Connect with us
Leaderboard 1 XX
Leaderboard 2 XX

Ciclismo antiguo

Lo que fue el inicio de la Volta

Publicado

en

DT-Swiss 1024×14

El camino de la Volta hasta el presente ha pasado por 102 ediciones

Cuando caminamos por Reina Elisenda, en la zona alta de Barcelona, nos cruzamos con un discreto cartel que recuerda que desde allí, el 6 de enero de 1911, partió la primera edición de la Volta Ciclista a Catalunya

Estos días vivimos la edición 102 de la tercera vuelta por etapas más antigua del máximo circuito, sólo superada, y no por muchos años, por el Tour y el Giro en ese ranking de longevidad

Así las cosas hemos considerado oportuno retroceder a aquellos tiempos del pasado para recordar algunos aspectos y algunos acontecimientos que fueron las primeras pinceladas que contribuyeron a engrandecer a esta competición de alto abolengo que viene desarrollándose en nuestras tierras catalanas.

Kern Pharma

Su futuro un tanto incierto

Como decimos, la Volta tiene tras de sí un amplio historial  deportivo que se inició en los albores del mes de enero del año 1911.

deambular un tanto longevo marcado por la Volta, no deja de ser un acontecimiento muy significativo que conviene rememorar. Bien quisiéramos que esta prueba de nuestro  calendario pudiera sobrevivir ante las dificultades que año tras año debe superar con cierta entereza y tesón. Su futuro, desde hace tiempo, resulta un tanto incierto.

Necesita a toda costa para mantenerse en la palestra el apoyo y el aquilatado respaldo de entidades deportivas y no deportivas, con una  aportación económica a todas luces eficiente que le permita continuar manteniéndose en la palestra entre las carreras de más solera deportiva mundial. Sin estas ayudas la prueba de por sí desaparecería automáticamente de la tabla internacional, lo cual sería una muy mala noticia. Así de claro.

Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

¿Cuál  ha sido la  época  más  idónea?

También quisiéramos resaltar el de que la Volta, por lo general, se acostumbraba a celebrar en su pasado en otras fechas diversas. Concretamente en el mes de septiembre, un mes que nos parecía a todas luces idóneo, más apropiado. Fue la Unión Ciclista Internacional (UCI) la que influyó para se trasladara al mes de mayo, coincidiendo precisamente con un Giro efervescente que como es natural acaparaba la máxima atención ciclista del momento hasta que entraba en liza el Tour de Francia. Y ahora, con todas estas experiencias, ha sido trasladada desde hace algunas temporadas al mes de marzo, un mes algo tempranero, pero que parece idóneo.

Los  comienzos de  la  Volta  fueron  en verdad increíbles

Centrándonos en los valores históricos de la Volta a Catalunya, más de uno se preguntará qué razón impulsó a unos entusiastas dirigentes para que osaran o se atrevieran a ponerla en marcha en aquella época un tanto ya lejana que se remonta a comienzos del pasado siglo.

Efectivamente, en el año 1908, existía ya en los anales de nuestro ciclismo una carrera que se denominaba la Vuelta a Tarragona. Más de uno tuvo el atrevimiento de poner sobre el tapete la  posibilidad de organizar una prueba que tuviera algo más de envergadura y que a la vez fuera más expansiva en su entorno. Entre los iniciadores cabe destacar por encima de todos a don Miguel Artemán, un hombre inquieto y de gran entusiasmo que soñaba en poner en marcha más de una iniciativa un tanto descabellada al son de las gentes. El afirmaba con cierto orgullo que trataba de “inventar cosas”. Era, entre otras varias ocupaciones, redactor especializado de la sección de ciclismo de “El Mundo Deportivo”, un periódico veterano que todavía sobrevive a los movimientos de los tiempos.

