Ciclismo
Mallorca también se merece ver ciclismo
El ciclismo es parte intrínseca de la naturaleza de Mallorca
Con el regusto del gran triunfo de Carlos Rodríguez en la carrera en ruta, los Campeonatos de España de ciclismo de Mallorca han puesto una muesca más en la aún corta historia de la gran isla de las Baleares con este deporte.
Javier Ares dio cuenta de las veces que los nacionales de ciclismo se disputaron en Mallorca y los antecedentes son abrumadores, por escasos, desde los sesenta que no aparecían por el lugar e incluso antes cabría irse a los tiempos de Mariano Cañardo.
En este tiempo, ses Illes ha sido origen de grandes campeones, tanto olímpicos, como Llaneras, como los hermanos Timoner junto a pistards de referencia como Alzamora, Tauler y Muntaner.
Todo ello sin olvidar que el principal ciclista español para el Tour que empieza ya se llama Enric Mas.
A este paisaje de nombres y a los antecedentes de los Campeonatos de España, el ciclismo profesional no es tan frecuente en Mallorca.
Hay que irse a 1998 para la Vuelta a España y anualmente, su Challenge se corre entre el apagón televisivo y la sensación de desarrollarse en la clandestinidad.
Y es una pena, porque hablamos de una tierra bendecida para y por la bicicleta.
Una isla de mil paisajes y formas de sacarle jugo a la flaca, en medio de carreteras llenas de ciclistas de medio mundo que hacen de la gran isla un destino fijo cada año y desde hace mucho tiempo.
Mallorca además es una de las sedes del Ineos, una base de operaciones fija que divulga las maravillas del lugar por países que aprecian el buen ciclismo.
Digo todo lo anterior por todo lo leído y escuchado sobre la elección de Mallorca como sede del Campeonato de España de ciclismo.
Me apena leer críticas a una sede que es sin duda una auténtico vergel de ciclismo, tan obviado como bello e idóneo para este deporte.
Lástima que esas instituciones no pusieran acento en la promoción…
Hola, os escribo desde Mallorca. Ha habido muy poca promoción, la llegada instalada en una zona que no invita, a las afueras de Son Moix, al lado de un polígono, un domingo de verano en Mallorca a 33 grados. Poca vista.
— Xim (@ximverguenza) June 27, 2022
Sé que las cosas no están fáciles para moverse, que los costes se disparan y que ir a competir a las islas no es sencillo, pero no olvidemos que desde las mismas se tienen que mover durante toda la temporada a toda España.
Nadie nada en la abundancia, pero es necesario que el ciclismo pise la mayor cantidad de territorios posible, que se le vea por mil lugares y que la gente lo aprecie por donde pase.
Es bueno para el ciclismo y para los aficionados.
Hasta los ganadores nos han gustado…
Cuando tanta gente se alegra de los títulos de Carlos Rodríguez y Raúl García Pierna no es casualidad.
Es fruto de un trabajo cimentado en la humildad, la calidad y motoraco a partes iguales.
Ya vuelan solos y muy alto….#CEMallorca22— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) June 26, 2022
Ahora bien, dicho todo lo anterior, quizá cabría plantearse que, cuando se ha de viajar a las islas, alguien saque el rédito necesario ayudando a aquellos que más dificultad tienen en llegar tan lejos.
Buscar fórmulas o patrocinios que equilibren la balanza.
Que competir en Baleares o Canarias no sea un lastre para los que menos posibles tienen, aunque claro eso exige antelación en la elección del sitio.
No sólo queremos que el ciclismo esté en cuantos más sitios mejor, también queremos que lo compitan la mayor cantidad de actores.
Ciclismo
Cruz Stema: Portabicicletas de plataforma para bola de remolque
El nuevo portabicicletas de Cruz ofrece tres modelos
Cruz lanza su primer portabicicletas de plataforma para bola de remolque CRUZ Stema, diseñado y fabricado completamente en España. Se trata de un portabicicletas de plataforma para bola de remolque funcional que cuenta con columnas para la fijación de bicicletas móviles para un mejor ajuste a los diferentes cuadros y tallas de bicicletas.
En su diseño ha primado la facilidad de uso y es por ello que las columnas para fijación de bicicletas se pliegan para facilitar la carga y descarga de las bicicletas y reducir, además, el tamaño del producto al almacenarlo. Las bicicletas se fijan al portabicicletas mediante correas textiles con protección para evitar la posibilidad de dañar componentes como el cuadro o las llantas de las bicicletas.
El portabicicletas CRUZ Stema es abatible manualmente para facilitar el acceso al maletero incluso cuando las bicicletas están siendo transportadas y tiene, además, una innovadora posición de no uso en la que el portabicicletas se puede plegar, reduciéndose así el espacio que ocupa en la parte trasera del vehículo. De esta forma facilita las maniobras y el aparcamiento del vehículo con el portabicicletas instalado.
