras tranquilas. Los avituallamientos están bien, aunque en mi caso debo admitir que no paro mucho”.

El fiesta es con producto local: “Nos metemos un arroz o fideuá mientras comentamos la jugada”.

Y advierte: “Ojo con la segunda cerveza, que venimos de hacer un esfuerzo importante y es traicionera”.

La prueba se realizará el próximo 1 de junio con salida y llegada a Benicarló, abriendo la ruta a los increíbles parajes del norte de Castellón, escalando sus emblemáticos puertos por los que ya han transcurrido pruebas de primer nivel como La Vuelta a España.

Desafío Maestrat: 200 km / +3000 m

Se disponen de dos puntos de control (PC), para recortar kilómetros y completar 84 km o 125km.

En este duro recorrido se coronan 5 puertos: el Alto de Cervera, La Mirona, Coll d´Ares, Alto de Santa Agueda y Alto de Vallibona, y entre ellos diversas pequeñas cotas para completar la experiencia.

Inscripciones y precios

Las inscripciones están abiertas hasta el 12 de mayo con escalado de precios por 66€, incluyendo maillot, bolsa del corredor y avituallamientos.

+ INFO

Peder por celebrar antes de tiempo es un clásico de mucho antes que Lorena Wiebes

Suceder siempre ha sucedido, pero vaya salto hemos dado en el asiento con el desenlace de Amstel femenina entre Lorena Wiebes y Marianne Vos.

Sé que es un tópico, pero lo que le ha pasado a Lorena Wiebes me parece inconcebible #AGR24

— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 14, 2024

¿Qué pasa por la cabeza de la ciclista en esos momentos?

Me cuesta creer que piense en la fotografía, en el postureo como leo a algunos, es cierto que una bonita foto es el mejor colofón a un gran triunfo, pero no me parece el caso de Lorena Wiebes.

En el caso de la neerlandesa, me parece un descanso, un alivio verse ahí delante, con la victoria a tocar, siendo una de otras muchas.

Como dijo Sául Miguel en Eurosport está tan acostumbrada a ganar con margen que es casi seguro que se vio ganadora metros antes de cruzar la meta.

Pero claro, como muchas veces los más incondicionales olvidan, esta gente no corre sola y sí rodeados de rivales hambrientos.

Toda Lorena Wiebes tiene una Marianne Vos en la vida.

El desenlace seguro que nos recordó a aquel entre Zabel y Freire en San Remo, veinte años hace ya, o a otros más recientes, como el del Mont Faron entre Lenny Martinez y Tobias Johannessen.

En estos casos, la descarga de presión, la confianza tienen que ver, pero no creo que sea por la foto ni la vanidad de retratar el momento.

En todo caso si hubo uno que cometió este pecado fue Julian Alaphilippe en esa Lieja que Roglic le rebaña en el final.

No hubiera ganado, por estar descalificado sin aún saberlo, pero la imagen fue muy celebrada y comentada, tanto que a Julian Alaphilippe muhcos se lo siguen recordando.

Como le va a suceder a Lorena Wiebes en el futuro.

¿Por qué lo ha hecho? Ella sabrá, donde no me gustaría haber estado es en la cena del equipo horas después del desastre, porque que suceda esto en ciclismo profesional es un desastre.

Imagen: Visma Lease a Bike Women