Artemán, con otros varios pioneros, repetimos, quiso poner en órbita una prueba de superior categoría, alargando el kilometraje de la misma y con el condicionamiento o premisa de que pudiera abarcar a las cuatro provincias catalanas, con la inclusión de las cuatro capitales: Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona. El planteamiento en un principio tomó buen rumbo, buenas perspectivas. Los fundadores, por suerte, se encontraron desde sus primeros rescoldos muy respaldados por las autoridades políticas, un factor indispensable para esta clase de eventos.

La problemática incidió en otro sentido. Existía una red de carreteras escasa. Era una época todavía de vacas flacas, diríamos con una frase algo vulgar. No había una tela de araña, un tejido, suficiente para enlazar debidamente a las cuatro capitales a las cuales hemos hecho alusión y que se deseaba enlazar. Se salvaban de la “quema”, Barcelona, Tarragona y Lérida, debiendo ser descartada la ciudad de Gerona, emplazada como todos sabemos en la parte norte de Cataluña.

Hubo fuertes pugnas, es natural, en la elección de rutas e itinerarios más convenientes para los hombres del pedal. Al final pudieron disiparse los problemas bajo el empuje de “Club Deportivo”, una entidad que no llevaba muchos años en el alero, pero con deseos de notoriedad y que se hizo oír con el paso de los años a los cuatro vientos. Es lo que interesaba en aquel periodo algo turbulento.

Entre una cosa y otra, la Volta no se puso en marcha hasta el año 1911. Se eligió, ¡quién lo iba a decir!, el gélido mes de enero, con una participación de treinta y tres  valientes ciclistas. No se pudo hacer de otra manera. De todos ellos terminarían la prueba, tres días más tarde, once arrojados supervivientes, que soportaron con entereza no pocas penalidades. La prueba salió de la Plaza de Sarriá, un barrio señorial barcelonés en donde las familias acomodadas de la gran ciudad, tenían sendas mansiones en donde solían disfrutar en la época estival de vacaciones. La fecha señalada de partida fue el día 6, el día de la festividad de los Reyes, una jornada atractiva y llena de ilusión para los niños.

Se tomó la dirección con destino a Tarragona. La carrera se vio obligada a interrumpir su pedaleo durante un par de horas en las conocidas costas de Garraf, más concretamente en la ascensión a la cuesta denominada comúnmente como La Maladona, situada poco antes de culminar en la cosmopolita y veraniega localidad de Sitges. Se habían desprendido sobre la carretera, así de repente, abultados pedruscos de la escarpada montaña como consecuencia de las lluvias registradas el día anterior de que llegaran los esforzados corredores. Se anotaron, además, unas muy intensas rachas de viento, dos ingredientes que parecían confabulados en contra de los atletas del pedal.

No recordamos quién, pero alguien se tomó la libertad de decir, con una cantinela un tanto  irónica que aquel panorama tan desolador que sufría la caravana multicolor enfrentada a los elementos desatados de la naturaleza, se debía a algún monstruo extraño e irreconocible que se había confabulado desde las alturas en contra de los organizadores y el consiguiente acompañamiento de aquel nuevo evento titulado “La Volta”.

Se puede decir que los escenarios vividos en los días que duró la carrera se vieron abrumados por la abundancia de tormentas intermitentes de agua en los tres días que tuvo la prueba. Algo así como un maleficio más o menos imaginario. Lluvias a borbotones, pedriscos, inundaciones varias e incluso nevadas. Por ejemplo, fue notoria la que se vivió en la localidad de Jorba, en las inmediaciones de la población industrial textil de Igualada. Diríamos en tono un tanto  jocoso,  que los viejos del lugar que presenciaron el paso de los corredores por los consabidos valles con aguas arremolinadas y desbordadas, de seguro que no se les fue de la cabeza aquellas escenas dantescas que se iban sucediendo sin cesar bajo las siluetas recortadas de los pobres y esforzados ciclistas, montados sobre sus endebles bicicletas de hierro, su única arma.

