Egan Bernal
Tour: Egan Bernal hace presente el futuro
Que Egan Bernal gane el Tour abre un escenario que estremece
Lo sencillo, hoy, en este ocaso de domingo de julio, el último de este mes, cuando el Tour cierra la persiana y celebra lo que han sido tres semanas largas de competición, es hablar bien de Egan Bernal.
Incluso, lo fácil sería decir que lo veíamos venir, que Egan Bernal tiene madera, que lo demostró desde hace tiempo y que lo tenía al alcance.
Todo eso sería oportunismo, según algunos, subirnos al tren de la victoria, ahora que todo es bonito todo va a favor.
E incluso habrá quién pregunte: ¿Qué pasará cuando Egan Bernal ya no gane carreras?
Pues nada, porque la vida es una noria como esa que disponen en las Tullerías, en la Rue Rivoli, la calle de los arcos, antes de meterse en los Campos Elíseos.
En la gestión del éxito viene también la posterior del declive, como al revés.
Ahora que Egan Bernal luce con la corona de laurel en la avenida más bella del mundo, me hacen llegar este recorte en su muro de Facebook…
De esto hace cuatro años y como me cuentan, Egan fue en ese campeonato subcampeón en una carrera de unos cien tíos.
Una historia de esas de cuento que acaba bien, con el éxito del príncipe, que hoy, bajo el obelisco de la Concorcia, es ya rey.
Poner un niño de 22 años en la cornisa de los pronósticos de un Tour, en los prolegómenos de la carrera, es algo tan anormal como que tres semanas después cantemos su triunfo.
Egan Bernal es el artífice de algo que le hace único en un deporte más que centenario.
El ciclismo del que bebe Egan Bernal es en el de un superdotado y su visión seguro que singular.
Un tipo galáctico, me cuentan, que no pasó ni por cadetes ni juveniles para ganar el Tour, su segunda gran vuelta en año y medio que lleva en el mejor equipo del mundo.
Verle en la carretera es un privilegio, fuera de ella salta toda lógica.
Contándole a Laura Meseguer que todos los sacrificios son pocos, que cualquier gramo que le quite al peso es bueno, incluso cuando parece que no hay margen de mejora.
Y todo ¿para qué?…
«Para llevarte un león de estos a casa», señalando el peluche que dan en el podio.
Un triunfo que, volviendo sobre lo dicho, basa en una calma tremenda, una humildad que abruma y unos ojos que hablan solos.
Un ciclista que pareció venir aprendido de casa, que no sólo se basa en su terreno, especialmente la montaña, que va más allá, que rompe los círculos del confort para ser un corredor total, un suerte de «navaja suiza» que vale para todo.
Y no ha sido sencillo, como dijimos estaba en los pronósticos señalado, pero ello no le privó de gestionar la carrera a su favor en un entorno nada sencillo.
Con rivales fuera, también dentro, el dorsal uno estaba en su equipo, marcando muescas en la base de su liderato -Planche des Belles Filles y contrarreloj de Pau- y una expectación que seguro pasa factura en el ánimo.
Pero el fino escalador de Zipaquirá no desistió con la vista puesta al final, en París, y la antesala alpina.
Allí, a más de 2700 metros, en la coronilla del Iseran, alcanzó el maillot amarillo que no soltaría hasta la capital francesa en la jornada más caótica de los últimos tiempos.
El tiempo de Egan Bernal es el de los corredores que no respetan ciclos, ni reglas, escritas y no escritas.
Es el tiempo del ciclismo total, de corredores que se hacen a fuego vivo, que hacen de todo, desde ruedas gordas al arte de rodar contra el reloj.
Egan Bernal es el niño que pareció enseñado, que encandila en la montaña, subiendo, y en las distancias cortas, en las entrevistas donde abre el libro de la humildad que le ha llevado hasta esto.
No sabemos si esto es el inicio de algo más grande, aunque lo presagiemos, pero el presente, el ahora, es Egan Bernal, quien no sabe esperar, porque quizá la vida le haya enseñado que los trenes pasan sólo una vez.
Egan Bernal
Volta: Egan Bernal ha ganado su carrera
El podio de Egan Bernal en la Volta no puede ser el final del trayecto
Cuando Egan Bernal afrontó el tramo final de esta Volta en Montjuïc le debieron venir algunos recuerdos.
Aún tengo su imagen inmóvil en el suelo en la entrada de la última curva, hace seis años por una tremenda caída que provocó su abandono, tras haber sido una de las sensaciones de la carrera.