CRUZ Stema cuenta con un sistema de fijación de fácil acoplamiento a la mayoría de bolas de remolque y sus pilotos tienen un diseño atractivo con todas las funcionalidades gracias a su conector de 13 pines. Tan importante es la experiencia y facilidad de uso como la seguridad, por ello, el nuevo portabicicletas para bola de remolque CRUZ Stema tiene disponible, opcionalmente, un sistema antirrobo de fácil montaje que dificulta la manipulación y sustracción tanto del producto como de las bicicletas transportadas.
CRUZ Stema estará disponible a la venta partir del próximo día 23 de abril de 2024 y desde un precio venta al público recomendado de 299,95 € (IVA incluido).
Estará disponible en tres modelos, para dos, tres y cuatro bicicletas, y tiene versiones adaptadas a las necesidades y requerimientos de los diferentes mercados. En esta primera fase del lanzamiento aparecen las versiones para Europa y Reino Unido.
El nuevo portabicicletas CRUZ Stema supone una gran apuesta de la marca CRUZ por el diseño y la fabricación de estos productos en España, y se trata del inicio, ya que la marca está trabajando en otros más de diez nuevos productos de la categoría portabicicletas que verán la luz a lo largo de 2024 y 2025.
Ciclismo
Ciclista: El casco, siempre el casco
El casco está hecho para un sólo uso del ciclista, pero decisivo para salvar una vida
Aunque hoy lo tengamos como normalizado, el casco con el ciclista en competición no era la imagen cuando empecé a ver ciclismo.
Entonces, finales de los ochenta, los ciclistas corrían con esas gorras por las que matamos en cada salida, o en cada web, viserillas ciclistas, pequeñas, elegantes que nos llevan a esos tiempos.
Con los años, el ciclismo tuvo varios sustos y trágicos desenlaces por la ausencia del casco en las competiciones.
La gota que colmó el vaso fue aquella caída trágica de Andrei Kivilev en la París-Niza de 2003.
A partir de entonces el casco empezó a ganar enteros en la escena ciclista, dándose incluso desarrollos curiosos como en 2004, creo recordar, cuando en una etapa de montaña del Tour los corredores debían llevarlo toda la carrera salvo en la subida final.
Aún recuerdo a Jan Ullrich persiguiendo a Basso y Armstrong en Plateau de Beille con los surcos del casco recién sacado en el cabello.
El casco sólo tiene un uso, uno hábil para el que está hecho.
Un impacto y listo.
Hace dos semanas exactas, en una salida en bicicleta por Italia, una compañera tuvo una caída tonta pero peligrosísima, accionó en la bajada a no mucha velocidad el freno equivocado y salió volando.
Cuando la retiraron del asfalto, le vimos el casco, lo tenía rajado por detrás.
Terrible.
El casco le acaba de salvar de una buena avería a Chris Harper… Casco siempre!!! #TotA pic.twitter.com/tmPv4pzv2F
— Null (@Errigx) April 18, 2024
Le había salvado la vida, como ayer a Chris Harper en esta caída en el Tour de los Alpes.
No quiero imaginar qué hubiera pasado si el ciclista no hubiera llevado casco, terrible el golpe que se da contra la base de la farola.
El casco siempre, a donde vayáis, aunque sea para el pan, para un paseo sin mas, el mal paso siempre aguarda al ciclista.
En esta eliminatoria no siempre hay partido de vuelta.
Imagen: A.S.O./Billy Ceusters
Ciclismo
Flecha Valona: Cuando el frío rompe al ciclista
El frío de esta Flecha Valona es de los que se recordará por muchos años
Las caras, los gestos, la cantidad de ropa, incluso en la subida final,… todo en esta Flecha Valona de ganador inesperado transmitía un frío infernal.
La guinda del pastel fue la secuencia de Mattias Skjelmose llevado en volandas por sus auxiliares al coche…
Des Conditions météorologiques dantesques.
Abandon du Leader de la @LidlTrek
M.Skeljmose 🇩🇰. pic.twitter.com/9T2LR8YeL9— William LALA 💜 (@willoo31) April 17, 2024
La imagen es tristísima pero lleva a preguntarnos por la previsión de ropa que hizo el ciclista, porque otros, ni siquiera en los momentos más determinantes, se quitaron la ropa de abrigo, cuando lo normal es que las prendas vuelen una vez se acerca el tramo final de carrera.
La Flecha Valona de 2024 ha sido un ejercicio infernal de eso que cada cierto tiempo sucede en las Árdenas, terreno abonado a jornadas de frío extremo de forma aleatoria.
Correr con mucho frío es un horror, te haces torpe total, no frenas buen, no cambias bien, la sensación te envuelve y te neutraliza.
No quiero pensar qué eran estas jornadas aquellos años en los que las prendas lejos de ser técnicas se convertían en plomos heladores una vez se empapaban.
Esta Flecha Valona entra directamente a un listado de frío en el que podía estar perfectamente aquella que ganó Michele Bartoli en 1999…
Etapa del Monte Bondone en Giro 1956…
…una inmensa tormenta de nieve dificultó la marcha hacia la montaña vecina de Trento. En estas que un ángel luxemburgués surgió de aquel infierno helado.
