Connect with us
Leaderboard 1 XX
Leaderboard 2 XX

Mundo Bicicleta

Tour #18- Froome camina en otro nivel

Publicado

en

DT-Swiss 1024×14

Cabe afirmar que paulatinamente, aceleradamente quizás, se han ido clarificando la situación concreta que ha caracterizado este Tour de Francia, especialmente en lo que se refiere al futuro vencedor de la ronda gala que recae con casi toda seguridad sobre las espaldas de Chris Froome, que en el transcurso de la decimoctava etapa lo demostró con evidencia en virtud de sus facultades que se preocupó desarrollar con facilidad en el transcurso de la lucha individual contra las manecillas del reloj que se libró en una cronoescalada de 17 kilómetros de severa dureza entre las poblaciones de Sallanches y Megève.

Froome no tiene rivales, ni los tendrá

No hubo vuelta de hoja, sobre todo en la segunda mitad del recorrido, en donde el corredor británico rebasó y superó al holandés Tom Dumoulin, bajo un margen de de ventaja de 21 segundos, los suficientes para hacerse con la victoria frente a este especialista consumado de 25 años, oriundo de Maastricht, que le había vencido precisamente en la decimotercera etapa corrida bajo esta misma especialidad, aunque ante una configuración no tan exigente, con final en la localidad de la Caverne du Pont d´Arc, emplazada en la región de Rhône-Ain.

Chris o Cristopher Froome consolidó su posición de líder, en una jornada en la que los representantes españoles se mostraron combativos, en especial el vasco Ion Izagirre (7º) y el catalán Joaquim Rodríguez (8º), cediendo ambos tan sólo alrededor de un minuto de tiempo con respecto al triunfador indiscutible de la jornada. Quisiéramos decir que a estas alturas la primera plaza del podio está en propiedad de Froome, un puesto de prestigio ya casi consolidado. En cambio, los cinco lugares siguientes de honor se mantienen todavía dentro de una gran incógnita por saber cómo se clasificarán a la postre a la vista de la conclusión del Tour, que tendrá lugar en París, el próximo domingo. La incógnita es que los cinco citados aspirantes están separados solamente por un margen de un minuto con 8 segundos ¡Casi nada tras recorrer la friolera de 3.000 kilómetros!

Kern Pharma

A continuación queremos exponer a las claras sus nombres concretos, que son: el holandés Bauke Mollema (2º), el británico Adam Yates (3º), el colombiano Nairo Quintana (4º), el francés Bardet (5º) y el australiano Richie Porte (6º). Todo estará en saber, pues, qué acontecerá y qué alternativas se producirán en las dos etapas alpinas que se nos avecinan y que nos deberán esclarecer de una manera definitiva tal como va a quedar la clasificación general final, con el consiguiente peso específico que nos traerán las dos sendas etapas, con llegadas en Saint-Gervais (19ª etapa) y Morzine (20ª), respectivamente. Sabido es que la última etapa será de asueto y de apoteosis. Es una jornada regalada al gran público que no servirá por tradición más que para aglutinar el entusiasmo de las multitudes en una sola voz y allí presentes. Se rinde homenaje a la prueba por etapas más significativa y de más identidad de nuestro calendario ciclista internacional.

Comentar algo sobre el coloso Mont-Blanc

Estos días el Tour en cierta manera ha merodeado de forma continuada o más o menos directa estos confines aglutinados alpinos, colindantes a la imponente mole del Mont-Blanc, cuya población más cercana es la localidad de Chamonix, en donde se vive con intensidad el turismo de alta montaña. Todo esto nos sugiere, aunque encerrados en un comentario breve, que escribamos un poco nada más sobre este coloso de los Alpes tan conocido y tan divulgado, que la caravana multicolor ciclista nos ha ofrecido. Nos hemos hermanado con su majestuosa e imborrable silueta, una silueta que en verdad nos ha impuesto siempre un cierto respeto. Casualidades de la vida.

Nosotros tenemos un recuerdo inolvidable, de los más entrañables de entre nuestras mil memorias. Esta montaña imponente, cubierta de tierra granítica y vestida en sus alturas por nieves perpetuas y glaciares, con una altura que llega a los 4.810 metros, constituyendo el punto más alto de la Unión Europea, compartido en medio entre los países de Francia e Italia.