Al año, Egan Bernal sería podio en la Volta, tercero, tras Miguel Ángel López y Adam Yates en unas semanas en las que el colombiano era el centro del ciclismo mundial, ganador en Niza, días antes, se haría con el Tour de Francia, meses después.
A mi Egan Bernal siempre me ha gustado, la naturalidad, el desparpajo unidos a una calidad ciclista brutal que ha tenido su antes y después en el accidente de hace poco más de dos años.
Lo suyo ha sido una carrera contra los elementos, de a ver si sale vivo a volver a pisar el cajón de una carrera World Tour hay un trecho que el flaco colombiano se ha zampado sin más.
Dijo cuando la caída que afrontaba la carrera más importante de su vida, pues bien puede decir que la ha ganado.
El Egan Bernal de antes del accidente, lo recordaremos era un espectáculo sobre la bicicleta, venía de ganar un Giro y de armar una gran jornada camino de los Lagos en la Vuelta a España-
No tenía la infalibilidad de los eslovenos, pero sí carisma, luz y foco.
Hoy está como entonces, Egan Bernal vuelve al nivel en el que estaba.
No sé si ganará otra grande, ojalá la Vuelta, pero se ha cargado todos los pronósticos que decían que no volvería a ser el mismo.
Su Volta a Catalunya ha sido como es él, no ha estado al nivel de los dos primeros, pero sacóo la cabeza en medio de una muy buena selección de ciclistas cuajando una excelente etapa en el Berguedà, que le valió hasta que Mikel Landa no le disputara la bonificación que tanta falta le hacía.
Y ahí estuvieron los tres del podio haciéndose una selfie.
Ahora ¿qué será lo siguiente?
Volver a ganar estaría bien, optar a la Vuelta, lo firmaría, aunque él, mejor que nadie, sabe como se las gastan los dos cocos, Egan Bernal acompañó a Vingegaard en el podio de O Gran Camiño y a Pogacar en éste de la Volta.
Imagen: Volta Catalunya
Egan Bernal
Si alguien podía lograrlo era Egan Bernal
Que Egan Bernal pise de nuevo un podio tras todo lo pasado es brutal
El año pasado nuestro fotógrafo se ubicó en un emplazamiento perfecto en la cima de uno de los puertos de Pirineos en la Volta y me comentó «Egan Bernal, muy descolgado y sufriendo bastante«.
Era el mismo ciclista que el fin de semana en O Gran Camiño, pero once meses antes y trece después de su horrible accidente entrenando con la cabra.
La cabra, esa bicicleta que se ha hecho para volar para cortarte las alas con la misma facilidad que te las corta, un artilugio que nos ha dado grandes disgustos estos años, en especial, el último el de Sergio Martín.
El golpe es seco, duro, a gran velocidad y ciego, y creo que eso es lo peor, estrellarte contra algo como lo hizo Egan Bernal con un autobús, a 60 kilómetros hora.
Un accidente que en mi humilde opinión no debería ocurrir, pero que sucede y es trágico.
Hace dos años, cuando Egan Bernal nos dio el gran susto, cruzábamos los dedos sólo por verle ser persona de a pie de nuevo.
Él no se amilanó, contra viento y marea, se armó de valor, admitió estar ante la subida más dura de su vida y evidenció cada progreso en redes casi al minuto.
¿Qué necesidad? pensamos esos días, pero la determinación de Egan Bernal era más grande que todo eso, quería volver a ser ciclista competitivo y lo está logrando.
El año pasado corrió Tour y Vuelta, hizo alguna cosa, pero lo de este año es un paso definitivo, subir a un podio, por mucho que O Gran Camiño no sea el Tour, pero sí una carrera con una participación muy interesante.
Ver a Egan Bernal ser el último en ceder ante Vingegaard en la segunda etapa, dos ganadores del Tour en Galicia, en febrero, ha sido una excelente noticia.
¿Objetivos? Veo muy complicado que vuelva a ser el increíble ciclista que era en 2019 ó 2021, pero ojo que su historia ya está ahí y si su progreso ha sido tan bruto en dos años, no descartéis que dé otro pasito adelante en lo que viene.
Imagen: FB O Gran Camiño
Egan Bernal
Egan Bernal y la Vuelta, la grande que le falta
Si Egan ganara la Vuelta tendría el tridente de grandes
Leo que Egan Bernal quiere ir a la próxima Vuelta para ganarla.
