En la Amstel Gold Race corren vientos de cambio de ciclo en la temporada ciclista
El paisaje cambia, permuta, de rutas bélicas por la esquina del hexágono, de caminos vecinales por Flandes, a las colinas limburguesas, la región más alta de los Países Bajos.
El preludio de las Árdenas…
Porque si Limburgo es la ceja de las Ardenas o no, se lo dejamos a los geógrafos, pues espiritualmente, la Amstel Gold Races es la carrera que abre la semana de otro tipo de ciclismo de clásicas, que explica la transición hacia las grandes vueltas.
Pero en la Amstel Gold Race confluyen todo tipo de corredores, algunos de ellos cierran aquí el núcleo de sus objetivos para el año en marcha.
Corredores que vienen con las piernas braseantes de Flandes y Roubaix.
Desde Greg Van Avermaet a Oliver Naesen, pasando por otros como Trentin o Van Aert.
Para muchos de estos las Árdenas están fuera de su radar, pero no la Amstel.
21 de julio: La Cerdanya Cycle Tour
Sin embargo en el recorrido por la inscripción, son otros nombres los que nos sugieren la corona.
Como siempre, un respeto para el dorsal uno, el cazador danés Michael Valgren que viene con la aureola de un triunfo, el año pasado, que no tiene brillo en la campaña presente.
Valgren es el reflejo de su equipo, el Dimension Data, que camina anónimo por la campaña ciclista.
El danés vino a enmendar otra mala campaña del equipo sudafricano, pero poco le ha resultado.
Sin embargo, la Amstel Gold Race es perfecta para su potencial: selectiva pero no lo suficiente para llegar de uno en uno, y ello significa que, en grupos pequeños, el danés puede hacer presa.
Maximilian Schachmann tiene el curioso honor de entrar en este listado con Peter Sagan en la terna
Y así le entroncamos en la lista delos muy top para esta Amstel Gold Race, pues tiene forma y fondo, lo vimos en País Vasco, maravillando con un cuasi pleno de etapas, sólo evitado por Julian Alaphilippe.
Michal Kwiatkowski es otro de los fijos en la lista.
Un ciclista mordaz y listo que sabe ganar en este terreno engañoso y traicionero.
Porque 260 kilómetros de mareante y extenuante recorrido abre las quinielas lo que no podemos imaginar.
De ganar al sprint en un grupo mediano, con buenos galgos, vistiendo el arcoíris, a perder el pulso con Philippe Gilbert, el coco del palmarés de la Amstel Gold Race, hace un par de años.
Luego tenemos al corredor veloz, resistente y polivalente que sigue ansiando un gran triunfo.
Es un australiano hasta guapete que responde al nombre de Michael Matthews.
El del Sunweb está en fuerte y en los grupos pequeños que acostumbran a decidir la carrera se maneja bien.
Otra cosa es quien se le cruce en el camino.
Como en el caso de Kwiato, en 260 kilómetros de competición, el sprint no sigue parámetros normales.
Cerramos esta lista tan particular, con Jakob Fuglsang
Otro danés que tiene en su haber una primavera excelente, sólo con una victoria, la etapa de Tirreno, pero con un poderío y madurez que merecen su premio.
A su favor ese golpe de pedal que destroza grupos, a veces en beneficio de compañeros, como Ion Izagirre en País Vasco.
En su contra la carencia de velocidad.
Pero es que ahora mismo, si alguien tiene capacidad de llegar solo, por capacidad, pero también porque los favoritos se pueden bloquear entre ellos, es el danés de Astana.
Y antes de cerrar la hoja previa a la Amstel Gold Race, un apunte…
¿Cómo se resolverá la bicefalía de Deckeuninck?
Dos ganadores de monumentos en una carrera que Gilbert tiene por cuatriplicado en el palmarés, y que Alaphilippe, en estado de gracia, ansía.
Será bonito verlo…