Masdeu abre  la  lista  de  vencedores

Fue precisamente allí, en Jorba, repetimos, en dónde Sebastián Masdeu, el futuro vencedor de la primera edición de la ronda catalana, perdió una zapatilla ante el torbellino de las aguas revueltas que inundaron varios lugares por donde anduvieron los corredores.  La suerte, sin embargo, estuvo con él. Efectivamente, un hombre enjuto, amparado por dos fornidos caballos, que tenía la misión de arrastrar con una cuerda a los automóviles que se quedaban atascados en aquel diabólico punto, se apiadó y tuvo el gesto inaudito de cederle una alpargata de las suyas para que pudiera reanudar su pedaleo hacia Barcelona, ciudad que todavía quedaba algo lejos de su alcance.

Era la postrera etapa. Los corredores se trasladaron de Lérida a Barcelona, las dos capitales catalanas, concluyendo la prueba en el velódromo que estaba enclavado en el barrio de Sants, un pequeño estadio ya desaparecido ante la especulación de los suelos. Hay que recalcar que con el pasar de los tiempos, mal que nos pese, muchas construcciones de cierta solera ya no existen  por el juego de las permutas, léase, por la especulación o el acoso del progreso, unas circunstancias a todas luces inevitables. Lo que se gana por una parte se pierde por otra.  Hay recuerdos que por estas razones encierran una cierta nostalgia en nosotros, hay que decirlo.

A Masdeu, oriundo de Tarragona, se le apodaba más popularmente por “Tarraco”. Cabía señalar el promedio alcanzado en el curso de la prueba que llegó a ser de 23 kilómetros a la hora, cifra nada desdeñable si retrocedemos a lo que representaba estar en el año 1911. Se impuso sobre José Magdalena (2º), que acaparaba en aquel entonces más cartel, y sobre el norteño Vicente Blanco (3º), más conocido por el seudónimo “El cojo de Bilbao”, una figura heroica, especialmente en el Tour de Francia del año 1910. Es de destacar que Masdeu, ganó la primera etapa, volviendo a repetir la victoria en la última, a pesar de aquel incidente comentado más arriba  de la alpargata, un accidente que le dio mucha popularidad y justa gloria. De las tres etapas en disputa ganó, pues, en dos. Buen balance.

El primer vencedor de la ronda catalana, económicamente hablando, ganó un total de 975 pesetas, cantidad que apenas llega a los seis euros actuales. Esta ganancia incluía  su triunfo absoluto; las dos victorias de etapa, y un resto acumulado al imponerse en alguna que otra prima donada por algún pueblo por donde circulaba la caravana multicolor. Era una moda muy en boga en aquellos tiempos.

Son pequeños retazos los que hemos expuesto con el deseo de divulgar las heroicidades de aquellos corredores que sin apenas medios materiales y económicos se lanzaron en pos de una aventura casi desconocida siempre pedaleando con un extraño fervor por unas rutas tortuosas y en un estado muchas veces deplorable. En este sentido cara al futuro se fue mejorando sensiblemente.

La Volta sufrió algunas interrupciones. Pero procuró no desfallecer del todo frente a las contrariedades bélicas. Del año 1914 al 1919 no se celebró como consecuencia del encontronazo de la Primera Guerra Mundial. En su futuro colaboró activamente la Unión Velocipédica Española (U.V.E), y, más tarde, a partir del año 1923, tomó las riendas con más pasión   si cabía la  entusiasta y valiosa “Secció de Ciclisme de la Unió Esportiva de Sants”, que se encargó de su organización de una manera más continuada y más meticulosa, gozando de un fondo económica más consistente ante las donaciones anónimas recibidas.

Por  Gerardo  Fuster

Foto: Tourdegila

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo
1 Comentario

Dejar Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ciclismo antiguo

Giro: Gianni Bugno, sólo hubo uno

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

El dominio total de Bugno en el Giro no ha vuelto a suceder

Cuando el Giro arrancó el otro día en Turín, una de las grandes dudas residía en si Tadej Pogacar iba a ser capaz de completar la carrera de rosa de inicio a fin como lo hiciera Gianni Bugno, por última vez, hace 34 años.

