Ciclistas
Brad Wiggins y la margarita del Sky
Cuenta atrás. Tres, dos, uno,… Brad Wiggins en breve dejará de ser ciclista profesional de carretera. Quedan tantos minutos como los que restan para que ponga pie a tierra el próximo domingo. Esperemos que sea en el coliseo descubierto y peraltado de Roubaix, ese con una pelousse de hierba que un domingo al año acoge para parafernalia de la Pascale, el “infierno del norte”, la carrera que todos ansían ver, que pocos corren, menos acaban y un puñadito ganan.
Siempre hemos tenido especial devoción por Wiggins, como por todos los de su especie. El autor de este mal anillado cuaderno siempre se ha alegrado del éxito de ciclistas que vinieran de otras modalidades. Por eso celebramos el triunfo de Stybar en la Strade Bianche o el de Geraint Thomas en Harelbeke. Nos gusta el ciclismo redondo, intermodal y en ello Bradley Wiggins es el paradigma, un ciclista larguirucho poco dotado en lo expresivo, pero con un talento infinito que pasó de ser campeón olímpico de persecución a ganar un Tour y optar ahora a Roubaix.
“Hasta que no gane un monumento no será un ciclista total” dijo Eddy Merckx, embajador del Tour de Qatar, con Wiggins entre el público.
“Es uno de esos genios que no salen cada día. Es muy peculiar, algo fuera de lo normal, pero el ciclismo está cambiando en muchos aspectos y quizá nos encontremos una historia similar antes de lo que pensamos, que venga un ciclista de otra disciplina, que luego opte al Tour y acabe disputando la Roubaix” nos dijo Flecha hace unos días con la esperanza de que venga un Wiggins antes de lo que nos imaginamos.
Sea como fuere esta Roubaix viene con premio y atractivo añadidos. Sin Cancellara, sin Boonen, los focos estarán en el inglés, leyenda sobre pedales y ahora también sobre una Pinarello especialmente amortiguada para la ocasión que es objeto de miradas.
Desde el pasado otoño Wiggins ha ido varias veces por los parajes del norte galo. Ha visto y revisado los tramos en los que el año pasado ya mostró maneras. Tuvo que estar de hecho con Terpstra cuando el Quick Step echó mano del holandés toda vez la carrera se empantanaba entre los grandes nombres. En esas travesías de reconocimiento le acompañaron Knees, Stannard, Eisel y Servais Kanven, el último ganador de una Roubaix embarrada y poseedor del mayor número de presencias en la carrera que se llama infierno.
Para Wiggo, que vuelve a la pista, el cierre del círculo se plasma en Roubaix, y posiblemente en el récord de la hora que Rohan Dennis ha dejado complicado de batir. En Roubaix maneja unas claves y también unas cifras, como la hora y pico de esfuerzo supremo en la que tendrá que mover nada menos que 500 wattios, lo mismo que hizo Fabian Cancellara en 2010, ya saben esa edición que despertó ese berenjenal sin solución que es dopaje motorizado de las bicicletas.
A su vez se añade el cariño que le procesa a estas carreras de ciclismo primitivo, tosco y corrido a pelo. Cuando este inglés practicó torpemente ciclocross con la FDJ, sorprendió a todos acercándose a Jacky Durand, ganador del Tour de Flandes de 1992, y le contó detalles de su triunfo que ni el francés conocía. Sí ese brit estaba prendado de la primavera, los pedruscos y todo su encanto. Ese amor sigue intacto.
Wiggo tiene muchas cosas en su contra. La primera es que se lo juega todo a una carta, sin embargo quienes le conocen saben que cuando se centra y pone en la mirilla un objetivo se deja el alma en ello. Lo ha demostrado otras veces y parece que esta es una de ellas. Ha marcado una hoja de ruta por todas las clásicas de adoquines, desde Het Nieuwsblad a Flandes. En todas se ha mostrado en perfil bajo, dejando a Thomas y Stannard los galones, cuando no que Luke Rowe se fogueara.
No es sencillo para el Team Sky jugarse los cuartos entre Wiggo y Thomas. Los viejos compañeros de cuarteta de persecución tienen que dirimir quién trabajará para quién cuando llegue el momento. El galés está fortísimo, imprime miedo como el que más y sólo Alexander Kristoff se le mide en compostura. Sin embargo en Flandes, Thomas estuvo solo, demasiado quizá y no es muy oportuno que lo vuelva a estar cuando en Roubaix se la jueguen entre los grandes. El dilema es claro: ¿Thomas o Wiggo?.
Imagen tomada de nos.nl
INFO
Orbea comenzó haciendo armas en Eibar hace 175 años. Con el tiempo fabricó también carritos de niño y finalmente bicicletas, a partir de 1930. Desde entonces, su actividad se ha centrado en la fabricación de bicicletas, a lo que en la última década se le han unido cascos, ropa ciclista, mochilas, al margen de numerosos eventos en los que tratan de estar lo más cerca posible del apasionado ciclista.