No es cualquier cosa.
El camino ciclista de Egan Bernal no acabó el día que supimos de su maldito accidente contra un bus, no acabó por suerte, y eso que nos temimos lo peor.
Su vida parece relativamente normal pero el lastre que esa caída le ha implicado lo apreciamos en la carretera.
Este año ha completado dos grandes, un exitazo y lo mejor es que en la segunda de ellas, en la Vuelta, Egan afirma haber acabado más entero que en el Tour,
Con esta vuelta a los grandes escenarios, queremos ver si el siguiente paso, estar ya delante, es posible para Egan Bernal.
No creo que se la juegue en un todo o nada, pues al colombiano la vida le ha vuelto a sonreír tras el horrible accidente que le sucedió, pero conociéndole, seguro que quiere estar otra vez arriba del todo.
Y la Vuelta es el objetivo que Egan Bernal admite de inicio, a casi un año de la carrera.
Un lujo para nuestra grande que sería histórico de salir bien.
Ganar la Vuelta, implicaría la triple corona para Egan Bernal y pasar a ser, por peso específico el mejor ciclista colombiano de la historia.
Sucedería a Lucho Herrera y Nairo Quintana, tres Vueltas en menos de 40 años.
Otra vez en el escenario en el que nos dio una gran tarde de ciclismo camino de los Lagos de Covadonga, cuando atacó y se llevó a Roglic sin mirar atrás.
Ojalá le fuera bien, lo firmaría ahora mismo, por mucho que la lógica nos diga que no lo va a tener sencillo si uno de los capos, ya sabéis quiénes, tomara la salida.
Egan Bernal sabe que su puesto en Ineos está condicionado por la explosión de Carlos Rodríguez, y que en el Tour la cosa está prohibitiva, pero sabe dar un paso al lado en el momento justo y crea el ambiente para volver a verle arriba.
Yo pondría mis dineros a su favor.
Egan Bernal
¿Egan Bernal a Movistar?
En un mercado muy complicado, Egan Bernal en Movistar no sería impensable
No acostumbro mucho a hacer caso de los rumores en medios colombianos sobre fichajes, movimientos e intereses, pues muchas de estas noticias vienen con el mero objetivo de sacar el click fácil.
Sin embargo, esta info de Antena 2, sobre Egan Bernal y Movistar me ha llamado la atención.
El otro día, a la vista del encuentro de Eusebio Unuzé con Nairo Quintana en la salida andorrana de la Vuelta, pensé en las bondades de un posible regreso del colombiano al equipo azul.
Recibí bastantes respuestas tomándome por loco, cuando me consta que el ciclista mantiene cierto tono físico y el equipo no va sobrado ni de victorias de ni de incorporaciones, más bien todo lo contrario.
La opción de Nairo es esa, que luego se materialice es otra cosa.
La veo difícil, sin duda, pero no imposible como muchos me vendieron.
Otra cosa es Egan Bernal y el Movistar.
Son muchas las cosas que oímos alrededor del equipo, que vaya a tener que pasar el 2024 con una estructura rejuvenecida pero sin la certeza que un gran nombre aterrice en su estructura.
Unzué habló en TVE de más dinero de un segundo patrocinador para mejoras dentro de la estructura, e incluso más posibles desde Telefónica, que estrena nuevo inversor saudí, para seguir creciendo.
En el camino de crecer, Egan Bernal tenrdría encaje en el Movistar.
Sé que tiene contrato con Ineos, pero cosas más raras se han visto.
La permanencia de Carlos Rodríguez en el equipo británico, que Egan siga su camino de recuperación sin certeza de a dónde llegará, el desmantelamiento del núcleo latino en Ineos…
Todo son hechos que alineados podrían explicar ese interés, sumado a la mayor cantidad de dinero que en teoría va a haber en Chez Unzué.
Colombia nunca ha dejado de ser un mercado importante para la firma y Egan allí es Dios
Pasados dos años de su horrible accidente, el flaco podría estar en disposición de dar los primeros frutos de su regreso, con opción a ganar cosas, no una grande, posiblemente, pero sí cosas que a Movistar ahora mismo le vendrían muy bien.
Y además el equipo se adueñaría de parte del relato de la recuperación del héroe herido.
En un mercado que cada vez se estrecha más, las opciones más insospechadas podrían ser una realidad y la de Egan Bernal en Movistar no me parece insospechada.
Imagen: Guillem Riera
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