Desde entonces quien más se aproximo fue Tony Rominger, líder a la segunda etapa y por el momento Pogacar está camino de igualar al suizo.

Pero como Bugno en el Giro, sólo hubo uno, con una edición marcada por el domino total de un ciclista que, a puertas de los 26 años, prometía mucho, muchísimo.

Kern Pharma

Aquella edición arrancó en Bari con una crono de kilómetros en la que el italiano, nacido en Suiza, ya se puso líder por delante del gran especialista en distancias cortas Thierry Marie.

Empezó ahí un tour en rosa por toda Italia, con momentos especialmente significativos, como la etapa que acabó en Vallombrosa, en la que se impuso por delante de Piotr Ugrumov y Charlie Mottet vestido de rosa.

A los pocos días, en mitad de la carrera, en una crono de 68 kilometrazos no ganaba, lo hacía aquel ciclista calvo llamado Luca Gelfi, pero sacaba una renta casi definitiva a sus rivales, en especial al citado Mottet, pero también al reciente ganador de la Vuelta, Marco Giovanetti, y Marino Lejarreta.

Era como si cada vez que todos esperaban que Bugno flaqueara, éste redoblaba su apuesta y lograba sorprender.

Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

En los Dolomitas, hubo más de lo mismo y para la historia quedó esa foto que ilustra el artículo, la de su cabalgada con Charly Mottet hasta la cima del Pordoi, a donde llegaron con más de dos minutos sobre el resto.

Y es que llovía sobre mojado, cada etapa abría un poco más la diferencia a favor de un ciclista que no tuvo ningún momento flojo en tres semanas.

La guinda llegó en la crono de Varese, 40 kilómetros en las vísperas de Milán en los que les cayó otro minuto largo a sus rivales.

Gianni Bugno ganó el Giro de Italia 1990 con seis minutos y medio sobre Mottet y más de nueve frente a Giovanetti.

Fue una victoria que, como él mismo planteó, se fraguó a diario, cada jornada se disputaba una especie de clásica, totalmente separada del resto con el único vínculo de vestir de rosa cada día.

Incluso en su prime más prime, Bugno se demostró como un corredor que esquivaba la pompa y los grandes titulares: «No me llaméis campeón -decía- eso sería ofender a Bartali, Coppi y otros«.

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Ciclismo antiguo

Alpe d´Huez, Indurain, Bugno…

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

En Alpe d´Huez quedó claro que el Tour 91 era cosa de Miguel Indurain

Igual que el otro día os recordé el simbolismo de la subida al Tourmalet en el Tour 91, y ahora el algoritmo me pone la subida a Alpe d´Huez en el primer Tour de Miguel Indurain.

A diferencia del Tourmalet, aquí la retransmisión es 100% la de Televisión Española, con el recordado Pedro González acompañado por Andrés Pizarro, dos clásicos de los noventa.

Kern Pharma

Hasta su fallecimiento, Pedro González y su formidable habilidad para no dejar a nadie indiferente en la retransmisión fue un fijo aquellos años, salvo 1992, cuando una accidente le dio protagonismo al chico de la moto, un tal Carlos de Andrés, quien siempre podrá decir que narró la increíble etapa de Sestriere y la crono de Luxemburgo, en 1992.

Pero volvamos a Alpe d´Huez y al grupo de grandes nombres que rodeaban a Miguel Indurain aquella tarde de julio.

En un Tour que no se destacó por tener una gran cantidad de jornadas de montaña, la cima de los 21 virajes quedaba como el principal escollo para Miguel Indurain,

Gianni Bugno lo sabía y tomó el mando durante gran parte de la subida, tentando las opciones de un maillot amarillo en honor a la verdad estuvo imperial.

Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

 

Aquella jornada fue muy buena en Banesto, hoy Movistar. 