En el mes de agosto de 1.786, dos alpinistas bien entrenados y debidamente equipados, oriundos de Chamonix, la cuna de los alpinistas, bajo el protagonismo del doctor en ciencias, Michael Gabriel Paccard, y un ayudante suyo, apellidado Jacques Balmat, lograron culminar por vez primera la gran heroicidad, es decir, llegar hasta la cumbre, esta temible cima que había enterrado a muchos hombres y que se la llegó a nombrar por doquier como “la montaña maldita” a raíz de los peligros que acuciaban sus temibles glaciares, que había acumulado con el paso de los tiempos muchas víctimas.

Al año siguiente, Balmat, gracias a su valiosa experiencia, acompañó en esta misma aventura al científico Horace Bénédict de Saussure. Se realizó por segunda vez esta magnífica y loable proeza ante la admiración e incluso incredulidad por parte de las gentes del lugar que veían en el Mont-Blanc una extraña pesadilla, un extraño misterio, una extraña leyenda. Nos ha valido la pena renombrar un pequeño eco acerca de esta montaña con la que el Tour de Francia se ha sentido vinculado al pisar durante esos días y con constancia aquellas tierras con el acompañamiento rutilante de los esforzados hombres de pedal.

La montaña del Mont-Blanc, este macizo más alto de nuestra Europa, este terrible juez de paz, ha presidido la competición ciclista de las dos ruedas desde la lejanía, desde esta lejanía que nos parecía mucho más cercana. Sentimos satisfacción al haber redactado siquiera unas líneas y rendir también nuestro modesto homenaje. Nuestra memoria no olvida los Alpes de Saboya.

Por Gerardo Fuster

Fotografia tomada del FB de Tour de Francia

INFO patrocinada por 226ers

226ERS ha sido galardonado con el sello de Plata en los Premios Desnivel de Material de Montaña y Outdoor 2016.

De los casi 90 productos que han sido galardonados, las 226ERS Endurance Fuel Bars han sido el único producto que ha sido destacado en la categoría de alimentación.

Tras meses de intensas pruebas y análisis, el jurado del Premio Desnivel de Material de Montaña y Outdoor 2016, que ediciones Desnivel celebra en su octava edición, ha emitido su veredicto. De los 270 candidatos recibidos, que fueron organizados en 34 categorías en función de su utilidad, sólo 8 productos se han alzado con el máximo galardón, el sello de oro del Premio Desnivel, mientras que otros 55 productos han sido destacados con el sello de plata.

Las 226ERS Endurance Fuel Bar son un referente en la gama de productos de la marca, diferenciada por su calidad, la innovación y la preocupación por la salud de sus consumidores. Así, al igual que estas barritas energéticas, todos sus productos son libres de gluten y muy bajos o nulos en cuanto a contenido en azúcares.

Podrás encontrar toda la información del Premio Desnivel –el único independiente de material de montaña y outdoor que se celebra en nuestro país– con las argumentaciones del jurado, test de los casi 200 productos probados y más de 400 fichas de compras, así como artículos prácticos, en el número extraordinario Especial Material 2016/17, estará a la venta el próximo 15 de julio en quiosos y puntos de venta especializados.

226ERS es una marca referente en nutrición deportiva, centrada principalmente en deportes de resistencia como triatlón, ciclismo, running, etc. Su gama de productos permite a los deportistas cubrir las necesidades de suplementación y recuperación tanto en su entrenamientos como en las pruebas en las que participan.

Descubre más sobre 226ERS en su web: http://226ers.com

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo
Click para Comentar

Dejar Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Destacado

De Landa a Izagirre, los juveniles de oro en el podio de la Itzulia

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

Ver a Landa e Izagirre en el podio de la Itzulia tanto tiempo después

La Itzulia que acabó en las manos del vigente ganador del Tour de Francia fue un espectáculo de menos a más que tuvo a dos vascos en el podio, Mikel Landa y Ion Izagirre, una estadística singular, tremenda, ¿cuántos ciclistas del lugar quedan en el podio de su carrera World Tour?