Con motivo de esas 175 primaveras, y si Orbea te ha acompañado alguna vez en tu vida, puedes ponerte en contacto con ellos y enviarles alguna foto o contarles alguna historia. Es pieza puede completar la historia de Orbea y tú, formar parte de ella.
Hazlo en el mail 175@orbea.com.
Ciclistas
Pogacar en el Giro: Haga lo que haga, habrá críticas
Parece que Pogacar ha optado por tomarse el Giro con más calma
El otro día sacamos una conclusión del Giro que estaba haciendo Tadej Pogacar que llamó la atención por el titular…
Te puede gustar el ciclismo y no Pogacar. https://t.co/QIksp1FjP5 pic.twitter.com/G1IqyTcvJo
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 7, 2024
Sin embargo, nada más lejos de la realidad.
Tadej Pogacar es un ciclista que despierta consenso en la admiración que genera entre los aficionados, pero sin embargo ello no implica que a veces le pidamos más calma, más temple, más economizar.
Y es queel ritmo que el esloveno se había planteado en la primera semana de carrera, en especial los días iniciales, parecía inasumible, tanto para su equipo como para él mismo, con el plus de un Tour en el horizonte.
La mera presencia de Pogacar en los primeros días de este Giro ya ha sido propicia para que pasen cosas y casi todas a su favor.
Sus ataques condicionan como pocos, cuando él se pone a tirar de Geraint en el corte del tercer día o del pelotón para Molano, cunde el terror.
Es una certeza que vemos, que palpamos, por eso muchas personas se preguntan si es inteligente tanto derroche continuo.
Está claro que tirar para su velocista un rato no le va a perjudicar en julio, pero cuando la exposición es tal y tan constante la cosa cambia.
Si Pogacar corre cara al aire, se dirá que arriesga sin necesidad, que se expone en demasía.
Si Pogacar se incrusta en el pelotón del Giro, como en la jornada de ayer, se comenta que qué pena, que la carrera pierde intensidad y belleza.
Esto sólo sucede con los genios, con los capaces de torcer las cosas y Pogacar está en ese nivel.
Yo creo que el show de los primeros días se va a dosificar, que habrá golpe de mano definitivo en la montaña, cuando mejor lee convenga y luego a mantener el rosa hasta Roma, un reto que no es pequeño, pues en la ruta acechan miles de peligros, y nadie está exento de un mal paso, ni siquiera el ciclista que vino a firmar las gestas más increíble desde Bernard Hinault.
Ciclistas
Cuando empiece el Tour, hablaremos de Vingegaard
No sabremos si Vingegaard está preparado para el Tour hasta que éste arranque
Que ciclismo se juega en diferentes tableros y planos al mismo tiempo es una realidad tan tangible como que en UAE y Pogacar están disputando el Giro con un ojo a lo que sucede con Jonas Vingegaard y el Tour de Francia.
Ya lo hemos comentado varias veces, varía algo el planteamiento en Italia según vaya la recuperación de su gran rival para el Tour.
Visma ha exagerado las heridas de su líder??? https://t.co/5qUBrEpxL1
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 12, 2024
Es cierto que Matxin comenta que ahora están con la mente en Italia y lo que suceda estos días por ahí, pero también lo es que seguro que están mirando con el rabillo a julio y el Tour, porque como nos dijo Davide Cassani «el Giro me lo quiero mucho, pero el Tour es lo más importante«.
En el camino hacia el Tour hay un nombre importante, clave, que es el de Jonas Vingegard, que defiende la doble corona de estos años.
El otro día le vimos por primera vez en bicicleta y los comentarios ya se han disparado.
En mi caso, nada menos que alegrarme por volver a verle sobre una flaca, rodando y cogiendo las sensaciones y la forma tras la horrible caída de la Itzulia.
Pero en el mundillo surge un runrún sobre su verdadero estado en Florencia, cuando la carrera se ponga en marcha y es más, ciertos sectores hablan de «exageración» en el reporte médico del corredor.
Que los equipos se guarden bazas y escatimen información es un clásico, no sólo de Visma, al final como tantas veces dice Contador, si estás mal tratas que tus rivales no se enteren.
Otra cosa es exagerar un informe médico, cosa que me parece muy grave y señala directamente al hospital, que aquí ni pincha ni corta.
Lo que le sucedió a Vingegaard en la Ituzlia es lo que pone en el informe y todo lo demás son conjeturas que son lícitas aunque creo que no van al caso, pues lo que más nos importa es que el danés esté lo mejor posible en la salida de Tour.
Sin Vingegaard está en Florencia finales de junio, tened la seguridad que será para hacerlo bien y eso para él es estar si no en la victoria, sí cerca de ella.
