Las victorias de Omar Fraile se distinguen por el nivel de los rivales y competiciones
Hubo algo en Omar Fraile que me llamó la atención desde que supe de él, hace unos cinco años, cuando vestía el maillot del Caja Rural.
Le recuerdo escapado, siempre escapado, y a veces con ciclistas del Euskaltel, ese equipo del que salió cedido a los verdes.
Entonces no lo sabía, o ni siquiera se lo imaginaba, pero Omar Fraile tendría futuro a través del Caja Rural.
Los pocos pero valiosos triunfos de Omar Fraile
Por esa época, Omar Fraile acumulaba victorias en generales de la montaña, ponía las bases a lo que habría de venir.
Porque si una cosa ha demostrado Fraile es que nada es imposible, o no lo suficientemente imposible para pensar que no se puede lograr.
En menos de un año acumula tres triunfos en el World Tour.
Ganar en el máximo circuito no es sencillo, todo lo contrario. A algunos les lleva toda una vida lograrlo.
Es un tren inmisericorde que no espera ni respeta, no conoce a nadie. Cuando hemos oído hablar de él, de viva voz, la verdad es que impresiona.
Pues en ese ecosistema el amigo Omar, de la quinta del noventa, va sumando.
Otro en su lugar se arrugaría cuando en ese maratón por los Apeninos entre la Toscana y la Emilia, en una travesía que hizo renunciar hasta el propio Mikel Landa, te caza Rui Costa.
En Bagno di Romagna, Oman Fraile ganó a Rui Costa, el mismo que arruinó los sueños de unos cuantos, incluido el propio Purito.
Y Eibar, en la ciudad armera, formando parte del corte bueno con los buenos, Omar dio cuenta de Primoz Roglic, el mismo que aprecía ni pestañear ni sufrir mientras ganaba la Itzulia.
En Romandia, cayó Sonny Colbrelli
El final de la primera etapa del Tour de Romandía guardaba una sorpresa que no fue tal porque estaban en un circuito, y lo vieron anteriormente.
Aún y así, un tema de elegir de desarrollo, de ser frío cuando tocaba, creo que le dio el triunfo a Omar Fraile frente a un velocista que de 100 veces posiblemente le batiera 99.
Fraile dio cuenta de Colbrelli. Ahí queda.
Y sigue, sigue creciendo el palmarés de este ciclista que no sabe de imposibles ni rivales imbatibles. Él sólo sabe de mirar adelante, ponerlo todo y fuera.
Una vez explicamos que no cabe deprimirse por la cantidad de españoles en el WT, que ahora está todo más caro y por ende hay que ser muy bueno. Aquí lo vemos.
Pocos ciclistas resultan tan inspiradores.
Imagen tomada de FB de Astana Pro Team
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