A la solidez de Miguel Indurain se le añadía el mejor Jeff Bernard que recuerdo, para mí uno de los ciclistas de culto más evidentes de la historia, y Pedro Delgado, de menos a más, acabando muy cerca de los mejores y en el mismo grupo que Claudio Chiapucci.

La retransmisión es una joya y recuerda lo mucho que se chinaban los narradores en este lado de los Pirineos con la desesperante realización francesa, siempre tan atenta a buscar a los suyos y eso que ese día un agónico Luc Leblanc se dejó la vida para no perder la rueda de los dos mejores.

 

Imagen: @davidguenel

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Ciclismo antiguo

Marchas cicloturistas que peligran, Mathieu Hermans y un avance de Ciclosferia

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

Mathieu Hermans resultó uno de los grandes velocistas de los 80 e inicios de los 90

Muchos no lo recordarán pero la historia ciclista de Mathieu Hermans fue la de un neerlandés que llegó a España y se buscó la vida en un ciclismo lejano al suyo, sabiéndose buscar un hueco y resultando uno de los mejores velocistas de finales de la década de los 80 e inicios de los 90

Mathieu Hermans llegó a ganar seis etapas en la Vuelta a España y tiene también su premio en el Tour de Francia.

Hoy es uno de los grandes responsables de la firma de ropa ciclista Bioracer y un muy buen conversador de ciclismo de entonces y de ahora.

Kern Pharma

Con él arrancamos un podcast en el que nos hicimos eco de una de las encuestas que nos gusta lanzar a nuestros seguidores.

Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

Y es que sorprende que tanta gente no tenga previsto hacer una marcha cicloturista este año.

Bueno, sorprende a medias, porque la deriva de algunas pruebas emblemáticas en manos de empresas que priman el resultado económico a la calidad está empezando a pasar factura.

También aprovechamos para que el editor de Ciclosfera, Rafa Vidiella, nos cuente qué preparan para la Ciclosferia de Valencia, en un par de semanas, y Andrea nos explica lo mucho que pesa la figura de Marco Pantani en la Emilia Romagna más ciclista.

 

En este capítulo:

0:18 Presentación.
0:58 Entrevista con Mathieu Hermans
29:48 A cuchillo: ¿Correrás una marcha cicloturista este año?
44:42 Rafael Vidiella nos presenta Ciclosferia
1:00:18 La Emilia Romagna, la tierra de Marco Pantani

 

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Ciclismo antiguo

París-Niza 1989, el primer gran Indurain

Publicado

en

Por

DT-Swiss 1024×14

Con esa victoria en la París-Niza, Miguel Indurain se postulaba en los escenarios grandes

En el baúl del recuerdo, mirándolo ahora, y gracias a la invitación de los amigos de Pedal Vintage, uno se percata del valor que tuvo aquella París-Niza de 1989 para Miguel Indurain.

El mocetón ya había dado algunas claves de su clase, un crecimiento contenido bajo las recomendaciones de reputados médicos que hablaban del portento que estaban cultivando en el inolvidable Reynolds.

El año anterior, 1988, había formado parte del equipo que acompañó a Perico en su Tour, con ese famoso capítulo del Peyresourde en el que empezó a descolgar a gente y casi se quedó solo.

Kern Pharma

A las pocas semanas ganaría la primera de sus tres Voltas.

Pero el año 1989 fue otra cosa, fue pisar suelo francés y seguir su idilio con el país vecino, donde ya había triunfado en un Tour de la CEE, lo que hoy sería el Avenir.

En esa París-Niza, Miguel Indurain anticiparía cosas que habrían de pasar durante los años venideros.

El inicio en París, lo ganó el prologuista por excelencia, Thierry Marie, pero con Indurain ceca, a cinco décimas de segundo, y por delante de los dos grandes favoritos, Laurent Fignon y Stephen Roche.

El navarro ya había puesto el pie en la carrera y de ahí nadie le apartaría, ni siquiera una mala crono por equipos de 58 kilómetros en medio de una carrera de una semana de duración.