Tras verles en el cajón de la Itzulia he querido recuperar este escrito que Unai Yus nos obsequió hace casi seis años, cuando Mikel Landa se quedó a las puertas del podio del Tour tras ayudar a Chris Froome….

Cuando Mikel Landa se queda a un solo segundo del podio en París, después de hacer el Giro de Italia, resulta que todo el mundo lo conoce, todo el mundo sabe y de él y, por supuesto, señores, esto es España, todo el mundo opina y sienta cátedra sobre él.

Kern Pharma

Al igual que Landa, muchos, muchísimos niños jugaban a ser ciclistas e incluso algunos soñaban con serlo. Personalmente conozco a bastantes corredores vascos que, allá por 2006 y 2007, eran juniors, unos juniors con una ilusión tremenda, con los que tuve la suerte de trabajar.

Algunos de ellos, muchos teniendo en cuenta los tiempos que corren, son ahora profesionales. Me dejaré alguno, seguro, pero recuerdo al citado Landa a Ion Izagirre, Peio Bilbao, Garikoitz Bravo, Igor Merino y Jon Aberasturi en ruta más Jonathan Lastra y Omar Fraile, como corredores de BTT.

Ya entonces tenían algo, se les veía calidad, pero, para sorpresa de muchos, no eran dominadores de la categoría ni mucho menos. Como ejemplo, Landa e Izagirre fueron los dos últimos corredores de la selección de Euskadi en el campeonato junior que se celebró en Onda y que ganó el navarro Enrique Sanz. Esto es sólo un detalle, pero da pistas sobre cómo son estos corredores actualmente, buenos compañeros, sacrificados y conocedores del oficio.

Recuerdo a Mikel Landa como lo veo ahora, un tío con una clase descomunal, no como el corredor más autodisciplinado, no era un chico al que le encantara entrenar, pero tenía un don. Un don, una chispa que a día de hoy ha pulido con trabajo.

Mikel Landa es lo que era, un tío al que no le importaba sacrificarse por sus compañeros pero, ojo, tirado para adelante como pocos y que le gustaba ser líder cuando se sentía bien. Un tío con carácter, un líder en el grupo con sus chistes, sus gracias, un crío que no se callaba ni debajo del agua, que a veces se pasaba de la raya, que resultaba irrespetuoso, pero que generalmente lo hacía con un sentido, con un fin. Un tío, que podrá equivocarse o no, pero que no da puntada sin hilo.

Izagirre era otro talento natural, el del pedaleo fácil, al que le daba lo mismo una carrera de carretera que una de ciclocross, un chaval al que le veías pedalear y decías: “¡Qué clase tiene!”.

Al igual que Landa y que todos los corredores vascos, un junior de maduración lenta que todavía jugaba a ser ciclista era Peio Bilbao, un año más joven, el diamante, el niño flaco, desmadejado, con perfil de escalador y callado pero que lo mismo se te metía en una escapada por el llano y te la liaba.

Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

Jon Aberasturi, un velocista que nació en el lugar equivocado, triunfando en Asia, ahora. Este ya era de los míos, como fui yo, un currante, un chaval con algo menos de talento natural pero con una capacidad de trabajo y sacrificio fuera de toda duda.

En este grupo metería a Jonathan Lastra, también a Omar Fraile, el niño que se hizo atleta remando en la ría de Bilbao, a Igor Merino…. Otros muchos, tan talentosos y trabajadores como estos, y hablo sólo de los nacidos en Euskadi, se quedaron por el camino, entre ellos Aitor Ocampos, medalla en aquel campeonato de España de Onda.

Por tanto, está claro que a la cumbre del ciclismo profesional se llega por varios caminos, pero, los dioses del Olimpo, los cracks, sólo son aquellos que tiene un brillo especial, un duende, un don….para hacer magia en bicicleta.

