Ya está, Iván García Cortina ha estrenado su palmarés
«Es un crío, es un niño» me aseguran, me dicen los que conocen a Iván García Cortina.
«Me gusta, es arrojado, me recuerda a mí cuando empecé en todo esto» recuerdo que me dijo un día Purito.
Iván García Cortina no era un corredor más, desde bien joven se quedó prendado de ese tipo de carreras que no acostumbran a gustar en España.
Un ciclismo que, como una vez nos dijo Pascual Momparler, da trabajo, sueldo y estabilidad a quien quiera conquistarlo.
Por eso es importante meter en este lado de los Pirineos adoquín, sterrato y todos los elementos que marquen tendencia en el ciclismo mundial.
Porque el ciclismo es otra cosa que morir en tres semanas y veintiuna etapas.
Iván García Cortina lo tuvo claro, forjó su camino en esos ciclismos extraños para muchos y se ha hecho un nombre.
Un nombre que ahora figura en la historia del Tour de California.
Mil tiros al palo, sinsabores, segundos puestos, al final el asturiano con tez juvenil tiene su triunfo en el World Tour.
En Ventura, con el mar de telón, con el salitre en los pulmones, ha sacado todo aquello que se intuía en él.
Iván García Cortina ha aprendido de los mejores
Le ganaron corredores como Dylan Groenewegen -que lleva tres de tres en Dunkerque- o Matteo Trentin.
En la derrota encontró la oportunidad, la opción de crecer y sacar la cabeza.
Derrotas de las que se aprende a todo, a colocarse, a medir el esfuerzo y a matar en la recta.
Maximo Richeze sacó el látigo pero no le seguía Fabio Jakobsen, ni Asgreen, la rueda se la tomó Iván García Cortina que sacó la velocidad justa para ganar en un grupo que venía muy tocado por el repecho que precedió la llegada.
Podríamos decir que lo más complicado ya ha pasado para Iván García Cortina, que saborea, al fin, su primer triunfo, una victoria de quilates con los Deceuninck ahí y un colombiano que es la bomba, Sergio Higuita, el detonante de la subida final y tercero en el sprint.
El camino no ha sido sencillo.
En Monells, la Ciclobrava tiene un avituallamiento medieval
Otra primavera sin ganar, ni pisar un podio de importancia, pero con el éxito esperando en el amanecer californiano del verano.
Podríamos decir que lo más complicado ya ha pasado, pero sabemos que lo difícil no es llegar y sí mantenerse.
La clave es sostener ese ritmo en la élite y prolongar un éxito que no es sencillo prolongar.
Iván García Cortina corre desde hace tiempo más allá de los Pirineos y le va bien
Porque lo hace ajeno al «enjabonamiento» generalizado de una prensa loca por tener alguien de quien escribir.
El chaval crece a su ritmo y va bien, pero las tornas han cambiado.
Esta generación, la de Iván y compañía, nada tiene que ver con las anteriores.
Lo tienen complicadísimo, en una exigencia máxima, con puestos contados para los mejores.
Si se ha tenido que ir a California a estrenar el palmarés…
Imagen: FB de Team Bahrain Merida