Geraint Thomas
Geraint Thomas, contra todos los tópicos
La victoria del Tour de Geraint Thomas sigue escociendo
Esta mañana hemos leído la entrevista que Nacho Labarga le ha hecho a Geraint Thomas en Japón.
Lo cierto es que cuesta leer una entrevista así, más en un medio como Marca, con la profundidad y la intención que había en todas y cada una de las preguntas.
Geraint Thomas, ganador del último Tour de Francia descubre antes de competir en Japón ???????? cómo ha quedado su reportaje publicado este domingo en #PrimeraPlana de @marca ????????️
Lee la entrevista: https://t.co/xvmcOR4WUZ Por @nacholabarga ????♂️???? pic.twitter.com/c8OgqvSml7— MARCA Polideportivo (@MarcaTMF) November 4, 2018
Al punto, que no sé yo si Geraint Thomas se extrañaría, en su fuero interno, por la vehemencia de ese periodista venido de España, la tierra de la luz y la pasión, y del arcoiris de Alejandro Valverde.
Pero Nacho hace su trabajo y lo hace bien, porque traslada cuestiones que son «vox populi» entre los aficionados que se extrañan de ver un ciclista como él ganando todo un Tour de Francia.
Y así le cuestionan las desavenencias en el Team Sky, el hecho que gane el Tour sin haber pisado el podio antes, de lo poco que se le ha visto desde que ganara en julio, de cómo Froome parece ser nuevamente la baza para el Tour….
Todas y cada una de las cuestiones le caen a plomo a Geraint Thomas como si tuviera adelante a cualquier ciudadano de esos que poblaban las gradas para acorralar a los presidentes del gobierno en máxima audiencia.
Lo mejor, por eso, es la diplomacia británica, que este galés sabe mostrar en cada momento.
Sabe, como no puede ser otra manera, que su triunfo es cuestionado, como todo se cuestiona en ciclismo, pero lo encaja y responde como hay que hacerlo: hay un ímprobo trabajo detrás y es cierto, no hay otra, por mucho que se le busquen tres pies al gato.
El Team Sky, como el ciclista admite, trabaja en unas condiciones ambientales terribles.
Les silban, las atacan, les abuchean, incluso algún imbécil les quiere golpear en alguna carrera, pero salen adelante.
Como Alejandro Valverde en el mar de insinuaciones que le han llegado tras ganar el mundial.
Yo no sé, ni tengo elementos para decir que Geraint Thomas es un campeón creíble, porque la mano en el fuego, como que no… pero que es un dignísimo campeón para el ciclismo sí.
Y que su Tour no ofrece dudas, en cuanto a la ejecución, también.
Fue el mejor cuando había que serlo, trabajó duro y estuvo donde debía estar.
La relación entre Trek y el carbono
Todo lo demás resulta paja y por suerte esta gente no está para perder el tiempo.
Lo dijimos el otro día, no creo que esté en el Tour 2019 como lo estuvo en el 2018, pero verle ganar el Giro sería el refrendo de la escalada de este ciclista que va a más, aunque muchos no quieran admitirlo.
Geraint Thomas
Las vacaciones en alcochol de Geraint Thomas
La admisión de Geraint sobre su consumo de alcohol es algo que no vi venir
A ver, que es muy probable que Geraint no haya finalizado borracho la práctica totalidad de días sin bicicleta, pero que haya admitido este nivel de consumo de alcohol en sus vacaciones me ha chocado.
Con el paso de los días crece la tolerancia al alcohol de Geraint https://t.co/cO4PzG3ofu
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) November 12, 2023
Cual adolescente, Geraint se ha sincerado en un tema que me parece una marcianada para un ciclista profesional ciclista: el consumo de alcohol en medidas que no vi venir.
Como digo seguro que exageró sobre la cantidad de días que acabó ebrio, pero que algún día seguro que pasó la línea, creo que ni cotiza.
Entre los ciclistas anglosajones estas cosas se prodigan con más facilidad, tanto que se admiten sin rubor alguno, muy diferente a los ciclistas latinos.
Geraint ha llegado a admitir que con los días su tolerancia al alcohol iba a mejor con dos narices.
No sé cómo se lo habrán tomado desde el seno de Ineos, por muy leyenda que sea y por muy en vacaciones que esté.
No me parece la mejor imagen, para el clima del equipo, más él que un día se quejó de cómo se les trata, pareciendo un simple número a los ojos de los mentores del bloque.