Por Unai Yus

Imagen tomada del FB del Team Sky y Team Baharain

INFO

Las gran fondo by Rose Bikes…

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Mundo Bicicleta

Col de Turini, del motor al Tour

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

El Col de Turini estará en el cierre del Tour en la Costa Azul

En el cierre del Tour 2024, la jornada penúltima, con entrada y salida por el mapa de los Alpes Marítimos, hará alto en varios puertos y entre otros el Col de Turini

Los puertos de la Provenza y la Costa Azul, situados estratégicamente en la entrada de los Alpes marítimos, o en la salida, según cómo se miren o dependiendo de la carrera y de cómo los afronten, siempre han sido respetados y admirados, y siempre han sido sinónimo de batalla en sus cuestas, aportando su sal y su pimienta a competiciones como el propio Tour.

Podemos hablar del arco de Sospel y su trilogía de Niza: puertos como Braus (1002 m), Castillon (706 m) y La Turbie (480 m), continuando por otros como el Espigoulier (728 m), el Esterel (314 m) y sobre todo el gran Turini (a 1607 m), que han sido escenarios donde los adversarios continuamente se han tanteado y en muchos de ellos han habido luchas decisivas, llegando incluso algunos corredores a hacerse con el maillot de líder en estas cuestas en las que sus cunetas suelen estar abarrotadas de gente.

Kern Pharma

Citar los puertos provenzales es evocar lugares donde las rampas se retuercen y giran sobre sí mismas, donde las curvas las marcan los arbustos, donde los ángulos agudos se muestran sin contemplaciones, mientras los corredores caracolean, girando sus cabezas buscando la carretera y siempre intentando seguir los muros de contención para evitar el precipicio.

Por eso estos cols siempre provocan muecas entre los participantes, algo, por otro lado, bastante normal en Niza, la capital del Carnaval galo.

Y llegamos al Col de Turini…

Como Turini, que vuelve a la competición, sobre dos ruedas sin motor, nada menos que después de 46 años de haberlo hecho por última vez, en 1973 y en el Tour, con victoria para de uno de los nuestros que supo «encarrilar» muy bien su pedaleo dirección a su cima.

Estamos hablando, en efecto, del recordado Vicente López Carril, un histórico del ciclismo español.

Así, podemos decir que el corredor gallego fue el último ciclista en coronar el puerto en primera posición, en una edición en la que quedó 5º de la general, después de haber hecho podio el año anterior.

De esta manera, Turini, más reconocido y popular en el mundo del rally porque en él se disputa uno de los más famosos del mundo como es el mítico Rallye de Montecarlo, cambia el motor por los pedales y en el que los ciclistas, ese próximo 16 de marzo, habrán de acometer más de 30 lacets, horquilla sobre horquilla, curvas cerradas, giros de 180º, en una exigente ascensión de 15 km con una pendiente media del 7,3% y donde probablemente se decida el ganador de esta edición de la París-Niza.

Una espectacular subida y en la que, por esas fechas, suele ser habitual que haya presencia de nieve.

Ya veremos.

Los aficionados, ese día, descubriremos un puerto para el ciclismo de ensueño, una de las carreteras serpenteantes más escénicas que existen, para disfrutar mientras contemplemos un paisaje de fantasía, ascendiendo por la ladera de la montaña y con hermosas vistas al mar Mediterráneo.

Un puerto de cine.

Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

El Turini fue, cómo no, todo un descubrimiento de Jacques Goddet, «una sensacional novedad» como él mismo exclamó cuando lo dio a conocer como primicia en el Tour de 1948 «con su interminable pendiente».

A pesar de haber entrado muy poco en las competiciones de ciclismo (Tour del 48 con victoria para Louison Bobet, del 50 para Jean Robic y la recordada del 73 de López Carril), en sus curvas se han escrito épicas páginas de la historia de la ronda gala, como en aquella etapa de la edición del 48, cuando Louison Bobet, que había abandonado el año anterior, estuvo a punto de hacer lo propio el día antes en San Remo, ya que se encontraba enfermo, pero durante aquella jornada, provocado por un ataque de Roger Lambrecht, que era nada menos que su delfín, Louison resucitó.

Acompañado y ayudado por un gran Apo Lazarides que protegió eficazmente el maillot amarillo de su líder y amigo, y además alumno de Vietto, se escaparon a siete kilómetros de la cima para lanzarse después a tumba abierta a pesar de los cuatro kilómetros de descenso pedregoso.

