La cantidad de registros de Vasil Kiryienka, resumida en tres momentos
Ha pasado ciertamente desapercibida la retirada de un corredor que siempre hemos tenido por muy querido por el buen aficionado al ciclismo, Vasil Kiryienka.
Pero lejos de quedarnos en el recuerdo inmediato de ese ciclista de rostro imperturbable, pose fija y mirada penetrante, queremos irnos a los tres grandes hitos la carrera de Vasil Kiryienka, tres grandes hitos en nuestra memoria, que por tanto poco o nada tienen que ver con la objetividad.
Y así el bielorruso tuvo el acierto de regalar grandes victorias con actuaciones para terceros que marcaron el perfil del gregario perfecto, ese que nunca desfallece por chuzos de punta que caigan y pendientes que vengan.
Pero si nos pedís tres momentos, los tenemos claros…

El Monte Pora en el Giro de 2008, una jornada helada, en la que a Alberto Contador le llovieron ataques de gente tan respetable como Riccó y Di Luca y en la que, por delante, muy por delante, abría el camino Vasil Kiryienka.
El bielorruso se cepilló la jornada escapado, llegó con cuatro minutos y completó una gesta tremenda: ganar una etapa top del Giro semanas después de ser campeón del mundo de puntuación en Manchester.
Tres años después, dejamos el Monte Pora por Sestriere.
Aquel Giro de 2011, que ganara Alberto Contador, pero que acabó en la cuenta de Michele Scarponi, tenía una última gran jornada, el maratón alpino de Sestriere.
Tras doscientos kilómetros escapado, y superar la tierra de Finestre, Vasil Kiryienka se planta en la misma cima que Chiapucci encumbraría casi veinte años antes, para firmar un triunfo antológico, de esos que demuestran la casta de los corredores, pero también el corazón y orgullo heridos, por que durante ese Giro nos dejaría Xavier Tondo.
Kiry al cruzar la meta, no pudo menos que mirar hacia el cielo.
Y una tercera pieza, una en solitario, la noche -aquí, en España- que se proclamó campeón del mundo contrarreloj.
Fue en Richmond, Estados Unidos, en una planilla de inscritos que tenía gente como Tom Dumoulin, Rohan Dennis y Tony Martin.
Pero ninguno de estos estuvo, ninguno al nivel de Vasil Kiryienka que se proclamó campeón por delante de Malori y Coppel, éste sacó del podio a Castroviejo por cuatro segundos, tras ser el mejor en todos los intermedios.
Sin embargo, aquella jornada se recordará por la posición perfecta, casi pornográfica del bielorruso sobre la bicicleta, un acople perfecto y una sintonía de potencia y eficacia en el pedaleo que aún pervive en nuestra frágil memoria.
Ese ciclista de perfume único nos dijo adiós hace unos días, lo llevaremos bien grabado en la memoria.
Imagen: Ciclismo XXI