En Ineos las «marginal gains» han llegado a significar auténticas torturas para los en privaciones.
Las palabras de Geriant además llegan en días bajos para Bradley Wiggins, como os dije el domingo, con deudas acuciantes.
El primer ganador inglés del Tour ha admitido en varios sitios, incluso en su libro, una relación tormentosa con el alcohol en varios episodios de su vida, uno de los más sonados justo después de su 2012 inigualable.
En este caldo de cultivo se abre Geraint, sabedor de que su carrera está más que amortizada y puede hablar con una libertad prohibida para casi todos.
Geraint Thomas
No veía a Geraint fuera de Ineos
Ineos puede recuperar el Giro con su Geraint Thomas
Hace menos de diez años la primavera se poblaba de nombres com Peter Sagan, Greg Van Avermaet, Zdenek Stybar y Geraint Thomas, cuando Team Sky no era aún Ineos.
Hoy de esa lista, sólo queda Geraint, el galés de oro que anuncia su renovación por el equipo de su vida.
Cierto es que le conocimos en su época del aquel Barloworld, lleno de algunos ciclistas con el tiempo de culto como el mismo Froome pero también aquel sudafricano que bajó rodando por un pedregal alpino, John- Lee Agustyn o el entrañable Juan Maurio Soler, que tan acabara en un descenso de una Vuelta a Suiza.
Cuando fichó por el Team Sky, el año de su creación, hace ya catorce temporadas se consolidaba una historia de éxito, comparable a esa que escribíamos hace poco entre Roglic y Jumbo.
Geraint Thomas ha ganado en este periodo de Sky e Ineos un Tour, la París-Niza, la Vuelta a Suiza, el Dauphiné, Romandía, Harelbeke,… en una amplitud de registros que no ha dejado de lado la pista, donde se colgó sendas medallas de oro, en la cuartera británica.
Ser campeón olímpico en las islas son la palabras mayores.
Con ese bagaje y con el mal sabor de boca de una Vuelta que le fue de culo desde el inicio, Geraint Thomas no se va del equipo que le ha visto triunfar, incluso a pesar de aquellas gruesas palabras que le dedicó a Ineos, cuando dijo algo así que no eran más que números en un excel.
Ni con esas, Geraint no deja el equipo y sigue adelante hasta que cumpla los 39 como otros ilustres que aguantan entre la chavalada.
Sabedores del recorrido del Giro, con dos cronos medio largas y montaña asequible para él me cuesta verle en otra grande que no sea ésta.
El unfinished job que le propició Roglic in extremis este año tendrá segunda parte.
Geraint Thomas
Geraint Thomas en el Tour: la eterna generación dorada británica
El podio de Geraint Thomas en el Tour es la guinda a una década prodigiosa para el ciclismo británico
Hace diez años por estas fechas todo eran laureles en el ciclismo británico: la primera victoria en el Tour con Bradley Wiggins, la irrupción de Chris Froome, el dominio de Mark Cavendish de los sprints, el éxito de su pista en Londres 2012, éxito en el cual intervino Geraint Thomas…
En aquel momento todo aquello tenía un vaso comunicante, todo confluía en el Team Sky, el sueño de Dave Brailsford, tejido desde la cuneta del Tour y ejecutado por los velódromos y los caladeros de las islas.
Talento venido de las islas en un deporte en el que nunca se había destacado, salvo contadas excepciones como Tom Simpson, Stephen Roche o Sean Kelly, entre otros.
Pero esta vez la cosa era diferente, lo que vimos aquel verano de 2012 era la culminación a una historia de amor británico por el ciclismo como nunca habríamos imaginado.
Como digo, diez años después, aquella generación sigue dando coletazos.
Servidor pensó en un primer momento, cuando miramos la nómina del Ineos para el Tour que la mejor baza era la de Dani Martínez.
La carrera sacó rápido al colombiano de la terna, esta vez por enfermedad.
Pero emergió Geraint Thomas -nunca te olvides de un ganador de Tour-.
Lo hizo en el Galibier, siendo el único que aguantó la embestida del Jumbo, entrando a los golpes y siendo testigo privilegiado de los picotazos a Pogacar.
Ahí puso la primera piedra para un podio que tiene gran mérito.
Tanto tiempo después, cuatro años de su Tour y tres de su segunda plaza, Geraint Thomas ha firmado su tercer podio en la mejor carrera, siendo el mejor de los mortales, en un desafío en que ha nadado mucho solo, con los dos de delante a lo suyo y por detrás gente quedándose cada día del paquete de los mejores.