Louison Bobet triunfó finalmente en Cannes recuperando siete minutos a Bartali.

El italiano, su adversario más peligroso, se encontraba en ese momento a 21 minutos.

Como curiosidad, el prestigioso L’Equipe, al dar la novedosa noticia de la inclusión de este bonito puerto en la París-Niza de 2019, publicó una foto errónea del Turini en sus páginas, confundiéndolo con el no menos bello y escénico Col de Braus, conocido como el «alambique», el «tirabuzón», «kriss malayo» o simplemente «cric», algo que para ser el célebre diario no deja de ser algo bastante imperdonable.

La legendaria generosidad de René Vietto

¡Ay! Si el pobre René Vietto levantara la cabeza…

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Ciclismo antiguo

Mende siempre será la cima Jalabert

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

Aquel día en Mende, Jalabert puso en jaque el quinto Tour de Indurain

Ese año 1995 estaba siendo el año de Jalabert, la brutalidad más grande jamás vista y Mende entraría en la geografía del éxito del francés.
Cuando hablamos con él durante el confinamiento, la verdad es que le daba bastante igual que le llamaran «cima Jalabert

Mende, dia D ¿qué te parece que llamen al lugar Montée Laurent Jalabert?

«Si te soy sincero me da bastante igual, quizá hubiera tenido sentido llamarle así al año siguiente pero…»

Mende es un lugar insertado en el Macizo Central francés que sea como fuere para los siglos quedará como la cima Laurent Jalabert.
La inequívoca figura del mejor ciclista galo de los últimos 20 años fue aquel día de julio del 95 el cuchillo que resquebrajó la resistencia de Miguel Indurain y los suyos en una de las jornadas que quedaron grabadas a fuego en nuestra conciencia.
La pizarra del entonces rosáceo equipo de la ONCE echó humo en aquella travesía por los montes de Lorèze ataviando el mejor ataque que jamás sufriría Miguel. Con la sapiencia de que cerca de meta era tarea imposible importunar al titular del maillot jaune, la cosa quedó en mover la carrera desde lejos, tanto que 200 kilómetros se hicieron cortos.
La fuga que hizo temblar los cimientos del Tour la integraron tres ONCE más otros tantos italianos.

 

Kern Pharma
Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

A Jalabert, aquel día hacia Mende, le secundaba el mejor Melchor Mauri jamás visto junto al australiano Neil Stephens.

Con ellos Massimo Podenzana, Dario Bottaro y Andre Peron. Los seis habrían de abrir un hueco más allá de los nueve minutos.

En Banesto no daban crédito.

Las piernas de los gregarios de Indurain al unísono no enjuagaban el desperfecto. Surgieron entonces varias tesis. A cola del pelotón se fraguaba la ayuda de otros equipos. El manejo de José Miguel Echávarri dio frutos apetecidos para mantener a raya la afrenta de Jalabert.

En la subida final Jaja se deshacía de todos sus rivales.
En la recta del aeródromo, un 14 de julio, al cielo, el de Mazamet sumaba una victoria antológica, algo no visto desde que Chiapucci se armara de valor hacia Sestriere.
A aquellos que nos empañaron la mirada aquel día.
Muchas gracias.
Imagen: Graham Watson

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Mundo Bicicleta

En el Galibier somos como un pálido y vulgar animalillo

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

«En el Galibier somos como un pálido y vulgar animalillo; ante este gigante, sólo podemos quitarnos el sombrero y saludar con modestia»

La frase de Henry Desgrange, el padre del Tour, exclamada en 1911, define a la perfección lo que el ciclista siente cuando se tiene que enfrentar al gigante alpino en un terreno grandioso, inexpugnable hasta aquel entonces, donde incluso los más grandes campeones empequeñecen ascendiendo por su carretera ganada a los hielos, que cubren tres cuartas partes del año alcanzando los siete metros de manto blanco bajo las órdenes del general Invierno.