Aquel era otro ciclismo.

Gran canaria 400×400
Cruz 400×400

Pese a la mala crono por equipos, y eso que Reynolds iba con Gorospe y Mauri, entre otros, Indurain utilizó un par de jornadas consecutivas para de remontarle el minuto veinte que el joven Laurent Bezault, el «nuevo Jeff Bernard» le llamaron, le había tomado al final de aquel test colectivo.

Fueron dos movimientos tan significativos como premonitorios.

En el Mont Faron, Indurain se pone en cabeza del grupo de los grandes desde el inicio, y hace de la preciosa subida a orillas del Mediterráneo el primer gran filtro de la carrera.

Uno a uno, un goteo sin fin tras la estela del ciclista del Reynolds que le sacó los colores hasta el mismo Stephen Roche, el gran favorito, toda vez que Laurent Fignon se había retirado (ganaría en San Remo a los pocos días.

Al día siguiente, una jornada de media montaña hace el resto. a poco de coronar el Col de Vignon, el vigente ganador del Tour, Pedro Delgado hace destrozo en el pelotón y lanza a su compañero cuesta abajo.

Miguel Indurain cogería al fugado, su futuro compañero en Banesto, Gerard Rué, y entre ambos disparan la diferencia hasta más allá del minuto.

Con el navarro de líder, sólo quedaba defender la renta en el Col d´Eze ante el «hiperespecialista» Stephen Roche quien se queda a 13 segundos de la gesta.

Sin saberlo, había perdido el irlandés ante el inminente monstruo del ciclismo, un poderío latente que en ese 1989 despertó del todo, incluso en el Tour, en un lugar llamado Cauterets.

Imagen: @crstobalcabezas

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

DESTACADO: GIRO ITALIA 2024

Ciclismo6 horas atrás

Giro, Valentin Paret-Peintre y correr junto a Bardet

Cómo Valentin Paret-Peintre ha pasado de admirar a Romain Bardet a correr con él Es bonito ver a ciclistas emocionados...

Ciclismo antiguo24 horas atrás

Giro: Gianni Bugno, sólo hubo uno

El dominio total de Bugno en el Giro no ha vuelto a suceder Cuando el Giro arrancó el otro día...

Podcast2 días atrás

Girona y la “gestión” de la bicicleta, el mejor ciclista, los outfits de Pogacar y Kern Pharma en Volta e Itzulia

La bicicleta, gran protagonista del centro de Girona, centra este podcast Variedad en este podcast de JoanSeguidor, que viene con...

Ciclismo2 días atrás

Pogacar en el Giro ¿Saving mode?

Si Pogacar piensa en ahorrar el Giro puede perder mucho interés Cuando medio sentencias una carrera como Giro como hizo...

Ciclismo3 días atrás

El Giro es la mejor cantera de triunfos para Movistar

Movistar se expresa con menos presión y más acierto en el Giro En este tweet Luis detalla las 25 victorias...

Ciclismo3 días atrás

La semana fantástica del Giro

Este Giro ha ofrecido una primera semana cuyo nivel quizá se pueda mantener Tras lo visto en la primera semana...

Ciclismo4 días atrás

Llegamos al punto que el Giro sólo lo puede perder Pogacar

La contrarreloj deja a Pogacar muy cerca del Giro a 2 semanas del final La realidad que atisbábamos antes de...

Ciclistas5 días atrás

Pelayo Sánchez, en la etapa más bonita del Giro

El manual de Pelayo vale perfectamente para ganar en el Giro Son 180 puntos en la maldita clasificación, aire, oxígeno,...

Lo + leído

Copyright © 2017 Página propiedad de JoanSeguidor. www.joanseguidor.com y www.elvelodromo.com son propiedad Joanseguidor. Agencia especializada en contenido deportivo, Ciclismo de carretera, BTT Mountain Bike, Gravel o ciclocross y el mundo relacionado con la bicicleta.