Su nombre Charly Gaul, y su objetivo mantener la cadencia con el único propósito de no quedar congelado. Llegó solo y al poco, una vez cruzada la meta, desfalleció.
Lieja-Bastogne-Lieja de 1980…
…el gran día de Hinault en la Doyenne fue apocalíptico. Ganó en medio de pasillos de nieve por las Árdenas.
El tejó sacó una minutada a uno de los 21 ciclistas que concluyeron la clásica después de partir más de 170.
Etapa del Gavia del Giro de 1988…
…la jornada siempre recordada cuando de ambos conceptos hablamos. Una dantesca nevada cayó sobre el pelotón el día que este coloso dolomítico alcanzó el estatus legendario.
Breukink granó una etapa que aupó a Hampsten, pertrechado en gafas de esquiador, al liderato rosa.
Tour de Flandes de 1985…
….un Eric Vanderearden irreconocible pasaba revista ante la TV flamenca después de ganar una edición heladora.
Le acompañaronn en el podio Phil Anderson y Hennie Kuiper en la más terrible Ronde de los tiempos modernos.
Etapa de Les Arcs del Tour de 1996…
….el Tour por su condición de veraniego rara vez vive en medio ambientes gélidos.
La etapa que vio el crash de Indurain fue un terrible escenario de frío y lluvia a mediados de julio que derivó en la suspensión del ascenso al Galibier por nieve al día siguiente.
Vuelta a Valencia de 2005…
…tras la suspensión de una etapa por la nieve, el pelotón se enfiló en una jornada dantesca donde llegan muchos fuera de control.
Flecha demuestró que navegar en tan hostil ambiente le resultó sencillo en un día en el que muchos ciclistas casi dejan el oficio.
Imagen:
A.S.O./Gaëtan Flamme
Ciclismo
Stephen Williams en una Flecha Valona de supervivencia
Pocas veces he visto tanto sufrimiento en un ganador como Stephen Williams en esta Flecha Valona
No sé cómo nos sentará en unos años cuando miremos el palmarés de la Flecha Valona y veamos el nombre de Stephen Williams.
Y no es por que el galés sea un ciclista desconocido, ganador hace unos meses en el Tour Down Under, pero sí por no contar en los pronósticos previos.
Aunque para ser sinceros, los pronósticos previos de esta Flecha Valona incluían tantos nombres, que el de Stephen Williams tenía que entrar sí o sí.
Decíamos ayer que la carrera valona es una de las más previsibles del año, que no recordábamos una fuga triunfal desde aquella de Igor Astaloa, hace más de viente años
La carrera nos ha contrariado el vaticinio, la carrera y el clima, qué frío, qué lluvia, qué horror de condiciones para cambiarlo todo de raíz.
Hemos asistido posiblemente a la competición más atípica del calendario 2024 del World Tour y una de las más raras de los últimos tiempos.
La descarga de lluvia y posterior frío helador han hecho maravillas en el pelotón, dando pábulo a alternativas muy poco contempladas.
Con los UAE KO, con los Ineos fuera, con equipos como el Intermaché abandonando a bloque, la carrera ha sido un ejercicio de supervivencia en el que han emergido equipos como el Uno X, que hoy parecía el Visma en Tirreno.
Sobre el ganador, Stephen Willians ha firmado una carrera increíble, desde ya el anterior paso por Huy, que hizo destacado y con el convencimiento de que su ataque final, a poco mas de 250 metros de meta, le iba a valer una Flecha Valona.
Un triunfo épico e insólito, el primero de un británico aquí, como el de Tom Pidcock en la Amstel.
Un triunfo que le aúpa muy alto a un coste extremo: ganó con varias capas, cosa que contradice los manuales del rendimiento, y con una cara que era la viva expresión del dolor.
Como aquella Flecha que ganó Bartoli, días antes que Vandenbroucke le diera bien en La Redoute, esta carrera si se disputa en condiciones extremas destroza el guión.
Me quedo con la imagen final de Maxim Van Gils sin poder disimular la tiritona en el podio como reflejo de esos días que marcan.
El domingo Lieja-Bastogne-Lieja con la casi seguridad de lluvia y temperatura por debajo de los diez grados.
Imagen: A.S.O./Gaëtan Flamme
-
Ciclistas1 semana atrás
3 clasicómanos que se aproximarían a Mathieu Van der Poel
-
Ciclismo4 días atrás
Movistar y los puntos, esta historia me suena
-
Ciclismo antiguo3 días atrás
1994: La Flecha Valona que cambió el ciclismo
-
Noticias de ciclismo7 días atrás
Amstel Gold Race: ¿Quién puede evitar el éxito de Van der Poel?
-
Ciclismo1 día atrás
Ciclista: El casco, siempre el casco
-
Ciclismo antiguo6 días atrás
Amstel Gold Race by Jan Raas
-
Ciclismo4 días atrás
La Flecha Valona de Igor Astarloa ya queda lejos
-
Ciclistas2 días atrás
5 desenlaces de capo en los monumentos