Territorio hostil, en su cumbre a 2645 metros sobre el nivel del mar reina el silencio y solo nos queda admirar. Y meditar. Por encima de la cota 2000 hay poca vida en sus laderas, quizás alguna marmota que se despereza del letargo hibernal, pero la actividad humana es prácticamente nula. Es el triunfo de la naturaleza sobre el hombre, en toda su expresión, un monumento hecho montaña donde solo llegar hasta allí arriba supone una victoria y ganar, la gloria, tocando el cielo con las manos.

Así debió sentirse Émile Georget -igual que Neil Armstrong cuando pisó la Luna-, al ser el primer hombre en pedalear por el túnel abierto en su cima, porque el francés, a diferencia del norteamericano, no puso pie durante las 2 h y 38 minutos que invirtió en toda su ascensión, «una gesta sin precedentes en los anales del ciclismo», tal y como tituló L’Auto en su portada del 11 de julio de 1911.

Kern Pharma

Siguiendo con la analogía, el mismo diario aquella fecha podría haber definido la épica etapa como un pequeño paso para el ciclista pero un gran salto para el ciclismo mundial y el Tour, que con aquella montaña adquiría una nueva dimensión.

El túnel que la mayoría de vosotros conocéis ya estaba abierto en aquellos años, ya que fue nada menos que en 1891 cuando se construyó para comunicar a los vecinos de la Saboya con los de la Provenza, bajo 90 metros de piedra y roca y 365 de largo, tantos como días tiene el año. Poco se podían imaginar que 20 años más tarde alguien montado en aquel invento reciente sería capaz de semejante hazaña.

Le habrían tachado de loco, de lunático, pero así fue para asombro de los aficionados a este increíble deporte que se engancharon a un espectáculo sin igual en el que los ciclistas «fueron capaces de ser alados y elevarse hasta unas alturas donde ni siquiera llegan las águilas», como también pronunció en su día el propio patrón de la Grand Boucle.

Por aquí volaron Fausto Coppi en el Tour del 52 «escalando como un teleférico deslizándose por su cable de acero» (Goddet), Charly Gaul en 1955, Bahamontes en el 64 o Anquetil dos años más tarde en una de sus mejores vuelos.

El Galibier es un paso de montaña casi tan viejo como la propia Humanidad. Se dice que esta ruta se fue trazando siguiendo los pasos de contrabandistas y vendedores ambulantes que desafiaban el frío y las ventiscas de nieve incluso en verano. Acceder a uno de los otros valles era como hacerlo a la cara oculta de la Luna, a un territorio desconocido, otro mundo.

Sin embargo no fue hasta 1979 cuando el coloso da su estirón definitivo y crece nada menos que 89 metros, alcanzando los 2645 actuales. En efecto, el viejo túnel se resintió de una sus bóvedas y amenazaba con desplomarse de un momento a otro.

Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

Se cerraron sus grandes portalones de madera durante 25 años y se construyó una nueva carretera para cruzar el paso en forma de curvas diseñadas «a la mula», mil metros más de escalada al 10%, convirtiéndose en el tramo más duro de toda la ascensión, siendo Lucien Van Impe, aquel mismo año, el primero en estrenarlo pasando en solitario en cabeza.

Aunque las puertas del túnel fueron abiertas de nuevo en el año 2003, después de las reformas que ya permitían el paso incluso de autocares, el Tour prescinde de él y prefiere el nuevo tramo que lleva a la cima, para disfrute de los aficionados que sienten en aquellas nuevas rampas toda la épica de los esforzados de la ruta que se convierten en gigantes cuando hollan su cumbre, igual que lo seréis vosotros si superáis el miedo escénico del cartel «Col du Galibier: 35 km», saliendo de St Michel de Maurienne. Más que un fuera categoría, un puerto de otro planeta.

Por Jordi Escrihuela

Imagen: Ciclismo Épico

 

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

DESTACADO

Lo + leído

Copyright © 2017 Página propiedad de JoanSeguidor. www.joanseguidor.com y www.elvelodromo.com son propiedad Joanseguidor. Agencia especializada en contenido deportivo, Ciclismo de carretera, BTT Mountain Bike, Gravel o ciclocross y el mundo relacionado con la bicicleta.