Salió de los Alpes con corredores como Nairo, Bardet, Gaudu, Yates y otros echándole el aliento y el paulatinamente fue haciendo para llegar a la crono final con todo resuelto.
Cuánta calidad hay que tener para firmar algo así.
Geraint es miembro destacado de la generación dorada que puso al ciclismo británico en el mapa
Una generación que, tanto tiempo después sigue dando qué hablar.
Cavendish se ha igualado en el ranking por etapas con un tal Eddy Merckx y prosigue el engorde de su abultadísimo palmarés.
Froome va haciendo el hombre, con un dignísimo Tour y esperando a la Vuelta, no será quien fue, pero sigue empeñado en lograr una última gran victoria que deje aquella del Giro 2018 como el penúltimo baile.
Bradley Wiggins se retiró hace unos años, su imagen en la moto de Eurosport ya da la medida del personaje que tiene un palmarés singular no, lo siguiente.
Tras ganar el Tour dijo que todo aquello era muy duro, volvió a la pista y contribuyó de nuevo para que la cuarteta Team GB volviera a lo más alto.
Estos cuatro aún dan que hablar, cuánto han vivido y cuánto podrían contarnos, son historia reciente, pero historia al fin, de nuestro querido ciclismo.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
Geraint Thomas
Nada motiva a Geraint como el Tour
Aunque no le vea para el Tour, Geraint creo que aún sueña con él
Me iré diez años atrás, en lo personal días muy tristes por el fallecimiento de un amigo, en el tema económico, tétrico sin duda, y en lo ciclístico, estábamos ante el Tour de Brad Wiggins con Chris Froome esperándole en las cuestas y un tal Geraint Thomas preparándose para el oro olímpico en Londres 2012.
El galés no formó en el primer gran tren de la historia del Team Sky, aquel que llamamos esos días «UK Postal», porque con su forma de actuar no dejaba opción a los rivales.
Qué años nos esperaban, qué Tours de watios, control y bloqueo.
Geraint formó parte de ese tren, el de Froome y cuando pudo, se aupó con su Tour.
A G le quiero mucho, lo sabéis, en este mal anillado cuaderno nunca hemos hablado una mala palabra de él, nos parece un ejemplo en muchas cosas, entre otras, en cómo un buen trabajo te lleva cumplir un sueño que nunca imaginé para él: ganar el Tour.
Fue tan grande eso para el galés, que creo que ya nunca más nada le ha motivado en la misma proporción.
El otoño de 2018 que el amigo debió pegarse entre celebraciones y otros menesteres fue tal, que nunca más le hemos vuelto a ver brillar a ese nivel.
Desde entonces, sólo había ganado el Tour de Romandía, como pieza destacada, antes de hacerse con esta Vuelta a Suiza.
Antes había sido ciclista omnipresente en clásicas, se había currado un bonito palmarés con Dauphiné y París-Niza: no ha ganado mucho, 25 veces, pero ojo lo que tiene ahí.
En la Vuelta a Suiza que acaba de finalizar, a dos semanas del Tour, Geraint ha ofrecido la mejor cara que le recuerdo desde que ganara en Francia.
De eso hace cuatro años.
Ha ido a por la carrera y se ha impuesto a lo que quedaba tras la criba del Covid, pero incluso con ésta no sé yo si hubiera sacado también la cabeza.
Sólo veía a Vlasov netamente superior a él.
Puedo imaginar a Geraint soñando con disputar el Tour de Francia, motivos tiene, es junto a Pogacar y Froome, el único ganador que tomará la salida en Dinamarca.
Pero más allá de esta estadística, me sabe mal, pero no lo veo.
Desconozco qué tienen pensado él y el equipo, aunque llegado a un punto, Geraint ha demostrado tener capacidad de decisión al margen de lo que le diga el equipo.
Un órdago de salida, entre las trampas de Dinamarca y el pavés, podría ponerle en liza, pero la comparación con los eslovenos saca los colores a cualquiera.
Es más, me parece incluso mejor baza Daniel Martínez, con toda la inexperiencia que le veamos, que el bueno de G.
Al menos esta Vuelta a Suiza nos hizo un «welcome 2018» con la victoria de Geraint, y el protagonismo de Fuglsang, Jungels, Sagan, Impey y Pinot
Si hasta Michael Matthews ha ganado el maillot de puntos.
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