Si lo logra, no creo que sea por una exageración del informe y sí por su trabajo estas semanas, el suyo y el de los suyos.
Cruzad los dedos, por eso, porque como no esté en su mejor punto, el Tour quedará condicionado de inicio, y mucho, por más que Pogacar pueda tener un percance o demás.
Ahora mismo sólo el nórdico puede con el esloveno.
Ciclistas
Pelayo Sánchez, en la etapa más bonita del Giro
El manual de Pelayo vale perfectamente para ganar en el Giro
Son 180 puntos en la maldita clasificación, aire, oxígeno, pero es también la imagen, el triunfo, el recuerdo y la emoción.
Pelayo Sánchez era uno de esos nombres que llamaba la atención en la startlist del Giro.
Un ciclista en progresión, que no llegaba con el casillero vacío, un dinamitero, tan diferente al perfil habitual de ciclista español, pero al mismo tiempo tan apreciado en los tiempos presentes.
Podemos decir que Pelayo ha ganado un etapón, de inicio a fin, de izquierda a derecha, en este Giro de Italia.
Ha costado un mundo formar la fuga y cuando ésta se ha hecho, el material que la componía era, como no podía ser de otra manera, de primera calidad.
Luego los cortes y los filtros, para quedarse con dos cocos, Julian Alaphilippe y Luke Plapp.
Pero Pelayo los ha manejado a la perfección, ha medido cada gramo de su fuerza, sabedor de lo que venía con él y lo que amenazaba por detrás y ha sentenciado de forma excelente, cargado de fuerza, táctica e ingenio.
Cuando más tiemblan las piernas, cuando las dudas asaltan y el cansancio lastra, Pelayo ha sido capaz de jugar a ganador con Alaphilippe y Plapp, en un repertorio de recursos y quehaceres que me ha encantado.
Sencillamente magistral y eso que ese manual, el de Pelayo, está empezando a llenar páginas.
Esto ha sido el apartado deportivo, lo crematístico.
Luego ha estado lo otro, el envoltorio, lo que ha rodeado la etapa, 110% Giro de Italia en un tránsito mágico de norte a sur por la Toscana.
Una maravilla en forma de valles, cipreses y pueblos, qué pueblos, el paso por Volterra, Casole d´Elsa y esta maravillosa toma con Siena al fondo.
es todo, es el todo y, si no me equivoco, Siena, ahí al fondo.
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 9, 2024
Hoy el ciclismo ha sido redondo, en todos los sentidos, culminado por un final antológico de Pelayo Sánchez, que abre en el Giro la cuenta de sus muchas victorias
Qué seguro estuvo todo el día Alaphilippe de que el asturiano iba a ser su gran rival, incluso por delante de un sólido Luke Plapp.
Así sí, Movistar ha entrado al trapo, en los cortes, jugando a ganar, en etapas que quedan en la memoria porque son terribles y excelentes.
Una victoria de esas que seguro cambian cosas.
Imagen: FB de Giro d´Italia
Ciclistas
Maglia rosa y Pogacar, cualqueir combinación vale
En 3 etapas de maglia rosa, Pogacar ha utilizado otras tantas combinaciones
Si el foco de salida ya estaba en Tadej Pogacar, imaginaros ahora que viste la maglia rosa.
El tío es un jugón, hay que admitírselo y aunque ayer jugáramos con el titular, que te puede gustar el ciclismo, pero no Pogacar, hay que rendirse a la evidencia de que este corredor es como el Rey Midas del ciclismo.
Se sabe observado, juguetea y lo disfruta y lo mejor hace partícipes a todos del disfrute.
Así las cosas, apareció de inicio con una maglia rosa combinada, muy guapo a mi gusto, con un culote ciclamino que luego supimos que era homenaje al Torino.
Eso le valió la ridícula advertencia de los comisarios de la carrera, que si repetía esa combinación le podían descalificar cuando el culote era de la propia organización.
Al día siguiente apareció con el culote negro reglamentario del equipo y la marca que les provee la ropa.
Es una tarta de fresa https://t.co/JCdfTPEtC6
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 8, 2024
Hoy ha llegado. Lucca «full pink» como rizando el rizo.
A mí, en ciclismo, casi todas las combinaciones me parecen bien salvo el cuote blanco, que no me agrada ni siquiera para el campeón del mundo.
Que Pogacar combine la maglia rosa con un culote del mismo color, perfecto, pero el golpe estético de su primer día con el liderato ha dejado huella, sin duda, pero sobretodo ha corroborado lo que tantas veces digo, que da igual lo que se ponga, que siempre tendrá la aprobación del respetable.
Imagen: FB de Giorgio Ialenti
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Carolina
8 de abril, 2015 En 13:56
Para mi, Bradley Wiggins nunca ha sido «santo de mi devoción», es demasiado… pero reconozco que me da pena que deje de correr en carretera.